El Conticinio…Un Vals Centenario | Por: José Thomas Torres López

 

 

“Este canto es nacido mi bien, al calor de un amor…”

…y es que el tiempo siempre sabe en que momento regresar y con un abrazo infinito, de esos que trae de lejos en su brisa, viene dibujando versos y melodías con las que nos baña de cantos y sueños azules.
Es un vals centenario, es un momento infinito. Cometa sonoro que pronto mostrará ese destello de amor y color en la armonía de esta tierra donde crece el Vals desde hace mucho tiempo, convirtiéndose en parte de nuestra historia cultural y musical.

En otras ocasiones he planteado que el maestro Laudelino Mejías fue, en y para su tiempo, un preclaro de la música, un sembrador del cambio, el alma del pueblo. Esto hoy, 100 años después de su consagrado vals melódico, se puede apreciar con suprema claridad su obra, su pensar y su legado.

El maestro Mejías se desafió a sí mismo y emprendió su búsqueda, su horizonte, su camino. Entendió que debía hacer de Trujillo un estado mejor en el ámbito musical, forjando instituciones de orden superior para el quehacer cultural de nuestra gente, de las generaciones futuras.

Muchas de sus acciones aún están vivas, forman parte de esa cadena de seres humanos que deciden ser y permanecer en la tierra que los germinó, continuando la obra de tantos, en cuyas referencias pervive la del Maestro Laudelino.

Es indudable la galería inmortal que atesoramos los Trujillanos en este arte tan extraordinario como lo es la música.  Sin  duda el paso, las acciones y el legado del maestro Laudelino Mejías es y será fundamental en todo el desarrollo musical de nuestro estado Trujillo.

Hoy, en este agosto 2022, específicamente el día 29, fecha de su nacimiento, celebramos el centenario del Vals Conticinio, obra que abraza la ciudad y es sin duda el alma del pueblo.

El Conticinio, es un vals consagrado en la memoria musical trujillana. Cuenta la historia que, fue escrito  por el maestro Laudelino Mejías y se estrenó en la ciudad de Valera 1922 con un arreglo del mismo autor para banda en un formato instrumental de ese tiempo y desde entonces esta grabado en la cultura popular como un himno de luz y el tiempo ha mostrado como ha logrado permanecer entre las manos de los ejecutantes de todos los niveles, colores e instrumentos. Sigue la historia contando que, con el tiempo, con los años y con la aprobación del maestro Mejías, se  organizó un concurso para escribir la letra del Vals, la adaptación y vuelo poético a la estructura melódica escrita, compromiso éste bastante complejo donde el tema a desarrollar  fue: “el silencio de la noche, o la hora más silenciosa de la noche”.

En este concurso participaron varios músicos y poetas, resultando  ganador el músico Egisto Delgado, oriundo del estado Barinas, quién nos entregó el vuelo poético: “No se oye el rumor, es grato soñar, teniendo un amor sabiéndolo amar.”

…y desde ese entonces el Conticinio se hace canción, adquiere rostro poético.   Sentimos con mayor infinitud el silencio con el que el maestro pintó el pentagrama cuando  se dice: “el Vals es música de Laudelino Mejías y letra de Egisto Delgado”.

Queda  como un mensaje universal,  como la oración Trujillana que, en serenatas, actos familiares, eventos especiales y estelares, abre el Conticinio su magia, su vuelo, su verdad.

Hoy, recordamos tantos momentos de la historia cultural nuestra,  que en resumen nos ha heredado este mundo musical Trujillano y que nos invita en cada día a dar, a dar mas alla de los imposibles, a ser el alma del pueblo y permanecer para siempre en el corazón de la gente, en la memoria de la ciudad, en la obra mas trascendental, que es brillar con fuego propio en nuestra historia musical Trujillana…

“Llegó el Conticinio todo es silencio mi dulce amor…”

José Thomas Torres López
Trujillo, Agosto 2022

 

 

 

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