Madrid, 6 jun (EFE).- El bitcóin, la criptomoneda más conocida del mercado, que llevaba una trayectoria bajista desde comienzos de año, ha vivido su peor crisis con el desplome de terraUSD hace casi un mes, y desde entonces se ha estancado en torno a los 30.000 dólares, cota que parece incapaz de superar.
Según los datos de mercado consultados por Efe, a la apertura de los mercados bursátiles en Europa de este lunes, el bitcóin sube un 4,62 % hasta los 31.308,73 dólares. En el año ha caído un 32,43 % y desde sus máximos históricos, que alcanzó el pasado noviembre en 68.991 dólares, se ha desplomado un 54,51 %.
En las tres semanas transcurridas desde la crisis de los criptoactivos causada por terra el precio medio del bitcoin ha sido 29.808 dólares.
El director de Coinmotion para España, Raúl López, explica que la pérdida de valor que han experimentado las criptomonedas este año se deben principalmente a factores geopolíticos y sanitarios, como la aparición de la variante ómicron de coronavirus a finales de 2021.
«Si nos centramos más en 2022 y sacamos de la ecuación a lo ocurrido con Luna, uno de los principales motivos ha sido el estallido de la guerra entre Rusia y Ucrania», señala López.
Por su parte, el portavoz de eToro para España, Javier Molina, considera que en el entorno de incertidumbre actual los inversores se están deshaciendo de los activos más volátiles, lo que afecta al mercado de los criptoactivos.
También apunta a una cierta reordenación del sector, «tras dos años de importantes alzas es normal cierta recogida de beneficios».
EL DESPLOME DE TERRA Y LUNA
El desplome de terraUSD, una ‘stablecoin’ (activo digital respaldado por una moneda tradicional) que mantenía su paridad con el dólar a través de un complejo algoritmo vinculado a luna, una criptodivisa sin respaldo, afectó al precio a todo el sector.
El bitcóin se hundió en unas horas, cayó a 25.424 dólares, su mínimo desde diciembre de 2020 y, desde entonces, se ha estabilizado en el entorno de los 30.000 dólares.
El analista de la gestora XTB, Darío García, apuntaba en un comentario de mercados de la semana pasada que «lo que ha sucedido en la actualidad con Terra/Luna no debería ser más que otra piedra en el camino de este avance tecnológico”.
En 2019, en plena expansión de las ‘altcoins’ (criptomonedas distintas a bitcóin) y de los ‘tokens’ (activos digitales) emitidos por empresas, nació terra/luna, que estableció una paridad con el dólar que no perdió hasta el pasado 12 de mayo, cuando se desplomó hasta perder todo su valor.
XTB explicaba que con la llegada de la pandemia en 2020 el bitcóin cayó cerca de un 63 % como consecuencia del auge del sector tecnológico impulsado por los confinamientos, que reorientaron a una gran cantidad de inversores a la bolsa.
Sin embargo, a finales de ese año inició una tendencia alcista y se disparó desde 10.000 dólares hasta alcanzar el que hasta la fecha es su máximo histórico de noviembre pasado.
Desde entonces, esta criptomoneda ha acumulado grandes pérdidas que XTB achaca al entorno de presión regulatoria y fiscal sobre criptodivisas a nivel mundial.
Además, recuerdan que el primer gran colapso del bitcóin se produjo en 2018, cuando inició un proceso de caídas y rebotes que derivó en la prohibición de anuncios de ICOs (ofertas iniciales de criptomonedas) por parte de plataformas como Facebook, Google y Twitter.
Como apuntan los expertos, el actual desplome de bitcóin se explica a través de un cúmulo de factores como la invasión rusa de Ucrania, la incipiente regulación del mercado de criptoactivos –en Europa con la propuesta MiCA de la Comisión Europea–, la reordenación del sector y la subida de tipos de interés de los bancos centrales para combatir la elevada inflación.
EVOLUCIÓN DEL MERCADO DE CRIPTOMONEDAS
En la coyuntura actual, caracterizada por una incertidumbre sobre el crecimiento de la economía mundial, los expertos sostienen que son diversas las cuestiones que podrían influir en la evolución de los precios de las criptomonedas.
El principal es el giro en política monetaria. Los bancos centrales están endureciendo sus políticas monetarias para hacer frente a la elevada inflación y los inversores temen que si elevan en exceso los tipos acaben llevando la economía a una recesión.
La Reserva Federal (Fed) ya ha hecho dos subidas de tipos de interés este año, la última con un incremento de medio punto a principios de mayo, y el Banco Central Europeo (BCE) hará su primera subida en julio después de años con las tasas en el 0 %.
Estos analistas coinciden en que este aumento del precio del dinero afectará negativamente a las criptomonedas (desde esta última subida de tipos de la Fed el bitcoin ha perdido un 25 % de su valor), pues como apunta López, esto podría hacer que «los inversores se refugien en posiciones en efectivo» con divisas tradicionales.
Además, considera que también podría influir la evolución de la criptodivisa el precio de la energía y el de los alimentos, que se han encarecido este año debido a la guerra en Ucrania.
Molina sostiene que, en el entorno actual, los mercados clásicos y los activos digitales se han correlacionado, por lo que los inversores prefieren deshacerse de los activos de mayor riesgo.
Lo más «lógico» es que a corto plazo los precios se mantengan entre los 28.000 y los 32.000 dólares, apunta este experto.