Madrid, 20 jun (EFE).- La victoria 1-0 del Botafogo frente al París Saint Germain puso al Atlético de Madrid contra las cuerdas, pendiente su supervivencia en el Mundial de Clubes de un triunfo por tres o más goles frente al conjunto brasileño o mejorar el resultado del equipo parisino frente al Seattle Sounders para no quedar eliminado de forma anticipada y decepcionante.
El 4-0 encajado en la primera cita contra el ganador de la Liga de Campeones es un lastre, cuyas consecuencias pueden ser decisivas para el equipo rojiblanco, que cumplió con su cometido en Seattle (1-3), con goleadores inesperados (dos tantos de Pablo Barrios y uno de Axel Witsel), entre altibajos, con el lamento de haber podido marcar más tantos (también pudo recibirlos), pero con tres puntos indispensables. De haber perdido, hoy estaría fuera.
Prometedor el 1-3, no lo ha sido después, tres horas más tarde, con el giro inesperado que le dio a todo el Botafogo. El vencedor de la Copa Libertadores sí fue capaz de doblegar al poderoso PSG, por 0-1, por medio de Igor Jesús, para devolver al conjunto de Diego Simeone a una situación límite, cuya realidad sólo desprende preocupación, más allá de la convicción de su capacidad, por la goleada que debe lograr ante el Botafogo.
Todo se decide este lunes. Asumida la probable victoria del París Saint Germain sobre el Seattle Sounders, ya virtualmente eliminado, es la opción del Atlético en el Rose Bowl de Pasadena. No le queda otra porque sólo tiene tres puntos, como el PSG, por los seis del Botafogo, y por los criterios de desempate de este Mundial. Primero decide el aspecto particular.
“Si dos o más equipos del mismo grupo tuvieran los mismos puntos tras completar la fase de grupos, se aplicarán los siguientes criterios, en el orden indicado, para determinar su posición: a) mayor número de puntos obtenidos en los partidos de grupo entre los equipos en cuestión; b) mayor diferencia de goles en los partidos de grupo entre los equipos en cuestión; c) mayor número de goles marcados en los partidos de grupo entre los equipos en cuestión”, explica el Reglamento del Mundial de Clubes de la FIFA, publicado en su página web oficial.
Después se resolvería por la diferencia general, pero no es necesaria en este sentido: un triple empate entre Botafogo, Atlético de Madrid y PSG deriva en la exigencia de la diferencia de tres o más goles con la que debe vencer el equipo madrileño. Su -4 hasta ahora en los duelos directos empeora tanto el +1 del bloque brasileño como el +3 del conjunto francés. Si vence por esa cantidad de tantos, subirá al -1 mientras el Botafogo retrocederá al -2. La teoría está clara, la dificultad es la práctica.
La confianza de 4 de sus últimos 8 marcadores
La otra posibilidad es un tropiezo del PSG, aparentemente improbable, contra el Seattle Sounders: si el equipo de Luis Enrique Martínez empata, el Atlético necesitaría ganar; si el conjunto galo pierde, entonces al club español le valdría con sumar un punto ante el Botafogo. Si ambos ganan (y el Atlético no lo hace por los tres o más goles), el triple empate lo relega al tercer lugar.
“Hemos hecho un gran partido, el resultado ha sido 1-3 y podíamos haber metido alguno más. Hemos tenido ocasiones muy claras. Tenemos que estar un poco más finos, porque estos torneos tan rápidos se deciden en las áreas. Tenemos que mejorar eso, pero contentos por el trabajo del equipo”, apuntó Pablo Barrios, el doble goleador del 1-3, antes del inicio del encuentro entre el Botafogo y el París Saint Germain.
La cantidad de goles con la que hubiera superado al Seattle Sounders, por más que hubiera anotado, es indiferente. No habría mejorado las expectativas ni las obligaciones del conjunto madrileño. No influye en el hipotético triple empate con el Botafogo y el París Saint Germain.
El Botafogo ha ganado sus dos compromisos disputados en este Mundial de Clubes, pero no sólo eso, sino que encadena cinco triunfos entre todas las competiciones y sólo ha caído en uno de sus últimos diez duelos (1-0 con el Capital Brasilia en la Copa de Brasil, el pasado 23 de mayo). No pierde por tres goles desde diciembre de 2024, hace 36 partidos, cuando lo doblegó el Pachuca por ese marcador.
“El Atlético es otra montaña rusa para subir. Es un grandísimo equipo, que está construido por Diego (Simeone) hace mucho tiempo, tiene su ADN muy claro, tiene valores individuales extraordinarios y como equipo también sabemos cómo son. Quiero que todo esto merezca la pena ganando el próximo partido contra el Atlético de Madrid», valoró Renato Pavia, el técnico del Botafogo, que tomó el mando a finales del pasado marzo.
Enfrente, el Atlético tiene referencias recientes para creer en sus cualidades para golear al Botafogo, una vez que cuatro de sus últimos ocho resultados oficiales serían válidos para pasar de ronda: el 0-4 al Girona, el 4-0 a la Real Sociedad, el 4-1 al Betis y el 3-0 al Rayo Vallecano. Es su único camino hacia la supervivencia en el Mundial de Clubes.
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