¡El 16N sí o sí es la cosa!

Agustín Blanco Muñoz

 

¿Será verdad profesor que el 16N-19 sí será “la cosa” y se pondrá fin a la usurpación? No amigo, esta es una nueva edición de un capítulo ya agotado. A este punto del abuso y la burla hemos llegado y en el mismo nos mantenemos: la mentira, la improvisación que sirvan para ganar más espacio y alimentar las negociaciones en marcha que garanticen la permanencia del mismo orden de cosas que se dice combatir.

Y lo reiteramos: este tema ya no da para más. Nuestra política es una muestra específica de lo que es el agotamiento de los llamados modelos democráticos con vida en las estructuras capitalistas y el socialista que se genera y actúa en las mismas condiciones.

Por eso a estas alturas es materialmente imposible determinar las reales diferencias entre el actual Gobierno y el que supuestamente surgiría con algo que dejó de mencionarse: el cese de la usurpación y el “vamos bien” tras ese objetivo.

Pero se entiende que el actual “interinato” ya está bien encaminado para mantenerse en campaña electoral hasta la hora del revocatorio a mediados del actual período o en las presidenciales de 2024.

Y se supone que convocatorias como la que se hace para el 16n, tienen además el propósito de hacer creer que se buscó por todos los medios el cese de la usurpación. Que el 30ab-19 se realizó el penúltimo intento y que hasta se puede pensar que está próxima una posible actualización.

El resultado que se quiere alcanzar tiene que ver con la elección acordada de un nuevo presidente antes de 2024. Pero este es un discurso demagógico, porque hoy está claro que este régimen militar-civil no se “suicidará” cuando se siente más fortalecido en su usurpación, gracias a las ayudas opositoras.

Y quede entendido además que a lo largo y ancho de este mundo, se ha mantenido la usurpación del poder que usan y disfrutan las minorías, a partir del engaño-manipulación que ejercen sobre las mayorías, para ponerlas a su servicio, en acciones violentas o en el “pasquín electoral”, siempre en beneficio de la causa que no le pertenece.

Porque, como tanto hemos dicho, la creación de una nueva realidad sólo será posible cuando las mayorías, como protagonistas conscientes y organizadas, impulsen la implantación de una historia a la medida de los intereses de los pueblos-colectivos. Sancho, ¡nunca una usurpación podrá acabar con su similar!

 

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