El 23 de enero: la misma raíz de los Golpes del 45 y 48

Muchos historiadores y expertos analistas, coinciden que el 23 de enero del 58, no se pueden estudiar aislados. La mayoría de los actores de esas etapas de nuestro acontecer político-social-económico fueron casi los mismos

 

 

El 23 de Enero de 1958 -fecha y proceso- al igual que el 24 de Noviembre de 1948, arrancan de una misma raíz: el golpe del 18 de Octubre de 1945. Este tridente de acontecimientos de la historia nacional contemporánea está íntimamente vinculado. Muchos historiadores y expertos analistas, coinciden, que no se pueden estudiar aislados. La mayoría de los actores de esas etapas de nuestro acontecer político-social-económico fueron casi los mismos: Rómulo Betancourt, Gonzalo Barrios, Prieto Figueroa, Rafael Caldera, Lorenzo Fernández, Otero Silva, Eugenio Mendoza, Godofredo González, Marcos Pérez Jiménez, Jóvito Villalba, Wolfang Larrazábal, Germán Borregales, Martín Márquez Afiez, José Giacopini Zárraga, Germán Suárez Flamerich, Nuraa Quevedo, Rafael Pizani, Edgar Sanabria, Jesús Farías, Carlos Andrés Pérez, Octavio Lepage, Gustavo Machado, Pompéyo Márquez, Américo Martín, Fabrico Ojeda, Paz Galarraga, Pedro Pablo Aguilar, Alfredo Tarre Murzi, S. Sáez Mérida, Salomón Meza, los Tamayo Suárez, Pedro José Quevedo, Antonio Briceño Linares, Arturo Uslar Pietri, Luis Herrera Campíns y otros más, incluso mucho héroes anónimos.

 

El 24 de Noviembre de 1948

 

El 24 de Noviembre de 1948 es derrocado el gobierno de Acción Democrática que preside el insigne escritor Don Rómulo Gallegos sin que se dispare ni un cohete. El pueblo quedó alelado por lo inesperado del cuartelazo y pese al apoyo colectivo manifestado en las elecciones de los años 46, 47 y 48, la dirigencia del partido no realizó siquiera un amago de resistencia a la militarada. En algunos barrios de Caracas, la militancia adeista de base se quedó «esperando las armas» prometidas para la lucha cuando por la Capital se regaron las primeras noticias del madrugonazo en ciernes los días iniciales de noviembre.

 

AL ESTILO JALISCO

 

Se instala en Miraflores la Junta Militar de Gobierno integrada por los Tenientes Coroneles Carlos Delgado Chalbaud, Marcos Pérez Jiménez y Luis Felipe Llovera Páez.
A raíz del asesinato de Delgado Chalbaud, el 13 de Noviembre de 1950, se forma la Junta de Gobierno de los Estado Unidos de Venezuela, presidida por el Doctor Germán Suárez Flamerich.
El 2 de Diciembre de 1952 se efectúan elecciones para la Asamblea Nacional Constituyente. El Gobierno las pierde. Pérez Jiménez no acepta la derrota. Se cree rodeado de civiles incapaces y traidores y resuelve tomar todo el poder. Deviene en dictador la noche del 3 de diciembre del mismo año.

 

LAVADO CEREBRAL

 

Se arma una campaña a fondo contra los partidos políticos a través de columnas periodísticas en «El Heraldo» que firma Laureano Valenilla Planchard bajo seudónimo; la Seguridad Nacional, bajo la dirección de Pedro Estrada, desata una ola de represión: asesinatos, detenciones, y exilios contra quienes adversan al régimen, y la denuncia internacional sacude a la ONU, la OEA y otras instituciones del mundo.
Pérez Jiménez tiene en todo momento a flor de verbo, a sus compañeros de armas. Sus actuaciones las escuda con el Ejército, cuyo nombre se va tornando odioso a la mentalidad del hombre de la calle que desconoce las entretelas de la tragedia que vive Venezuela, en cuyas Fuerzas Armadas había cientos de oficiales -la gran mayoría- que repudiaban el sistema autocrático. Muchos militares que se atrevieron a criticar tal situación fueron detenidos, exiliados o echados de las filas castrenses. Todas las agrupaciones políticas quedaron al margen de la «circulación»; la lucha sindical quedó maniatada; se instalaron comisiones de censura en los periódicos y emisoras. En fin, la nación transitó una etapa de ignominia.

 

«EL BIEN NACIONAL»

 

Pérez Jiménez enarbola una tesis que tuvo audiencia en lo interior y exterior: «el bien nacional» y se estructura en torno a esta filosofía de viejo cufio la llamada Semana de la Patria, todo un espectáculo: ofrendas, discursos, desfiles en traje de liquilique blanco, e inauguraciones estruendosas por toda la geografía nacional para convencer de la usurpación y lapidar «el bochinche de los partidos’ de otras épocas. Realmente el General Pérez realizó obras de singular relieve que no se pueden ocultar por razones circunstanciales: autopistas, carreteras, edificios escolares, hospitales, etc. La política del cemento armado intentó justificar la ausencia de los derechos humanos.

 

LO INTERNACIONAL

 

En lo internacional marcó puntos a su favor: el General Eisenhower, Presidente de los Estados Unidos, le cuelga la más alta condecoración «por sus servicios a la democracia y seguridad continental». Entraba relaciones excelentes con los sátrapas Odría, Batista, Somoza, Stroesner, Trujillo y Franco.
Pero no cesa la resistencia. La dictadura padece sofocos de cuando en cuando por hechos aislados de miembros de los partidos Comunistas, Acción Democrática e independientes. Fallan varios intentos del liquidar al Jefe de Gobierno. Las cárceles de La Modelo, San Juan de Los Morros, Maracaibo y Ciudad Bolívar se abarrotan de descontentos y activistas; en las islas de Guasina y Sacupana se organizan campos de concentración para castigar a la oposición que no entra en la horma. En Turén se produce una matanza de campesinos. Durante las madrugadas valeranas circulan papelitos y periódicos clandestinos.

 

LA HORA REGRESIVA

 

Cuando los principales cabezas de Copei y URD deciden dialogar en el exilio, y Acción Democrática hace las paces con ellos, se comienza a urdir la tumba del perezjimenato. Ya corre el año 1957. En Caracas se establece a la callada un grupo que se autodenomina Junta Patriótica, integrada por el boconés Fabricio Ojeda, Guillermo García Ponce, Enrique Aristiguieta Gramko y Silvestre Ortíz Bucarán (en representación de URD, PCV, Copei y A. D).). Ellos toman contacto con diversos sectores: banqueros, militares agraviados, industriales, intelectuales, profesionales, obreros, sacerdotes, estudiantes que van, muy lentamente, amasando una conciencia y una resolución de tumbar el gobierno.

 

ILUSTRE SOTANA

 

Un domingo Monseñor Arias Blanco emitió una Pastoral que fue leída en todas, las iglesias de Caracas, denunciando la crisis nacional. Los grupos favorecidos de la dinámica económica nacional: las empresas constructoras, el comercio importador y traficantes de bienes raíces le dan la espalda al hombre de Michelena.
El 2 de diciembre de 1957 se lleva a cabo el histórico plebiscito que todos sabían otorgaría un «sí» amafiado a Pérez Jiménez, ya ebrio de megalomanía.
La Junta Patriótica trabaja a todo vapor. Planea una huelga general. Redacta un manifiesto de los intelectuales. La Asociación Venezolana de Periodistas logra parar los periódicos por dos días. Y hasta los poderosos de la empresa privada comienzan a cuadrarse, sin titubeos, con la rebelión que nada ni nadie habrá de detener.

 

Se palpa en la piel del aire

la flor de la libertad

El primero de enero de 1958 se alza un grupo de aviadores en Maracay jefaturados por el oficial Martín Parada. Bombardean Miraflores, pero comprenden que se rajó el respaldo del resto de las F. A. N. y deciden anclar sus naves en Barranquilla. El régimen está herido en la «landra». Pérez Jiménez entiende la gravedad de la hora y decide torearla hábilmente: envía de «vacaciones» al exterior al Ministerio de Relaciones interiores, Dr. Laureano Valenilla Planchart y al jefe de la tenebrosa Seguridad Nacional, Pedro Estrada; nombra Ministro de Educación al científico Fernández Morán en sustitución del General Néstor Prato para calmar los disturbios estudiantiles y los motines populares en las barriadas de la ciudad. El país exulta rumores. Por todas partes se desplaza una secreta alegría. Larrazábal, con su flota, abandona puerto y toma posición de combate.
Se palpa en la piel del aire la flor de la libertad.

 

Fuente y consultas:

Archivos y hemerotecas: Diario de Los Andes, Diario El Tiempo. Testimonios del Periodismo Trujillanos. Conversaciones con Don Luis González, Raúl Díaz Castañeda. Reseñas: Diario El Nacional, Diario El Universal y Diario Panorama. Videos YouTube. Libro: El 23 de Enero de 1958, Luis González.

 

 

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