Redacción Ciencia, 21 mar (EFE).- Las muestras traídas desde el asteroide Ryugu a la Tierra siguen desvelando su composición. Ahora los científicos han encontrado vitamina B3 y uracilo, que es uno de los componentes básicos necesarios para formar el ARN.
La misión japonesa Hayabusa2 recogió muestras de polvo y gas en dos lugares de Ryugu y las trajo a la Tierra en diciembre de 2020. Nuevos resultados del análisis de las muestras se publican hoy en Nature Communications.
Los análisis realizados por un equipo japonés detectaron uraclio, niacina (vitamina B3) y otras moléculas orgánicas consideradas importantes para la síntesis de otras moléculas orgánicas complejas.
Esos hallazgos sugieren, según los autores, que las nucleobases, como el uracilo, tienen un origen extraterrestre y llegaron a la Tierra a través de meteoritos ricos en carbono pudiendo propiciar la aparición de la vida.
«Los científicos han encontrado anteriormente nucleobases y vitaminas en ciertos meteoritos ricos en carbono, pero siempre existía la duda de la contaminación por exposición al medioambiente terrestre», explicó Yasuhiro Oba, coordinador del estudio de la Universidad de Hokkaido (Japón).
Puesto que la nave Hayabusa2 recogió dos muestras directamente del asteroide y las llevó a la Tierra en cápsulas selladas, “se puede descartar la contaminación», indicó.
El uracilo es una de las unidades que componen el ARN, las moléculas que contienen las instrucciones para construir y hacen funcionar los organismos vivos; la niacina es un cofactor importante para el metabolismo en los organismos vivos.
En las muestras encontró uraclio en pequeñas cantidades, en el rango de 6-32 partes por billón; mientras que la vitamina B3 era más abundante, en el rango de 49-99 parte por billón, además de otras moléculas biológicas, “incluida una selección de aminoácidos, aminas y ácidos carboxílicos, que se encuentran en las proteínas y el metabolismo, respectivamente», señaló Oba.
Los autores sugieren que estos compuestos podrían haber sido generados por reacciones fotoquímicas en el hielo interestelar, que posteriormente condujeron a su incorporación a los asteroides a medida que se formaba el sistema solar.
Los rayos UV y la radiación cósmica podrían haberlos alterado aún más a lo largo de millones de años.
Los compuestos detectados son similares pero no idénticos a los descubiertos anteriormente en meteoritos ricos en carbono.
Este descubrimiento, se suma a las pruebas de que “importantes componentes básicos para la vida se crean en el espacio y podrían haber llegado a la Tierra a través de meteoritos”, indicó la Universidad Hokkaido en un comunicado.
El equipo cree que la diferencia de concentraciones en las dos muestras, recogidas en lugares distintos de Ryugu, se debe probablemente a la exposición a los ambientes extremos del espacio.
También plantearon la hipótesis de que los compuestos que contienen nitrógeno se formaron, al menos en parte, a partir de moléculas más simples como el amoniaco, el formaldehído y el cianuro de hidrógeno.
Aunque no se detectaron en las muestras de Ryugu, se sabe que están presentes en el hielo cometario, y este cometa podría haberse originado como un cometa u otro cuerpo progenitor que hubiera estado presente en entornos de baja temperatura.
Además de las muestra llegadas de Ryugu, se espera que este año lleguen a la Tierra las obtenidas del asteroide Bennu por la misión OSIRIS-REx de la NASA, por lo que un estudio comparativo de la composición de ambas proporcionará más datos para fundamentar estas teorías.