El Barça, apisonadora y ralentí

El centrocampista del FC Barcelona Fermín López (i) y el defensa del Espanyol Leandro Cabrera (d), en acción durante el partido de LaLiga que enfrentó al FC Barcelona contra el Espanyol este domingo en el Camp Nou en Barcelona. EFE/ Andreu Dalmau

Madrid, 3 nov (EFE).- El Barcelona puso el modo apisonadora y luego el motor al relantí para resolver el derbi ante el Espanyol (3-1) que supone su cuarta victoria liguera seguida y amplia a nueve puntos su ventaja sobre el Real Madrid, que no jugó este sábado al aplazarse su partido ante el Valencia en Mestalla a causa de las inundaciones que hasta el momento han causado más de doscientos fallecidos y que fueron unánimemente recordados y homenajeados en todos los encuentros.

Tras golear al Bayern Múnich y al Real Madrid, el conjunto del alemán Hansi Flick resolvió el partido en los primeros 31 minutos. Dani Olmo reestrenó titularidad con un doblete (m.12 y 31) y el brasileño Raphinha (m.23) añadió la séptima muesca de la campaña liguera en un duelo decidido de forma precipitada.

La magia de Lamine Yamal, la pegada en ataque y el omnipresente Marc Casadó prolongaron el estado de gracia del Barça, aunque el Espanyol le salió respondón y por momentos soñó con plantear algún problema a su eterno rival.

El extremo del Barcelona Raphael Dias Belloli ‘Raphinha’ celebra después de marcar el 2-0 durante el partido de LaLiga que enfrenta al FC Barcelona contra el Espanyol este domingo en el Camp Nou en Barcelona. EFE/Enric Fontcuberta

Dos fueras de juegos ajustados acabaron, no obstante, con las ambiciones del cuadro perico, que aprovechó la relajación azulgrana tras el descanso para igualar el choque e incluso acortar distancias por medio de su capitán, Javi Puado (m.63). No le dio para más y volvió a marcharse derrotado del feudo del Barcelona.

El Atlético de Madrid se reencontró con el triunfo tras el pinchazo de la pasada jornada en el campo del Benis. El equipo del argentino Diego Pablo Simeone sacó adelante el partido ante Las Palmas (2-0), que se presentaba en el Metropolitano renacido con la llegada al banquillo de Diego Martínez.
Giuliano Simeone, de nuevo titular, fue de nuevo una de las claves con su lucha, fe, velocidad y acierto, al abrir el marcador a los 37 minutos tras recibir un pase del argentino Nahuel Molina, marcharse y cruzar el balón ante el meta neerlandés Jasper Cillessen, quien en el inicio del segundo periodo tuvo que irse en camilla después de recibir un golpe en la cabeza.

También bajó algo el ritmo tras el descanso el Atlético de Madrid. Pablo Barrios y el inglés Conor Gallagher fueron reemplazados en el intermedio.

Después dejaron el césped el francés Antoine Griezmann y el argentino Julián Álvarez. El partido en París ante el PSG estaba también en el horizonte.

Entraron Ángel Correa y el noruego Alexander Sorloth, que aprovechó en el tramo final (m.83) para zanjar el encuentro tras otro buen pase en profundidad de Rodrigo de Paul.

El triunfo le acerca a un punto del Real Madrid y con dos más que el Villarreal, cuyo partido ante el Rayo Vallecano también quedó aplazado, y que Osasuna, mientras que Athletic y Betis quedan dos por detrás del conjunto navarro tras igualar (1-1) en un vibrante partido en San Mamés.

La mala fortuna y el meta portugués Rui Silva frustró lo que podía haber sido un triunfo claro del Athletic. En la primera mitad los hombres de Ernesto Valverde enviaron tres balones a los palos (Oian Sancet, Iñaki Williams y Aitor Paredes) y el arquero luso estuvo providencial en varias ocasiones.

El equipo del chileno Manuel Pellegrini se sintió sumamente afortunado de llegar al descanso con el resultado inicial y más cuando, a los 52 minutos se adelantó en el marcador por medio de Pablo Fornals al rematar un centro desde la derecha de Assane Diao.

El Athletic no se lo podía creer. De haber hecho todo y haber dispuesto de ocasiones clamorosos para haber incluso sentenciado el partido se veía de repente por detrás en el marcador. Se rebeló. No se rindió. Retomó el acoso, el vértigo. Y encontró el premio con un remate de cabeza de Álex Berenguer a los 68 minutos.

Incluso volvió a tener oportunidades para vencer, pero de nuevo apareció Rui Silva para otorgar un empate de mucho valor al Betis. Ambos continúan igualados en su lucha por Europa e incluso por alcanzar la Liga de Campeones.

La Real Sociedad ratificó su fortaleza como visitante. Esta campaña está viviendo la paradoja de que en casa es el peor equipo del campeonato y en sus desplazamientos uno de los mejores. Lo confirmó en el Ramón Sánchez Pizjuán ante un Sevilla que volvió a las andadas (0-2).

La calidad del japonés Take Kubo, una de las novedades en el once inicial de Imanol Alguacil (m.34), y un penalti del brasileño Marcao sobre Martín Zubimendi, que decretó el colegiado tras ser avisado desde el VAR y acudir al vídeo, transformado por Mikel Oyarzabal (m.68), sentenciaron el triunfo donostiarra ante un conjunto andaluz más que discreto y sin soluciones para hacer daño a una Real Sociedad muy seria.

José Antonio Pascual

 

 

 

 

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