El Ateneo de Valera. Elvins González. | Por: Pedro Frailán

Encuentro con el libro trujillano.

 

 

A Marlene Briceño zurcidora de sueños…

Valera es grande, Valera es inmensa, Valera es un ciudad señorial si queremos corroborar estas frases miremos su historia y su cultura. En un  lugar de La Macha, El Ateneo de Valera;  así recordamos al Quijote y a Cervantes. Quijotesca es su obra en 71 años de su vida, que desde ese lugar, la historia se ha hecho, para ciudad, para el estado y para el país. Con el ateneo la historia se hace grande.

Es una obra grande. Porque es una obra de Maestros y resulta que estas prevalecen en el tiempo. Sócrates fue maestro, Jesús fue Maestro, Cicerón fue maestro y muchos más. De los nuestro Simón Rodríguez, Andrés Bello el propio Bolívar fueron maestros. Más recientes están Rómulo Gallegos, Andrés Eloy Blanco, Picón Salas, Uslar Pietri, Mario Briceño Iragorry y sus obras a pesar de pasar el tiempo  están ahí.

 Nació en una fecha de gran importancia para nosotros un 09 de octubre de 1950, al igual que el del nacimiento de la ciudad de Trujillo en 1557,  la decisión  independentista y luego republicana de 1810. Su primer Presidente Mario Valecillos con su directiva, posteriormente se incorporaron  otros actores que han contribuido con el desarrollo de la cultura de la ciudad.

Una de esas grandes figuras emblemáticas que permanece en el tiempo histórico del ateneo  es Aura Salas Pisani.   Una maestra con vocación universal que desde un pequeño lugar  armoniza con el universo y lo comparte con la tertulia, con la música, la cultura, la escultura, la arquitectura, la literatura, la danza, el teatro en fin en la expresión artística que cada uno de nosotros tenemos y vivimos con ellas.

El Ateneo de Valera. Actitud de trabajo creador y vocación de servicio. Es el título del libro de Elvíns Humberto González, es un valioso trabajo hemerográfico, con una narración libre amena.  Se recorren setenta (70) años de  historia ateneísta en donde los sucesos del pasado recobran vida. Nos pone a vivir entre el orgullo de la gran obra cultural valerana y la nostalgia del pasado. Justamente empalmo una frase que aparece este libro del historiador Ramón J. Velásquez refiriéndose a otro historiador que dijo: “En Mario Briceño Iragorry la historia es futuro” (2020:342), en síntesis esto es el libro.

 

Otro gran recurso son los testimoniales emitidos por personajes que son la vida misma del ateneo que son fuentes primarias. Actores contemporáneos como: Alfredo Matheus, Francisco González Cruz, Raúl Díaz Castañeda, Eladio Muchacho, Alexis Berrios entre otros. Son las palabras de esta gran obra que ha transitado por camino de nacimiento, evolución, conquista, decadencia, proyección nacional e internacional, crisis y arrebato revolucionario, en donde no tuvieron la capacidad de fundar y crear una institución sino de arrebatar para destruir.

¿Por qué es tan inmensa la obra ateneísta? El Padre Juan de Dios Andrade lo predijo. “Porque nació de la necesidad sentida de los valeranos”. Esto es una obra colectiva de un pueblo culto, que siempre se ha preocupado por ir creciendo, desarrollándose con el esfuerzo gradual de sus ciudadanos el ejemplo más destacado es su comercio.

El Dr. Ramón Vielma en un discurso hace tiempo en ese mismo lugar de la mancha dijo: “Un pueblo puede ser muy rico, pero si es inculto no sabrá jamás defender su riqueza”. La institución del Ateneo de Valera, hoy está vagando, andando por la ciudad, sin la casa, su casa, la casa de todos. Viviendo la etapa itinerante de la cultura, “el hombre y las circunstancias” dijo: Ortega y Gasset. Quién nos ha enviado? el absolutismo aberrante, el destino, la historia; quién sea pero aquí estamos hoy día como 23 de julio del 2021 institucionalizando su memoria con el bautizó de este libro. Porque recordemos como lo dijo el padre de la historia Herodoto esta nace cuando se escribe.

 

Hoy con el bautizo de este libro El Ateneo de Valera. Actitud de trabajo creador y vocación de servicio. De Elvins González, ya esta obra ateneísta no se va diluir en el tiempo. Esto significa que es un pueblo rico porque ama su cultura  su ciudad.

Sabemos que el compromiso es grande, grande también son las ideas, el trabajo.  Vamos por la conquista de la expresión más sublime del alma de un pueblo como son sus expresiones de identidad de creencias vamos por nuestra casa, que es el alma de cada uno de sus habitantes. Acompañados con San Juan Bautista y la mirada eterna de Doña Mercedes Díaz.

 

 

 

“Un pueblo no sólo crece cuando se alza el techado de sus casas. Sino cuando se le eleva el alma de sus habitantes”. Mario Briceño Iragorry.

 

La Hoyada. 22 de julio de 2021.

 

 

(*) p.frailán@gmail.com

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