El actor Luke Perry, conocido por la serie “Beverly Hills, 90210”, falleció a los 52 años tras sufrir un derrame cerebral la semana pasada, según ha confirmado su publicista Arnold Robinson.
El intérprete murió en el hospital St. Joseph, de la localidad de Burbank (California), rodeado por sus hijos, Jack y Sophie, y sus familiares más cercanos.
“La familia agradece las enormes muestras de apoyo y las oraciones ofrecidas a Luke desde todo el mundo. Ahora solicitan respetuosamente privacidad en este momento de gran duelo”, indicó Robinson en un comunicado.
Gran trayectoria
Nacido y criado en Fredericktown, Ohio, Perry saltó a la fama junto a Jason Priestley como los galanes de la exitosa serie juvenil “Beverly Hills 90210”, que se transmitió de 1990 al 2000.
También apareció en un puñado de películas, como “The Fifth Element” (“El quinto elemento”), ”8 Seconds” (“8 segundos) y “American Strays”. Trabajó en el drama carcelario de HBO “Oz” y le prestó su voz a series animadas como “The Incredible Hulk” y “Mortal Kombat”. En años recientes actuó en las series “Ties That Bind” y “Body of Proof”.
Actualmente interpretaba a Fred Andrews, el padre del personaje principal de Archie Andrews, en la serie “Riverdale” de The CW, una versión oscura del libro de historietas “Archie”, aunque es más conocido por el papel de Dylan McKay en “Beverly Hills, 90210”.
Perry fue hospitalizado el mismo día que se anunció que la serie regresaría con un nuevo enfoque y con antiguos miembros del reparto como Jason Priestley, Jennie Garth, Ian Ziering, Gabrielle Carteris, Brian Austin Green y Tori Spelling. Pero “Dylan” Luke Perry y Shannen Doherty no estaban.
Según la web TMZ, ya había acordado aparecer en la serie como invitado, pero no podía tener un papel más relevante debido a sus compromisos con la agenda de “Riverdale”.
“Voy a estar ligado a ese personaje hasta el día que me muera. Yo creé a Dylan McKay. Es mío”, explicó Perry en el pasado sobre el personaje que lo convirtió en una celebridad.