En la tarde del 1 de mayo, durante la celebración de la misa en la parroquia Nuestra Señora de Fátima ubicada en Barrio Sucre, San Cristóbal, fue objeto de abusos y atropellos por parte de miembros de la Guardia Nacional Bolivariana quienes ingresaron en moto al templo, y dispararon bombas lacrimógenas afectando a los fieles que se encontraban en la ceremonia litúrgica.
El Obispo de San Cristóbal, monseñor Mario Moronta, a través de un comunicado informó que “una horda de Guardias Nacionales Bolivarianos atacaron el templo de Nuestra Señora de Fátima en Barrio Sucre de San Cristóbal. Estaba finalizando la Eucaristía cuando dos GNB ingresaron en moto dentro del templo. El párroco bajo del presbiterio para detenerlos. En el intento de dialogo llegó una horda de 40 GNB quienes intentaban ingresar. El párroco, Pbro. Jairo Clavijo, lo impidió, detrás de ellos llegó un general de apellido Ochoa quien comenzó a discutir con el párroco, en términos nada respetuosos. No contentos con el atropello, los GNB lanzaron bombas lacrimógenos dentro del templo. Se pudo evacuar el recinto sagrado donde había un buen número de fieles y entre ellos bastantes personas de la tercera edad. Una religiosa sufrió un desmayo”.
Monseñor Moronta calificó el hecho “de suma gravedad y es un ataque contra la Iglesia Católica”, por lo cual “la Diócesis tomará las previsiones del caso y promoverá las actuaciones que se consideren pertinentes”, dijo.
Así mismo expresó su solidaridad con el párroco de la Iglesia Nuestra Señora de Fátima, presbítero Jairo Clavijo, y toda su feligresía “a quienes acompaño con mi oración y las actuaciones que promoveremos”. (Prensa DiócesisSC)
A continuación el Comunicado del Obispo:
Esta tarde una horda de Guardias Nacionales Bolivarianos atacaron el templo de Nuestra Señora de Fátima en Barrio Sucre de San Cristóbal. Estaba finalizando la Eucaristía cuando dos GNB ingresaron en moto dentro del templo. El párroco bajo del presbiterio para detenerlos. En el intento de dialogo llegó una horda de 40 GNB quienes intentaban ingresar. El párroco, Pbro. Jairo Clavijo, lo impidió, detrás de ellos llegó un general de apellido Ochoa quien comenzó a discutir con el párroco, en términos nada respetuosos. No contentos con el atropello, los GNB lanzaron bombas lacrimógenos dentro del templo. Se pudo evacuar el recinto sagrado donde había un buen número de fieles y entre ellos bastantes personas de la tercera edad. Una religiosa sufrió un desmayo.
Este evento es de suma gravedad y es un ataque contra la Iglesia Católica. Responsabilizo al mencionado general Ochoa, así como a las autoridades militares de las región de este vil evento que de por sí ya habla de la intencionalidad de los atacantes que no tienen el menor respeto a la dignidad humana y ni siquiera manifiestan tener temor de Dios.
La Diócesis tomará las previsiones del caso y promoverá las actuaciones que se consideren pertinentes.
Como Obispo y Pastor expreso mi total solidaridad con el párroco, Pbro. Jairo Clavijo, y a toda la feligresía de Nuestra Señora de Fátima a quienes acompaño con mi oración y las actuaciones que promoveremos. Pido a todo el presbiterio, religiosas y laicado diocesano manifestar su solidaridad con el padre Jairo y su feligresía. Asimismo, pido difundir este pequeño comunicado
Unidos en el amor de Dios y en nuestra común vocación a la libertad de los hijos de Dios