Cuando escribo sobre estos temas, tan sensibles para los que son ansiosos por conocer y descolonizar la historia local, me viene a la memoria aquel viejo regaño de nuestras abuelas, cuando éramos niños: -¡Parecés un indio! para calificarnos de sudorosos, malolientes, desaseados, incultos y perrerosos; así, repetían la falsa idea que les había inculcado la vieja escuela, la vieja iglesia y la historia oficial.
Al contrario de la historia lavadora que nos han contado sobre la génesis del pueblo de La Puerta, como consecuencia de la “bondadosa” llegada de un “fundador anónimo” en 1620, que trataba con “dulzura” y “curaba” a los indígenas encomendados, se ha pretendido hasta el momento, silenciar, invisibilizar, borrar o desconectar los miles de años de existencia de una sociedad india, que pobló las tierras de nuestra Parroquia, y <<estableció las bases humanas y materiales>> sobre las cuales avanzaría el proceso de conformación como comunidad de gente, primeramente, dentro del proceso de ocupación de tierras por la nación Timotes, generando diversos grupos, aldeas y comunidades de diferentes magnitudes territoriales y demográficas (Mario Sanoja, Iraida Vargas-Arenas, 2007).
Para aquel tiempo, nos referimos al siglo XV de la era, la etnia Timotes, derivada de la Chibcha-Mucu, había consolidado <<la formación de extensos y complejos señoríos…sociedades muy jerarquizadas con un locus de poder centralizado>> (Sanoja y Vargas Arenas. Ideas sobre el Origen de la nación venezolana.1992); la mayoría de los investigadores e historiadores coinciden en que la nación Timoto era poderosa como sociedad organizada, en lo cultural, en su modo de producción económico, avance tecnológico y la etnociencia, que facilitó la imposición del modelo colonial hispano. El Bomboy (San Pedro de Bomboy o San Pablo de Bomboy), como consta en antiguos documentos y titulo de encomienda de 1600, fue un Valle de Indios Timotes.
Igualmente en lo político, hubo un grado de madurez, para crear y establecer un sistema de poder e instituciones, para dirigir, regular y gobernarse, lo que han denominado <<sociedades políticas y socialmente muy complejas que culminarían, en el siglo XVI, en extensos señoríos>> (Juan José Salazar. Sociedades Complejas Período de Contacto en el Nor Occidente de Venezuela. 2002). Esta importante afirmación, nos da la idea de la entidad del desarrollo socio histórico alcanzado por esta nación, y del señorío tribal de gobierno, de los que formó parte la Comunidad Indígena Bomboy, primera pobladora de las tierras que hoy conforman la Parroquia La Puerta.
Dentro de esa idea general, de una sociedad jerarquizada y territorial, con un sistema de poder, gobierno y espiritualidad centralizado o señorío tribal, el poder lo ejercían los caciques: tabiskey, maviskey, pitimay, chacoy, chegué, mohanes, los ancianos consejeros, entre otros, aunque la centralización del poder no era absoluta ni despótica, en virtud de ser una sociedad colectivista, la territorialidad era compleja porque existían zonas estratégicas como la vía entre la Sierra Nevada y el lago de Coquivacoa, como salida al mar, y también por la itinerancia y nomadía de los grupos, era necesario que ese Señorío y dominio tuviese caciques o jefes principales indígenas que rigieran y gobernaran en sus lugares o localidades de vida.
El objeto de esta nota, es lograr una aproximación, a esa estructura y organización territorial de poder tribal originario, en La Puerta.
La Puerta, del Estado Trujillo, lo he señalado en diferentes notas, es un interesante y excepcional lugar, en donde lo real, paisaje, topografía, recursos naturales, lo meteorológico, y particularmente por tener zona paramera, zona fría y zona templada, determinan un patrón cultural andino, que se confunde con lo místico y lo ancestral; por eso, la necesidad de ir despejando aspectos básicos relacionados con nuestra conformación temprana, como antiguo pueblo, entre ellos, la organización y distribución territorial del poder tribal originario.
El progresivo asentamiento de los Timotes, alrededor de 3.000 años antes de ahora; como parte del proceso de desplazamiento y ocupación de tierras por la civilización Chibcha-Mucus, en el denominado Valle de Bomboy y en el trayecto intermontano desde la Sierra Nevada hacia el lago de Maracaibo, contó con una estructura organizativa precolombina de poder político y social o señorío tribal, que sin lugar a dudas guió la germinación y el asentamiento de esta comunidad aborigen originaria Bomboy, con sus peculiaridades sociales, económicas, costumbres, espiritualidad y desarrollo cultural, que van a ser, el sostén de la transición a lo que se conocerá como «pueblo de indios» Cabecera de Doctrina Nuestro Señor San Pablo Apóstol de Bomboy (7ma. Doctrina), en el modelo colonial esclavista, establecido por el gobernador Sancho de Alquiza y el Obispo fray Antonio de Alcega en 1608 (Briceño Perozo, 57), como consecuencia de la invasión europea de que fue objeto a finales del siglo XVI. La historiadora Magaly Burguera, sostiene que tendría una antigüedad de 1.400 años aproximadamente, <<aldeas situadas a lo largo del rio Miquinú>> (Burguera, 49), en nuestro Estado Trujillo, aldeas que permanecieron hasta el 900 D.C.
En el referido proceso de expansión, no solamente para tener control sobre la vía hacia el lago de Maracaibo, sino que es propiamente parte de las relaciones de intercambio de productos, culturales y políticas que venía estableciendo con grupos indígenas del mar Caribe y de otros sitios del mundo; igualmente, es interesante desde el punto de vista de la construcción histórica y de lo cultural de estos grupos humanos, el arraigo que ellos tenían de su sistema político territorial, que según algunos historiadores y etnólogos han dado en llamar señoríos tribales tanto locales como regionales.
Un dato fundamental y de inicio, es que para 1600, ya se había concedido la «Encomienda Valle de Bomboy», al Capitán portugués Tomé Dabuyn, quien la desiste en 1601, y se la otorgan junto con otra, denominada «Encomienda Quebrada Comboco» (Komboko), prolongación de aquella, con más de 400 esclavos, a su hijo capitán Juan Álvarez de Dabuyn (Zambrano, 42); documento valioso del que se desprenden datos interesantes sobre la vida precolombina en este lugar. Después de la del capitán Juan Pacheco Maldonado, en Burbusay, esta es la encomienda con mayor cantidad de indígenas. Este Dabuyn, fue el exterminador de Nigale, los aliles, zaparas y otras tribus del lago Coquivacoa (Maracaibo).
Para lograr esta aproximación, muy básica, del poder tribal, hemos seguido la orientación metodológica de la profesora Erika Wagner, en el uso de los topónimos Timotes existentes, sobre el mapa geográfico de nuestra Parroquia, tras ese mapeo y recorrido hemos logrado una aproximación de la localización de los elementos y figuras principales de la estructura de poder tribal en el valle de Bomboy, hoy La Puerta.
Llama la atención, que de Sur a Norte, se despliega el topónimo trascendental del Valle, que es el río Bomboy, del cual obtiene su nombre, (Documentos de “Encomienda Valle de Vomboy), tenía tres principales, se entiende que uno era cacique, o tabiskey o sub-rango de este, con aquel mismo nombre. A mediados del siglo XX, fue hallado un peto de maviskey (jefe de 9 rangos o poderes), en el Páramo de La Puerta o Siete Lagunas, que aún conservamos.
De la lectura del señalado Documento de «Encomienda Valle de Bomboy» y «Quebrada de Comboco«, que forman parte de la 7ma. Doctrina, de 1608, encontramos al principal o cacique Bomboy o Bombas, y a los caudillos Jasepe y Guara, que constituían la dirección del gobierno indígena. No se incluye los indígenas de la “Encomienda San Pablo de Bomboy”, localizada en la zona norte del valle (Mendoza), también mudados de este su sitio de origen y concentrados en la Cabecera de Doctrina, ya que en 1620, son trasladados al Pueblo de Indios San Antón Abad (Mendoza).
Las primeras encomiendas otorgadas en Trujillo, trata de indios con poder e influencia sobre su tribu, como los <<principales, sus sugetos y aliados>> (Cedula de “Encomienda de Carache”, 20-01-1575. En: Fonseca, T1, 31); aparte de los llamados indios ladinos y sumisos.
Para el recordado historiador Arturo Cardozo, <<En el cacique (Chacoy) se centraba la autoridad tribal>> (Cardozo, 11); cumplía un rol de gobierno dentro de su comunidad y espacio territorial.
Para Briceño Perozo, toda comunidad originaria, tenia <<como cabeza de gobierno, a un jefe, que denominaban tabiskey, que significa diez plumas. Con ese penacho se distinguía el jefe de los súbditos. Esas plumas eran arrancadas al paují. Al caudillo también se le llamó “Chacoy”>> (Briceño Perozo, 25); para ascender a tabiskey, además de ser fuerte, se requería tener talento y experiencia.
Al mismo tiempo de los caciques, existieron con poder e influencia, otros principales, por su certero juicio eran <<varios ancianos constituían un consejo…sus fallos eran acatados>> (Briceño Perozo, 26). Se suma a esta estructura de poder, el médico, también conocido como mohán, especie de hechicero, brujo que aparentaba tener poderes sobrenaturales para curar.
Uno de los cargos de mayor importancia era el Chegué, <<sacerdote, administrador del culto de los dioses, casi igualaba en importancia al tabiskey>> (Briceño Perozo, 29), podía disponer de varias esposas. De sus hijos salían los futuros sacerdotes y tabiskeyes.
Ahora bien, del mapeo realizado y la ubicación de los topónimos indígenas, se localiza hacia el suroeste de la parroquia, el topónimo Mukuti, cerca del Portachuelo de la Lagunita, donde funcionó el espacio de frontera entre el Virreinato de la Nueva Granada y la Provincia de Venezuela, que llamarán en los siguientes siglos como: La Puerta. Este grupo de aborígenes Mukutís o Mocotis, fueron los que desarrollaron posterior a la llegada de los europeos, la agricultura del trigo entre el Portachuelo, San Martin, Quebrada Seca, el Censo, San Pedro y la Cordillera, en el siglo XVII y XVIII. Amílcar Fonseca, afirma que Mucutí es el lugar de residencia del cacique del mismo nombre.
Así con el mapeo, podemos buscar un tipo de organicidad lineal, entender que en donde está ubicada la famosa Cordillera, del lado este de La Puerta, se ubicaba en una posición importante que es precisamente la Serranía del Pitimay y las áreas circunvecinas un jefe o caudillo con este nombre, es decir, jefe de cuatro rangos, de cuatro buenos; igualmente, está otro, más al norte, que es el cacique que ocupaba lo que hoy es “Las Aletas”, contiguo a la hacienda “Las Delicias”, una posesión de tierra Bomboy, que es el cacique más importante de todo el valle de La Puerta.
Equivalentemente, al sureste, está Komboco, que mantiene oficialmente este topónimo, que como grupo humano, tenía un guía o jefe, que se distinguía o se le llamó por el mismo nombre del lugar. Este grupo de Kombocos, está cercano a los Jajoes o Xaxoes, también de nación Timotes, grupos de estos, que fueron encomendados, pertenecieron a la misma Doctrina de San Pablo Apóstol (7ma. Doctrina).
Hacia el este, se mantiene el topónimo Pitimay, en la Serranía de Pitimay, gran parte de lo que se conoce como Carorita, lindero oficial con la parroquia Mendoza. Documentos de venta de terrenos han desfigurado el topónimo, usando la “Cima”, la “Cordillera”, y hasta “Cima Encantada”. Pitimay, significa en lengua indígena, Piti = cuatro, más May = poder, rangos, es decir, cacique o jefe indígena de cuatro rangos o poderes.
Igualmente, Kukuruy, antiguo nombre de Carorita, la tierra colorada, fue en este sitio donde se fabricaban utensilios de uso domésticos en arcilla, y las más hermosas y coloridas piezas, chorotes, sonajeros e imágenes mágico religiosas, en cerámica, evidenciadas sus muestras en museos nacionales y de otros países.
Hacia el oeste, encontramos al Xikoke, un lugar y posesión en el Páramo de La Puerta (los Torres), donde existen restos de las plantas en piedra de 4 casas indígenas. Según la memoria oral, fue habitada en tiempos remotos por un pequeño grupo de estos indígenas de nación Timoto.
Además, el documento de la señalada “Encomienda Valle de Bomboy”, indica que hubo un jefe denominado Guara, vocablo que en lengua Timotes, significa hombre de la zona alta, del frío, es decir, jefe en el páramo de La Puerta o Siete Lagunas, ubicado en la zona oeste. Es pertinente señalar que dentro de la colección etnográfica del Museo de Ciencias de Caracas, hay un objeto ritual de los Aguayú del estado Zulia, que fue obtenida en intercambio realizado con los Tayrona de la Sierra Nevada de Santa Marta, Colombia, que eran grupos indígenas que dominaban las aleaciones con oro, este elemento ritual lo denominaron Guara y es el símbolo de un caudillo o jefe indígena al cual se le ven cintas en la cabeza, indicativo de su poderío, de su mando de gobierno, es decir, que este nombre tiene relación con caudillo o cacique que puede ser un maviskey o un tabisquey.
En dicho sistema político se incluye una especie de chamanismo ancestral, que incide en la esfera de los jefes criollos por lo de su aparente gran efectividad. Al oeste de la parroquia, y en lo más alto está el sitio desde donde ejercía su poder el sacerdote Chegué que es la figura simbólica del chamanismo ancestral aquí en esta jurisdicción, del que por su importancia y simbolismo durante el periodo precolombino, publicamos un artículo reciente. Coincidentemente con la oralidad y en estrecha relación con lo expuesto anteriormente, se puede observar que, define tanto por el topónimo, la localización, altura, clima, fenómenos naturales, que el lugar cumplía una función utilitaria, quizás de santuario, en la estructura y señorío de poder tribal de la Comunidad indígena Bomboy, luego Resguardo indígena de La Puerta. Chegué era el sumo sacerdote, ejercía un rol fundamental dentro del señorío tribal y la comunidad indígena Bomboy.
En el Norte de la parroquia, encontramos los Bicuyes o Vicuyes o Vacuyes, grupo o familia indígena, posiblemente parental o desprendimiento de la pequeña comunidad de Estovacuy o tierra de las cocuizas (Municipio Carvajal). Según las escrituras de “Encomienda Valle de Bomboy” de Juan Álvarez Daboín, terrateniente de este Valle, también junto con los antes señalados, hubo otro jefe principal llamado Jasepe, en su jurisdicción.
Al frente de la hacienda Las Delicias (también zona norte), encontramos un sitio denominado la «Vega del Cacique», en dónde llaman Las Aletas (documento de Partición Posesión Las Delicias). Todos los puntos geográficos, a los que se ha hecho referencia, en nuestro criterio, tuvieron su nativo dirigente principal, no solo por lo del topónimo, sino porque esta comunidad se conformó con grupos y familias provenientes de sitios distintos al Valle de Bomboy, durante el proceso de reducción y evangelización, que contemplaba el modelo colonial de encomiendas.
La anterior, sería de acuerdo a la señalización toponímica y simbología, la estructura de poder territorial y gobierno tribal de la Comunidad indígena Bomboy, asentada en el espacio geohistórico, que hoy constituye La Puerta.
La importancia del conocimiento y difusión de este tema, radica en que dentro de la obligación que tenemos todos de descolonizar la historia local y desenmascarar la versión sesgada contada por los hacendados y gamonales, quitándole el oscuro velo racista y visibilizar este periodo hermoso de nuestra formación como comunidad, debemos reivindicar además, los topónimos auténticos y criollos, para su uso en tradiciones y costumbres culturales y educativas, y con fines de su conservación.