El Consejo Constitucional de Chile vota las enmiendas de una polémica propuesta de la carta magna

Fotografía de archivo en la que se registró a la expresidenta de Chile, Michelle Bachelet. EFE/Francisco Guasco

 

Santiago de Chile, 14 sep (EFE).- El Consejo Constitucional que redacta una nueva carta fundamental para Chile sobre la base de un texto trabajado por una Comisión de Expertos comenzará este viernes la votación de las enmiendas en medio de un clima de tensión y desacuerdo entre los partidos que lo integran.

Los representantes de izquierda, que tienen 16 de los 50 escaños, no comulgan con el texto aprobado en comisiones y despachado el sábado pasado al pleno.

En un encuentro público convocado por el empresariado chileno ayer y enfocado en los diálogos para este proceso constituyente, al que asistieron los presidentes de los partidos y los expresidentes Michelle Bachelet (2006-2010 y 2014-2018) y Sebastián Piñera (2010-2014 y 2018-2022), el Partido Socialista pidió «una operación rescate» del texto que se va a votar.

En el mismo acto, una de las tres fuerzas que integran la coalición de la derecha tradicional –Chile Vamos–, que tiene 11 escaños en el órgano constitucional, reprochó falta de «amplitud» del articulado, mientras que los otros dos acordaron aprobar la propuesta.

La extrema derecha del Partido Republicano, con 22 sillas en el Consejo, es la que hasta ahora ha llevado la batuta del proceso, el segundo que Chile intenta para cambiar la actual Constitución, heredera de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).

«VAMOS POR BUEN CAMINO»

El Partido Republicano presentó más de 400 enmiendas al anteproyecto para modificar radicalmente su contenido, elaborado durante tres meses por el Comité de 24 expertos que logró un consenso bastante amplio tanto del oficialismo como de la oposición.

A principios de mes, en un inesperado gesto, los ultraderechistas desistieron de hacer varios cambios al borrador que habían sido interpretados como «retrocesos» en distintas áreas y que levantaron una fuerte controversia. Sin embargo, y más allá de estos ajustes, para los partidos de Gobierno y parte de la derecha tradicional (la centro-izquierda no tiene representación en el órgano) el texto no genera consenso por muchas otras indicaciones aprobadas.

Tras un intento fallido de la izquierda de negociar que los republicanos retiraran las indicaciones ya aprobadas, el líder de los ultraderechistas, José Antonio Kast, publicó en X (antes Twitter): “Si el Partido Comunista y el Frente Amplio están en contra, es positivo para Chile. Vamos por buen camino”, apuntando que para la extrema derecha, el mejor escenario es que la izquierda y el Gobierno llamen a votar en contra y que fracase esta segunda oportunidad.

LAS ENMIENDAS MÁS POLÉMICAS

Entre los puntos que a día de hoy provocan más desacuerdo entre fuerzas políticas están la reducción de diputados de la Cámara de 155 a 138 escaños, lo que a juicio del oficialismo, beneficiaría a la oposición en la contienda electoral; o los cambios respecto de la «protección del derecho a la vida».

Los republicanos añadieron una cláusula para definir que “todo ser humano es persona”, e introdujeron como artículo que es «la ley» la que protege «la vida de quien está por nacer», lo que abre espacio para obstaculizar la norma vigente de aborto en tres supuestos básicos (riesgo para la madre, inviabilidad fetal y violación), aprobada justo hace seis años.

“Si la propuesta de nueva Constitución retrocede en los derechos de las mujeres, yo no podría votar a favor”, dijo a mediados de agosto la expresidenta Bachelet, que ayer, en el encuentro con los partidos, insistió que, si en el nuevo texto no hay avances, “marchará por los derechos de todos y todas”.

Piñera, por su parte, destacó la importancia de que una nueva Constitución tenga “un respaldo amplio y sólido” y sea aceptada por la “inmensa mayoría”.

Otros flancos abiertos son el artículo que elimina el pago de contribuciones a la vivienda principal, la ausencia de escaños reservados para pueblos indígenas, la eliminación de la mención al cambio climático, y la regulación de la huelga y la libertad sindical, entre otros.

«RIESGO DE REGRESIÓN»

Diversos centros de estudio alertaron del “riesgo de regresión constitucional y democrática” en el actual proceso constituyente.

En una carta publicada a principios de mes, nueve instituciones del país, varias de ellas vinculadas a partidos del oficialismo, advirtieron que «los avances institucionales, están hoy día seriamente amenazados» y lamentaron que la derecha tradicional «no opongan resistencia» a pesar de “haber sido parte de varias de las mejoras constitucionales de las últimas décadas».

El Consejo Constitucional redacta desde junio la propuesta de Carta Fundamental que será sometida a un plebiscito el 17 de diciembre en el que la ciudadanía tendrá que elegir entre dos opciones: “A favor” o “En contra”.

Este es el segundo intento de Chile en tres años por redactar una nueva ley fundamental, tras el amplio rechazo a una propuesta refundacional, elaborada por una convención de mayoría de izquierdas.

El presidente chileno, Gabriel Boric, ha avisado que si esta segunda oportunidad fracasa en su Gobierno no habrá una tercera.

 

 

 

 

 

 

 

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