Vannes (Francia), 24 feb (EFE).- Joël Le Scouarnec, cirujano acusado de haber abusado sexualmente al menos de 299 personas, casi todos menores entre 1989 y 2014, confesó este lunes haber cometido «actos odiosos», durante la primera jornada del juicio en el que se enfrenta a 20 años de cárcel.
«He cometido actos odiosos. Comprendo y comparto el sufrimiento que han podido provocar en cada una de esas personas la violencia de mis escritos. A lo largo de los interrogatorios me he esforzado en distinguir lo que eran violaciones y agresiones sexuales de lo que a mi juicio no lo eran», aseguró el acusado.
El cirujano, que estuvo en activo en varias clínicas privadas y hospitales públicos del oeste de Francia, aseguró ante el Tribunal de lo Criminal de Morbihan en la ciudad bretona de Vannes «ser ahora consciente de que esas heridas son imborrables, irreparables».
«No puedo volver al pasado y ante todas esas personas, ante sus allegados, debo asumir la responsabilidad de mis actos y las consecuencias que han podido tener y que tendrán a lo largo de toda su vida», insistió ante los jueces.
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Vestido de negro, serio, Le Scouarnec ya había reconocido algunos de los actos por los que está en el banquillo, puestos en evidencia por los relatos que él mismo iba escribiendo en sus diarios, donde detallaba los abusos y violaciones que cometía.
Pero, en otros casos, aseguraba que no eran más que fruto de su imaginación, que se dejaba llevar narrando sus propios fantasmas sexuales.
En los diarios, en los que narra caricias, felaciones, penetraciones con los dedos y otras acciones, Le Scouarnec reconocía ser un «exhibicionista, ‘voyeur’, sádico, masoquista, escatológico, fetichista, pedófilo» y aseguraba «ser muy feliz» con todo ello.
En total, con la investigación de esos diarios, los agentes llegaron a identificar a más de 300 víctimas, de las cuales 299 pudieron traducirse en el juicio.
Mitad hombres y mitad mujeres, todos menores, con una media de edad de 11 años, muchos de ellos han narrado las secuelas que les han quedado a causa de aquellos abusos, de los que en muchos casos no eran conscientes.
Porque si de los menores abusaba en las habitaciones, pretextando exámenes médicos, de los adolescentes lo hacía en el quirófano, cuando estaban todavía bajo los efectos de la anestesia.
Los diarios fueron descubiertos en 2017, en el transcurso de un registro de su domicilio tras haber sido acusado de intento de violación de la hija de 6 años de unos vecinos, un caso que sacó a la luz otros abusos en el seno de su familia y que le valió, en otro juicio diferente, una condena a quince años de cárcel que está cumpliendo.
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