Majadahonda (Madrid), 31 mar (EFE).- Marcado el camino en 2014, cuando el Atlético de Madrid solventó la clasificación para las semifinales de la Liga de Campeones en una eliminatoria bajo las mismas circunstancias que ahora en el Vicente Calderón, las tres últimas derrotas en los tres últimos precedentes contra el Barcelona en el Metropolitano avisan al conjunto rojiblanco para la vuelta de las semifinales de la Copa del Rey.
Igualado todo desde la ida en el estadio Olímpico Lluís Companys, con un 4-4, todo queda supeditado a la vuelta en el estadio del Atlético, al ganador del choque de este miércoles, para alcanzar una plaza en la final del próximo 26 de abril en Sevilla contra el Real Madrid o la Real Sociedad, protagonistas del otro choque.
El Atlético y Diego Simeone conocen el desafío y la solución. El 9 de abril de hace once años, después de un 1-1 en el Camp Nou de Barcelona, con las semifinales de la Champions en juego, el equipo rojiblanco eliminó al azulgrana con un ejercicio formidable de presión, ímpetu y planificación táctica (los balones a la prolongación de cabeza de Raúl García a la espalda de Jordi Alba para explotar la velocidad de Adrián López) al inicio del duelo ante el Barça de Messi, Neymar, Andrés Iniesta, Xavi Hernández y compañía.
El 1-0 en el minuto 5 de Koke Resurrección, el único de los 36 convocados entre ambos equipos que aún sigue en uno de los dos clubes en activo, fue suficiente para pasar la eliminatoria, medirse en las semifinales al Chelsea, al que doblegó 1-3 en la vuelta tras el 0-0 de la ida, y jugar la final de la Liga de Campeones, perdida en la prórroga en Lisboa.
Es un ejemplo para la convicción del Atlético de Simeone, como también lo es el 14 de abril de 2016, entonces más complejo, cuando levantó el 2-1 de la ida al Barcelona de Luis Enrique Martínez con dos goles de Antoine Griezmann, también en el Calderón.
O, antes de Simeone, en la Copa del Rey de 1989, en cuartos de final, cuando al 3-3 de la ida en el Camp Nou le siguió un 4-0 para el Atlético de Colin Addison con dos goles de Baltazar, uno de Donato y uno de Manolo, también bajo las circunstancias de ahora, con un empate en la ida a domicilio en el terreno azulgrana.
En cambio, los últimos precedentes en el Metropolitano contra el Barcelona lo ponen aún más en alerta. No solo el reciente 2-4, cuando el Atlético ganaba por 2-0 al minuto 70 el pasado 16 de marzo, sino también el anterior 0-3 del 17 de marzo de 2024, con los goles de Joao Félix, Robert Lewandowski y Fermín López.
En ambos, un condicionante fue decisivo: el Atlético venía tanto en el más reciente de 2025 como en el anterior de hace un año de sendas remontadas, prórrogas y penaltis en los octavos de final de la Liga de Campeones contra el Real Madrid y el Inter, respectivamente, apenas cuatro días antes.
En total, son tres derrotas consecutivas del Atlético de Madrid contra el Barcelona en el Metropolitano. La otra es el 0-1 del 8 de enero de 2023 con un gol de Ousmane Dembele, entonces con Xavi como técnico.
El Barça es el equipo visitante que más veces ha ganado en el Metropolitano, inaugurado en septiembre de 2017. De las 18 derrotas del Atlético en la historia de ese campo, cuatro han sido contra el conjunto azulgrana, dos contra el Real Madrid y el Levante y uno frente al Lille, a Osasuna, al Athletic Club, al Villarreal, al Mallorca, al Milan, al Liverpool, al Espanyol, al Sevilla y al Chelsea.
El Atlético ha jugado un total de 193 encuentros como local en su estadio, de los que ganó 134, que sería un resultado suficiente para pasar este miércoles; empató 41, que mantendría la eliminatoria equilibrada ahora, y perdió los citado 18. Es decir, sólo un 9 por ciento de sus marcadores en ese escenario lo eliminarían en el duelo ante el Barcelona.
Iñaki Dufour