Barcelona, 6 ago (EFE).- Tras volver a mandar -con sorprendente autoridad- en la Liga española, el Barcelona encara la temporada 2023-24 con la baja del extremo Ousmane Dembélé -aún por cerrarse-, pero con el propósito de dar un paso más en su recuperación y volver a hacerse un nombre en Europa. El objetivo es tan ambicioso como necesario: volver a pelear por la Liga de Campeones.
La inesperada marcha de Dembélé al PSG cuando logre completarse ha sido la gran protagonista del mercado estival en clave azulgrana. El punta francés se ha acogido a una cláusula de su contrato que le permitía fichar por otro club, antes del 31 de julio, si presentaba una oferta de traspaso de un mínimo de 50 millones de euros.
Ahora, Barça y jugador discuten si Dembélé debe llevarse la mitad de ese traspaso, tal como marca el contrato, o la entidad azulgrana se queda un porcentaje superior a esos 25 millones de euros.
El regreso de Ez Abde tras su gran temporada en Osasuna y liderar a la selección sub-23 de Marruecos a conquistar la Copa de África este verano cubre, por el momento, la baja del ‘Mosquito’ en la plantilla de Xavi Hernández.
La de Dembélé es una de las cuatro bajas que de momento tiene el Barça para el curso que viene. Y es que Xavi también ha perdido a dos pesos pesados del vestuario como el centrocampista Sergio Busquets y el lateral Jordi Alba, que han dejado el Camp Nou rumbo a Miami para jugar los últimos años de su carrera junto a su amigo Lionel Messi.
A ello hay que añadir al joven mediapunta Pablo Torre, que se ha marchado cedido al Girona, de donde precisamente llega el sustituto de Busquets en el pivote defensivo: el excanterano azulgrana Oriol Romeu, por cuyo traspaso el Barça ha pagado a la entidad gerundense cinco millones de euros.
También han llegado libres el central Iñigo Mártinez, procedente del Athletic Club, y el centrocampista Ilka Gundögan, capitán del Manchester City campeón de Europa y fichaje estrella del Barcelona para esta temporada.
Para inscribir los contratos de todos ellos y también las renovaciones del portero Iñaki Peña, el central Ronald Araujo, el lateral Marcos Alonso y los centrocampista Pablo Páez Gavira ‘Gavi’ y Sergi Roberto, el Barcelona tendrá que volver a hacer ingeniería financiera para cumplir con el ‘fair-play’ de LaLiga. Y eso pasa por desprenderse de algunos activos y seguir reduciendo la masa salarial.
De momento, cuatro de los futbolistas que tenía cedidos el curso pasado ya no pertenecen a la disciplina azulgrana: al central Samuel Umtiti y al centrocampista Álex Collado se les ha dado la carta de libertad para que fichen por el Lille y el Betis, respectivamente, al centrocampista Nico González se le ha vendido al Oporto por 8,4 millones de euros, y el Sporting de Portugal ha ejercido la opción de compra de 7 millones por el extremo Francisco Trincao.
El club aún trabaja en la salida de otros dos jugadores que tenía a préstamo y que, de momento, vuelven a entrenarse a las órdenes de Xavi: el central Clement Lenglet y el lateral Sergiño Dest.
También saldrá el centrocampista Frank Kessié al fútbol saudí, en los próximos días. Y no se descarta vender a futbolistas como Ansu Fati, Raphael Dias ‘Raphinha’, Ferran Torres o Eric García, si llega una buena oferta.
Sobre todo, porque el Barça aún busca reforzarse con un lateral derecho y todavía sueña con hacerse con los servicios de la pieza en el centro del campo que ansía su secretaría técnica: el jugador del Manchester City Bernardo Silva.
Aún quedan tres semanas de mercado pero delante, pero pase lo que pase, el objetivo de Xavi es claro: mantener la solvencia defensiva que le convirtió en el equipo menos goleado de las grandes Ligas europeas la temporada pasada para seguir haciendo crecer su proyecto futbolístico en la parcela ofensiva.
El preparador del conjunto catalán está convencido de que, hacerlo con la aureola de equipo campeón, le va facilitar mucho el trabajo. Porque su Barça ya no es un equipo en construcción repleto de jóvenes promeses. Ahora, los Gavi, Pedri, Araujo, Ansu Fati y compañía ya saben lo que es levantar un título importante.
Eso sí, el equipo tendrá que defender el cetro de campeón de LaLiga en el Estadio Olímpico Lluís Companys. Y es que la montaña de Montjuïc será su nuevo hogar durante el próximo año y medio por las obras del nuevo Spotify Camp Nou. Un exilio tan indeseado e inoportuno como inevitable.
Ginés Muñoz
.