• Trujillo
  • Táchira
  • Mérida
  • Andes Legales
  • Revista Andina
sábado, 9 agosto 2025
Diario de Los Andes
  • Inicio
  • Actualidad
    • Entretenimiento
    • Bienestar
  • Deportes
  • Economía
  • Mundo
  • Opinión
    • Sentido de Historia
  • Política
  • Sucesos
  • Trujillo
    • Boconó
  • Táchira
  • Mérida
  • Revista Andina
No Resultados
Ver todos los resultados
  • Inicio
  • Actualidad
    • Entretenimiento
    • Bienestar
  • Deportes
  • Economía
  • Mundo
  • Opinión
    • Sentido de Historia
  • Política
  • Sucesos
  • Trujillo
    • Boconó
  • Táchira
  • Mérida
  • Revista Andina
No Resultados
Ver todos los resultados
Diario de Los Andes

No Resultados
Ver todos los resultados
Inicio Opinión

El arte de insultar

por Noel Álvarez
05/09/2019
Reading Time: 3 mins read
Compartir en FacebookCompartir en TwitterComparteComparte

 

El insulto es tan viejo como el ser humano. Es un acto de comunicación. En mi caso, no tengo talante para ofender, tampoco para expresar vulgaridades. Actuar y hablar groseramente no es mi estilo. Sin embargo, reconozco que insultar implica un arte muy complejo y que no se encuentra al alcance de todos. Hoy en día escuchamos por doquier insultos innobles, chabacanos, inoportunos, vulgares y hasta innecesarios, diría yo. Sobre todo, en el mundo político donde unos zorros viejos critican a mozalbetes que mal o bien están aprendiendo el oficio. Sobre esto, me viene a la memoria el caso de un viejo dirigente político venezolano, quien hace ya algunos años, tildaba de “lechuguinos” a los noveles dirigentes de un partido político contrario.

En el mundo del lenguaje una de las primeras necesidades atendidas por el ser humano tiene que ver con la necesidad y exigencia de canalizar la irritación o el agrado que le sugieren o suscitan las personas y cosas que le rodean: así surgieron el piropo y el elogio, pero también la palabra malsonante, mezcla de imprecación, exclamación enojosa y blasfemia dirigida de manera indefinida y difusa a la divinidad, al destino o a quienes considera origen o causa de sus males. Tras este alumbramiento nació el insulto, que es criatura léxica del mismo cuero, pero dirigida a otro ser humano. Sin embargo, un insulto de calidad, bien pensado, utilizado en el momento oportuno y con profesionalidad, hace más efecto que mil expresiones mediocres.

Un buen día, el dramaturgo y premio Nobel de Literatura irlandés Bernard Shaw le envió a Winston Churchill, a quien detestaba, dos invitaciones para la premier de una de sus obras teatrales. Con las entradas iba una pequeña nota que decía: “Para que venga con un amigo, si es que lo tiene”. Poco después le llegó la respuesta de Churchill: “Me es imposible asistir a la noche de apertura, pero iré a la segunda función, si es que la hay”.
En una ocasión, un compañero de partido le comentó al político español Antonio Cánovas del Castillo: Don Antonio, ha pasado algo inconveniente, el señor Martínez Campos, tras proferir adjetivos que no le benefician a usted, se ha ido con Sagasta. A lo que Cánovas respondió: No se preocupe, el general Arsenio Martínez Campos es como las bombas: sólo hacen daño donde caen.

El escritor mexicano Héctor Anaya sostiene que insultar es todo un arte. Es un ejercicio que requiere de ingenio y un fino manejo del lenguaje. “Pero no me refiero al hecho de decir groserías, de soltar una palabrota altisonante, sino a la capacidad de colocar una idea con la eficacia de un buen cirujano, hundir el estilete exclusivamente en el órgano que quieres afectar”. En su obra, El Arte de Insultar, Anaya revisa los insultos creados por los más agudos ingenios de la Historia: “Algunos piensan que cuando aparece el insulto es porque se ha perdido la capacidad de dialogar o que se han agotado las posibilidades de expresión. Yo creo que no, solo muestra el ingenio de urdir una manera de atacar al contrario y un manejo singular del idioma”.

Anaya destaca que, entre los grandes insolentes de las letras españolas sobresale Francisco de Quevedo una de las mentes más lúcidas del Siglo de Oro. Se cuenta que en cierta ocasión apostó con un amigo a que llamaría “coja” a la reina delante de todo el mundo, remarcando su defecto físico. Quevedo se presentó en palacio con un ramo de flores, una de cada clase. Al agradecimiento de la reina por el detalle, el poeta replicó: ‘Señora, traigo un ramo que solo será el anticipo del que os traeré. Desconociendo vuestra flor favorita, entre el clavel y la rosa, su majestad escoja. Cuenta también el escritor que un día un comerciante se acercó al filósofo Sócrates para que educara a su hijo y le pidió un precio. Sócrates se lo dio y el comerciante le espetó: ¡Con ese dinero puedo comprar un burro! Sócrates le respondió: hágalo y tendrá en casa tres.

Lea también

Consultorio para el Alma |   ¡Sujétalos fuerte, mientras los dejas ir!

Consultorio para el Alma | Todo lo que usted necesita, no necesariamente lo que usted pide

09/08/2025
Cartas |  Lectura amante (II)  | Por: Juancho José Barreto González

Cartas | El tercer ojo | Por: Juancho Barreto

08/08/2025
Sanciones obligan a buscar proveedores en países rivales de EEUU | Por: Víctor Álvarez R.

Terminó el ciclo electoral: la economía pasa al mando | Por: Víctor Álvarez R

08/08/2025
‘LA FIESTA DEL CHIVO’ DE MARIO VARGAS LLOSA | Por: Ernesto Rodríguez

LA POESÍA DE CALIDAD NOS REMONTA A DIMENSIONES ELEVADAS | Por: Ernesto Rodríguez 

08/08/2025
Tags: Noél ÁlvarezOpiniónTrujillo
Siguiente
Aumento de pasajes golpea al municipio Carvajal

Aumento de pasajes golpea al municipio Carvajal

Publicidad

Última hora

Consultorio para el Alma | Todo lo que usted necesita, no necesariamente lo que usted pide

El IUTIRLA celebra su 32º aniversario con una semana de eventos y exposiciones

Gobierno renueva decreto de estado de emergencia económica frente a aranceles

Activistas exigen al TSJ audiencia para familiares agredidos en vigilia

Emprendedora venezolana está ayudando a las mujeres a subirse a la ola de la IA, antes de que las deje atrás

Publicidad

Diario de Los Andes

Ediciones

  • Trujillo
  • Táchira
  • Mérida
  • Andes Legales
  • Revista Andina

Síguenos

Welcome Back!

Login to your account below

Forgotten Password?

Retrieve your password

Please enter your username or email address to reset your password.

Log In
No Resultados
Ver todos los resultados
  • Trujillo
  • Boconó
  • Táchira
  • Mérida
  • Inicio
  • Actualidad
  • Entretenimiento
  • Bienestar
  • Política
  • Deportes
  • Sucesos
  • Mundo
  • Opinión
  • Sentido de historia
  • Economía
  • Revista Andina
  • Andes Legales