Guayaquil (Ecuador), 13 sep (EFE).- El arranque de Ecuador en las eliminatorias sudamericanas para el Mundial de 2026 ha dejado una siembra llena de esperanza del seleccionador, el español Félix Sánchez, para alcanzar una quinta clasificación de la Tri para una Copa del Mundo.
Con una apretada derrota en su visita a Argentina (1-0) y un esforzado triunfo de local contra una aguerrida y pragmática selección de Uruguay (2-1), Ecuador se queda con un sabor agradable, a sabiendas que se libró del castigo de -3 puntos con el que arrancó el actual proceso, producto de la sanción por el caso Byron Castillo.
Y, si bien, ha quedado de penúltimo con 0 puntos, hizo gala de contar con un equipo donde, favorablemente, se mezclan la juventud con la experiencia y, hasta dejando en claro, que van captando y mostrando la idea futbolística del técnico Sánchez, con un gran rendimiento en defensa en ambos partidos.
Para los ecuatorianos quedó la sensación que se pudo sacar el empate contra Argentina, pero el partido lo definió su estrella, Lionel Messi, con un fantástico tiro libre al que difícilmente llegan los porteros, y su víctima resultó su vecino de infancia, Hernán Galíndez.
Los análisis apresurados, las aseveraciones y las acusaciones dejaron a Galíndez en el ojo de la tormenta como víctima de ese tanto, pero de las acusaciones de villano al reconocimiento de héroe se pasa con la velocidad del pensamiento, pues terminó salvando a Ecuador del empate contra Uruguay.
Un error en salida dejó desparramado al sistema defensivo y Uruguay sacó provecho para el primer tanto, error ya apuntado por Sánchez para trabajar y corregirlo, porque durante el resto del partido se fue consolidando ese sistema que tiene la marca personal del técnico, con una línea de tres centrales.
En las dos primeras fechas se recreó y fortaleció el sistema defensivo ecuatoriano, cerró los espacios, cortó los tejidos de los atacantes contrarios, ganó en el juego aéreo en su zona y también en la contraria, y fruto de ese alto nivel de sus defensas, marcó los dos primeros tantos en estas eliminatorias.
Cuando los delanteros muestran carencias, los defensas aparecen y aprovechan, y fue así como con pelota parada, el central del Santos Laguna mexicano Félix Torres llegó y ganó en el juego aéreo para el tanto del empate, y el mismo defensa apareció en la posición de un goleador para hacer también el segundo tanto a la Celeste.
Si el sistema defensivo ha dejado tranquilo a los ecuatorianos, las interrogantes, las críticas nacen y se agigantan, por la ineficacia de los delanteros convocados, con excepción del goleador histórico del equipo, Énner Valencia, cuyo accionar y valía en este proceso no están en discusión.
Por más que Valencia desperdició un penalti contra Uruguay en un momento clave del partido, dejó la sensación de responderle al equipo.
El seleccionador salió bien librado con el aceptable debut de la perla juvenil, el centrocampista Kendry Páez, que se convirtió con 16 años en el jugador más joven en debutar con la selección absoluta de Ecuador.
Sánchez lanzó a Páez de titular en un partido picante, sin previos partidos amistosos y contra la recia manera de defender de los uruguayos, y la joya que ya pertenece al Chelsea respondió con creces e incluso dio la asistencia del gol del triunfo.
El seleccionador encontró en Páez lo que podría ser una buena variante ofensiva, ante los fallidos y criticados intentos con atacantes como Kevin Rodríguez, Leonardo Campana, Jordy Caicedo y el apagón de uno de los goleadores locales en las eliminatorias pasadas, Michael Estrada.
En hora buena, el seleccionador tendrá tiempo para abrir el radar y darles la oportunidad al mismo Campana, el goleador del torneo local, Miguel Parrales, o Ronnie Carrillo, que por sus goles con El Nacional pasó al Portimonense portugués y hasta al argentino-ecuatoriano Michael Hoyos, entre otros.
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