Ejercer la enfermería en Venezuela implica rebuscarse con otros trabajos para redondear la quincena

Daniela trabaja en el hospital Militar, donde ella sola cubre el puesto de cinco profesionales. También se dedica a la peluquería y vende quesos y helados porque solo con los ingresos de la enfermería no puede mantener a sus dos hijos.

Una enfermera prepara unas vacunas. EFE/Nacho Gallego/Archivo

Por Ivanna Laura Ordoñez / Crónica Uno 

Caracas. “Amo mi profesión, me encanta, pero lamentablemente en estos tiempos de crisis no da para vivir”. Daniela* habla de la enfermería que estudió a principios de los 2000. Sin embargo, desde 2014 no ha podido vivir solo de ese empleo formal.

Ejerce como enfermera en el Hospital Militar Universitario Dr. Carlos Arvelo. Pero también se dedica a la peluquería y vende quesos y helados. Una es la profesión que ama, el otro es el oficio que le proporciona mayor estabilidad económica, con el que cubre la mayor parte de sus gastos. Los quesos y helados son un complemento de sus ingresos.

Trabajo todos los días y todo el día. No tengo días libres. La venta de quesos no me da mucho, pero por lo menos no tengo que comprar charcutería para comer en casa. Lo que de verdad me da para mantener a mis dos hijos es la peluquería.

Daniela trabaja todo los días, incluso cuando libra. | Foto: Yandris Saldivia

Día Internacional de la Enfermera

“De casualidad” Daniela no tiene guardia en el hospital este domingo 12 de mayo, Día Internacional de la Enfermera y Día de la Madre. Estará en casa, pero de igual forma le toca trabajar. Desde ya tiene clientes en agenda para cortes de cabello.

Daniela atiende a sus clientes en una barbería y peluquería que improvisó en su casa y por las noches se va al hospital Militar. Sus guardias son “una noche sí, una noche no”, luego libra dos pero en esos momentos de descanso lo común es que atienda clientes en su casa.

Hay días que me quedó trabajando hasta las 11:00 p. m. porque la mayoría de mis clientes son hombres que vienen después de que salen del trabajo.

La peluquería y la enfermería

Uno de los primeros trabajos de Daniela fue la peluquería. Ese oficio la acompañó en su vida, a la par que estudiaba Enfermería. Cuando terminó los estudios técnicos y encontró trabajo pensó que era el momento de vivir de su profesión. “Sentí que ya no tenía que matarme trabajando tanto”.

Pero entre 2014 y 2017 las cosas cambiaron. Durante esos años de protestas antigubernamentales, de migración y de aumento acelerado de la inflación en Venezuela, tuvo que hacer “algo más”. Para ese momento ya tenía dos hijos.

Solo en 2014 los precios en Venezuela aumentaron más de 68 %, según datos del Banco Central de Venezuela (BCV), siendo el rubro de los alimentos el que más se incrementó (6,4 %).

En 2017, Daniela vio como en la zona donde vive las peluquerías y barberías empezaban a cerrar. Sabía que los materiales que años atrás usaba para trabajar la peluquería seguían guardados en casa, pero aún no tomaba la decisión.

Un día una vecina le preguntó por qué no volvía a su antiguo oficio. Ese fue el empujón que la llevó a crear un pequeño local dentro de su casa y, finalmente, un fin de semana inició. Esos días hizo varios cortes.

Esa es mi segunda profesión. Me gusta mucho, pero me gustaría dejarla y dedicarme solo a la enfermería.

 

Daniela gana 200 bolívares en su trabajo en el hospital Militar. | Foto Yelitza Figueroa

Lo que gana Daniela como enfermera

La quincena de Daniela es de 160 bolívares o 200 bolívares (aproximadamente cinco dólares). Además recibe un “bono de guerra”, beneficio que otorga el gobierno de Maduro a los empleados de la administración pública.

Antes del aumento del 1° de mayo el bono era de un poco más de Bs. 2000 (60 dólares) y pasó a 90 dólares. El bono de alimentación, que es de Bs. 2000 aproximadamente.

Daniela paga la comida de la casa, el colegio y las prácticas deportivas de sus hijos, de 10 y 14 años de edad, con los ingresos que le genera la peluquería.

A pesar de tener dos trabajos y complementar con otros ingresos extra, Daniela tomó la decisión de cambiar a sus hijos de una escuela privada a una pública porque no le alcanzaba.

No pude seguir pagando y el sueldo de enfermera no me alcanza para nada.

La Encovi refleja que la matrícula escolar de la educación pública aumentó 4 % entre 2022 y 2023, lo mismo que dentro de la educación privada disminuyó 4 %.

El déficit de personal

“Hace años” en el turno de Daniela –en el hospital Militar– había cinco enfermeras. Ahora solo está ella. Es decir, el trabajo de cinco lo hace una sola.

El Colegio de Enfermería de Distrito Capital alega que en 2021 un total de 70 % de los profesionales abandonaron sus puestos de trabajo por los bajos salarios. El organismo, además, exigió un salario de 600 dólares para el gremio.

Para 2018 Venezuela solo contaba con 24 % del personal de enfermería requerido según estándares de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que es 115.548.

 

(*) Daniela es un nombre ficticio por medidas de protección a la entrevistada.

 

 

 

 

 

 

 

 

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