EL CHAVISMO ENSAYA LA GUERA HIBRIDA CONTRA LA UCV | Por: Alejandro Mendible 

 

Recientemente. el reconocido  articulista Carlos Blanco en el periódico El Nacional comenta como el “recorrido de Maduro” por las instalaciones de la UCV  constituye  un  “asalto”  a la institución  y censura la actitud hipócrita del  régimen que ha promovido con alevosía el acentuado deterioro de la misma y hoy quiere aparecer  como su máximo  benefactor. Parece que asistimos al nuevo capítulo de la guerra hibrida  entre las dos concepciones del mundo enfrentadas  por el control del  país: la UCV continua representando  la pluralidad del pensamiento democrático  y la búsqueda del  conocimiento libre universal,  mientras Maduro queda representando la cabeza visible de un modelo demeritado ideológicamente de  pensamiento único  dictatorial.

En la actualidad  Maduro niega lo que originalmente la izquierda representó cuando éste ideario  encontró  en la UCV el  marco idóneo  de referencia de su actuación  desde donde  logró  su mayor grado de reconocimiento  en la historia contemporánea de Venezuela.  Partiendo  de 1928 cuando un grupo preclaro de estudiantes de la institución lanza el histórico  grito de “libertad”   retumbando  en   medio de un país adormecido y amordazado por la oprobiosa dictadura  de Juan Vicente Gómez  atan  sus  aspiraciones  políticas |con los valores y principios universales  representados por la UCV.

Esta saludable adecuación de propósitos   después de 1936 se convierte en la principal  fuerza impulsora  del cambio hacia la  modernización y democratización nacional. La senda virtuosa  alcanza un momento de inflexión hacia la estabilización del sistema democrático  con los hechos del  23 de enero de 1958, cuando el pueblo conquista su  democracia expulsando  al tirano  y  seguidamente se  consigue  la  autonomía universitaria. Este logro de  protección jurídica al libre pensamiento resulto de gran importancia para aquellos  sectores de la izquierda que  seducidos por el fenómeno de la Revolución cubana  durante la década de 1960 incursionan  en la vía de la guerrilla y después de ser derrotados militarmente encuentran nuevamente en la UCV  el refugio seguro para  proponer la Reforma Universitaria de 1968/70,  continuando su lenta y controversial   reinserción en la vida política nacional.

Esta situación se altera a partir de 1999 cuando Hugo Chávez llega  al poder de manera democrática  pero actúa  como un caballo de Troya, de un proyecto autoritario,  oculto, cuya centralidad no era Venezuela sino una difusa constelación de intereses geopolíticos  orquestados  desde la Cuba fidelista. Para encubrir sus intenciones el chavismo le presenta a los venezolanos  un  tinglado bolivariano con la excusa  de refundar la república cuando la verdadera base ideología  de su gestión sería  la plataforma geopolítica del Alba desde donde se vaciarían  los recursos nacionales con el propósito de supeditar los intereses venezolanos al odio estratégico de Cuba contra los Estados Unidos.

En este nuevo contexto de valoración de la realidad nacional  se  evidencia  el  nivel intelectual de la dirigencia del chavismo y su servilismo a los intereses antinacionales  cuando son controlados  por el personalismo de  Chávez. El caudillo galáctico se apoya en un  aparato cívico – militar para colocar  la soberanía nacional al albedrio  en  un ejército desnacionalizado por el pretorianismo chavista creando una  cuestión que   choca de manera irremisible  con la  UCV que representa  la  conciencia crítica nacional,  enraizada con el genuino  proceso histórico nacional  desde su aparición  en  1791. La importancia histórica de la institución se mide como demuestra el historiador Alberto Navas por su transformación en la prístina   institución  garante  de la meritocracia intelectual nacional  desde los albores de la formación de la nacionalidad venezolana  hasta el presente. Este rol  presenta como un  obstáculo de  los despropósitos planes  del chavismo, que para controlar  y torcer el rumbo del  país  tenían que borrar la venezolanidad de la  conciencia nacional.  Así,  el régimen chavista sin consultar o importarle el interés nacional  saca al país de la órbita norteamericana y emplea sus  enormes recursos nacionales para financiar  un proyecto a escala sudamericana  mediante el contubernio de élites políticas,  comprometidas con el Socialismo del siglo XXI y como se ha demostrado, mediante procedimientos corruptos. Se construye  un castillo ideológico en las primeras décadas del nuevo siglo  sobre bases cuestionables de una desfasada firmeza revolucionaria de la revolución cubana  un fenómeno de la guerra fría, superada por el tiempo y emplearlo  para sostener en el  2008 el andamiaje de Unasur  cuyo objetivo final sería eventualmente enfrentar el imperialismo norteamericano.

Este esquema artificial  y extemporáneo  a los verdaderos factores de poder regional desmorona a partir del 2016 cuando el Lulismo es sacado del gobierno del Brasil  lo que  repercute en el  chavista  para dejar  al descubierto su tendencia dictatorial  que venía ocultado el falso rostro presentándose  como una   “revolución bonita”.  Al  Venezuela caer por el  tobogán ideológico creado por el chavismo  se populariza el  término de la guerra hibrida  la cual, el general a fin al PSUV,  Vladimiro Padrino López  explica  en su ensayo geopolítico titulado “La escalada de Tucídides”(el perro y la rana, 2020)  por  la confrontación dominante en el  presente entre China y los EEUU,  por el poder mundial convertida en una guerra tanto en lo convencional,  de quinta generación de disputa  comercial, económica  y otros aspectos de la vida social; así como  la del temido enfrentamiento  militar por el control de la isla de Taiwán en el Océano Pacifico.

Según Padrino López, el enfrentamiento conduce de manera inevitable a la multipolaridad  por cuanto el choque entre el capitalismo y el socialismo será superado por la solución de los grandes males de la humanidad representados por el hambre, la vivienda y la salud. La situación de los efectos de ese conflicto en Venezuela en la actualidad se ven reflejados  por una parte en la gran derrota propinada, por los EE UU al régimen chavista en el plano de la guerra económica y por el otro, desarreglando el  pacto político del socialismo del siglo haciendo aflorar las contradicciones nacionales en el núcleo central del proyecto   entre  los gobiernos de Cuba y Venezuela,  en cuanto a la democracia además, de cortarle la acción expansionista regional del modelo.

En estos términos posiblemente el chavismo tan golpeado internacionalmente contempla regresar al espacio nacional  que de manera irresponsable  subestimaron  y aquí encuentran nuevamente  el faro de la UCV  que ellos  abandonaron y hoy  les recuerda  la enorme confrontación asimétrica  a vencer en la guerra por la recuperación de su  prestigio moral.

mendiblealejandro@gmail.com

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