Luis «El Teacher» Cárdenas.- Eintracht Frankfurt se tituló campeón de la Europa League este miércoles, luego de vencer en la definición desde el punto penal 5-4 al Rangers Glasgow de Escocia, luego de empatar 1-1 durante el tiempo reglamentario y la prórroga de la gran final que se llevó a cabo en Sevilla. España, donde el delantero colombiano Rafael Santos Borré y el guardameta Kevin Trapp se convirtieron en los héroes del cuadro alemán, para que este regrese a la Champions después de décadas sin conseguirlo.
En un partido muy parejo, que se fue al descanso sin goles, era el cuadro escocés el que tomaba la ventaja en el marcador, luego que al 57′ Joe Aribo aprovechara una falla de su marcador, quien se resbaló, y se fue solo ante la portería, para superar en el mano a mano al golero Trapp y así poner en ventaja a su equipo.
Sin embargo, el «santo colombiano» Borré apareció nuevamente al rescate del Eintracht, tras UK centro de Filip Kostic que logró conectar y así darle la igualdad a los suyos. En la definición desde el punto penal el ariete marcó el quinto y definitivo tanto de los alemanes, mientras Trapp detenía el lanzamiento de Aaron Ramsey, el cuarto tiro del Rangers.
El camino que llevó al Eintracht Frankfurt al Ramón Sánchez Pizjuán de Sevilla se labró de manera magistral desde los cuartos de final, cuando dejó en el camino al FC Barcelona, con Borré siendo protagonista. Era el cuadro blaugrana el principal favorito no solo para ganar esa eliminatoria sino incluso el título que se ha ido a manos del conjunto alemán, el segundo que consigue en su historia, tras haber ganado la Copa de la UEFA (hoy en día esta Europa League) en 1980, tras vencer en la final a otro equipo de Alemania, el Borussia Monchengladbach.
Rafael Santos Borré marcó cuatro goles en la competencia, anotando en cuartos, semifinal y final, además dio dos asistencias en Semis, para de esta manera echarse el equipo a hombros y llevarlos a su segunda participación de la Champions, la que tendrá en la 2022-2023 (el campeón de la Europa League clasifica directamente a la fase de grupos de la próxima Liga de Campeones), una competición a la que no acude este equipo desde que lo hiciera por primera y única vez en la 59-60, cuando llegó hasta la final y perdió ante el Real Madrid 7-3, donde el merengue tuvo a Ferenc Puskás marcando cuatro goles y Alfredo Di Stéfano anotando tres, para completar «la quinta del buitre», al ganar por quinta vez consecutiva el título de la Copa de Europa como se le conocía entonces a la Champions.