Caracas, 23 ene (EFE).- El chavismo y la oposición calentaron motores y mostraron sus fuerzas este martes con sendas movilizaciones en Caracas y varias regiones de Venezuela, de cara a unas elecciones presidenciales previstas para el segundo semestre del año, aún sin una fecha definida.
Ambos bandos políticos salieron a las calles de un país que un día como hoy, hace 66 años, derrocó a la dictadura de Marcos Pérez Jiménez (1953-1958) y que se prepara para una contienda electoral que determinará la continuidad o el fin del chavismo, que el próximo mes llegará al cuarto de siglo en el poder.
En Caracas, los simpatizantes del presidente Nicolás Maduro, que suelen realizar sus actividades en el centro de la ciudad -donde están las sedes de los poderes públicos-, decidieron partir desde una zona históricamente opositora, cerca de la plaza Altamira, donde la candidata de la principal coalición antichavista, María Corina Machado, tenía previsto un acto.
Pero, desde temprano, el oficialismo instaló justo al frente de este lugar una tarima con grandes bocinas, por lo que la oposición se vio obligada a moverse unos metros más lejos para evitar la «confrontación», según dijeron a EFE varios adeptos a Machado.
La exdiputada liberal aseguró frente a cientos de simpatizantes que Maduro «tiene terror» a las elecciones de este año, en las que el líder chavista no ha confirmado si buscará una segunda reelección.
Más tarde, el presidente habló frente a miles de personas que se congregaron en el centro de la ciudad y aseguró que va a «seguir gobernando este país con el apoyo de los venezolanos», sin aclarar si se refiere a una aspiración de un sexenio más en el poder.
Una «provocación»
Cuando la marcha chavista pasó por la plaza Altamira, bastión de la oposición y escenario de múltiples protestas antigubernamentales, ya había finalizado el acto de Machado y, desde la distancia, varios de los asistentes a la actividad de la antichavista observaron a la muchedumbre que marchaba y coreaba consignas a favor de Maduro.
William Leal, economista y profesor universitario de 50 años de edad, dijo a EFE que el paso de la marcha oficialista por la misma zona donde se iba a celebrar el acto de Machado fue una «provocación» por parte del chavismo, que convocó a su actividad después de que la oposición lo hiciera.
«Decidimos movernos para evitar algún tipo de enfrentamiento o confrontación que fuera a perjudicar el acto», aseguró el ciudadano, acompañado de Nelly Figueroa, una activista social de 56 años, quien calificó la movilización chavista como un «show».
Sin embargo, Milagros Mena, simpatizante del oficialismo, dijo que asistieron a esta concentración para «celebrar la democracia que da la revolución», en alusión al chavismo.
«Nosotros amamos toda esta zona, nosotros somos territoriales», dijo la mujer, que sostenía una tela que llevaba escrita las frases «Altamira antiimperialista» y «La revolución es amor».
Las regiones
En el resto del país también hubo movilizaciones de ambos bandos, pero solo las manifestaciones chavistas fueron transmitidas por el canal estatal Venezolana de Televisión (VTV), que dedicó horas de programación a la difusión de discursos a favor del jefe del Estado y en contra del «golpismo».
Por su parte, los partidos opositores dieron cuenta de sus actividades en varias regiones a través de las redes sociales, en las que cientos de personas corearon consignas contra el Gobierno y en respaldo a Machado, sobre quien pesa una inhabilitación que le impide competir en elecciones, que espera le sea levantada a través de la negociación política con el Ejecutivo.
Las manifestaciones se concretaron luego de que varios partidos opositores denunciaran vandalismo por parte de adeptos al oficialismo en algunas de sus oficinas regionales, en cuyas fachadas fue escrito «Furia Bolivariana», nombre de un plan lanzado recientemente por Maduro para actuar contra cualquier intento de desestabilización y supuestos planes terroristas.
.