El Coronel Bolívar y Vielma Mora

Bolívar no consiguió respaldo se su protector que lo dejó a la deriva. Cortesía

La detención del Coronel Bolívar, muy cercano a José Gregorio Vielma Mora cuando éste ejercía como Gobernador del Táchira fue uno de los hechos más sonados de la segunda semana de abril, cuando se supo de la detención del entonces presidente de Cobiserta. En el Semanario Quinto Día, la periodista Sebastiana Barráez ofreció pormenores de esta historia que se suma a las ya largas tramas y triquiñuelas de este período del llamado socialismo del Siglo XXI

Sebastiana Barráez- Tomado de quintodia.net

ADVERTIDOS.

Fue el 2 de junio 2017, en la edición 1056 de Quinto Día. Publiqué lo que sucedía en el Táchira con la distribución de Alimentos. Expliqué el caso de los Comités Locales de Abastecimiento Popular (Clap), manejados por la diputada Nellyver Lugo; el de la empresa Comercializadora de Bienes y Servicios del Táchira (Cobiserta) a cargo del coronel (Ej) José Salvador Bolívar Pérez; y Maxiproveeduría que maneja, aunque no aparece oficialmente, alias Tony Simón. Expliqué que los alimentos, a cargo de la parlamentaria Lugo, se almacenan en los silos que están frente al Terminal de San Cristóbal; los de Cobiserta en un galpón, cerca de la zona industrial de Paramillo, al lado de grifería Guayana; y a unos metros está el de Maxiproveeduría. Cobiserta es la Cooperativa de Bienes y Servicios de la Gobernación del Táchira.

Maxiproveeduría es una empresa privada manejada por alias Tony. Les dije que el jefe de la Zodi tiene conocimiento de qué entra al estado. Y les comenté que casualmente a la Maxiproveeduría dizque se metieron unos ladrones y se llevaron 50 televisores de esos que distribuyó Pdval. Pedí que le metieran la lupa a ese negocio. El lunes 5 de junio, el entonces gobernador José Gregorio Vielma Mora salió en ardua defensa de mis denunciados. Recurrió a aquel argumento de la prensa que atacaba su eficiente labor, pero que los perros ladraban mientras él seguía su marcha. Casi, casi, me acusa de ser agente del imperialismo yanqui, montada en una campaña para afectar su gobierno. Mi única función es la de siempre, la del periodista: decir la verdad.

NEGOCIO.

El gobernador del Táchira fue el creador de Cobiserta con la excusa de hacer eficiente la distribución de alimentos a precios económicos para la población. Ya estaba el Táchira muy golpeado por la escasez de alimentos, lo que no mejoró con la intervención de Vielma, por el contrario, la agravó. Montaron venta de alimentos en los pabellones feriales ubicados en el sector de Pueblo Nuevo en San Cristóbal. Se disparó el contrabando de alimentos en gandolas. El caso es que Vielma Mora pierde aparatosamente la Gobernación del Táchira ante Laidy Gómez, el 15 de octubre 2017. Se apresuró a quitarle a la Gobernación varias empresas, entre esas Cobiserta, para pasarlas al Gobierno nacional. El coronel Bolívar Pérez siguió en su cargo, en estrecha relación con Vielma y con el grupo de militares de la logia masónica Pío Gil a la cual pertenece, junto con el capitán detenido Ángel Geovanny Chacón González; también pertenece a esa logia su asistente Richard Sayago, el general Douglas Morillo. Y en otra logia está el capitán Silva, otro de quienes trabajaba con el coronel Bolívar.

BERNAL.

Pasaron más de 10 meses desde que hice aquella denuncia. Hace unos días se anuncia con gran alharaca la detención del coronel José Salvador Bolívar Pérez, presidente de Cobiserta. El cuento es que supuestamente el llamado protector del Táchira, Freddy Bernal, solicitó unos cauchos para unas ambulancias y el coronel le habría dicho que no había. Ante ello Bernal movió algunas piezas y, oh sorpresa, descubrió lo que hace 10 meses atrás publicamos y además era vox populi en el Táchira, que en Cobiserta había mucho producto acaparado. Porque Cobiserta se supone que debía ser la proveedora de cauchos, aceite, batería, entre otras cosas para el transporte público. Aquellas transmisiones televisivas donde Vielma decía que los transportistas estaban abastecidos, era solo publicidad.

DETENIDOS.

Fue a las 10 de la noche del 12 de abril 2018. Llegó una comisión de Fuerzas de Acciones Especiales (Faes) y Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim) para llevarse detenido al coronel Bolívar Pérez. El oficial apeló por el teléfono y empezó desesperado a llamar al ex gobernador, a su amigo, a su protector, con quien viajó a México el año pasado, según confesó una fuente, para buscar productos del Clap. Pero Vielma no le contestó, por el contrario al día siguiente publicó un tuit: “Apoyo totalmente desde mi trinchera cualquier acción para poner fin a la corrupción que cobra la felicidad de nuestro pueblo. Adelante hermano! @FreddyBernal”. Ahí se derrumbaron las esperanzas del coronel, quien ya habrá entendido que así funciona el poder. Su amigo, el que lo condecoró siendo Gobernador, en el 2014, cuando Bolívar Pérez era Teniente Coronel, con la Orden Mérito al Trabajo en su única clase, lo dejó a la deriva. El lunes 16 en la noche fue trasladado al Tribunal Octavo de Control, en medio de un fuerte dispositivo de seguridad policial y militar, que tomó cuatro cuadras a la redonda de la zona colonial donde funcionan los tribunales en San Cristóbal. Y luego fue trasladado a la cárcel de Santa Ana, junto con uno de sus ayudantes, el capitán (Ej) Ángel Chacón. Lo último que se supo es que Cobiserta regresará a manos de la Gobernación del Táchira.

Por la importancia de un tema álgido como ha sido la distribución de los alimentos en el Táchira, la investidura de los involucrados, y para que evitar que el mismo entre al baúl del olvido y por el contrario quede registrado y permita al colectivo formarse una concepto propio del asunto en cuestión, reproducimos el texto de la columna Sebastiana Sin Secretos publicado el pasado 20 de abril.


 

Texto publicado en Los Andes Semanario del Táchira edición 110º

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