«Si 100 mil bolívares no son suficientes, imagínate 30 mil o 10 mil bolívares» comenta un ciudadano en la cola de un banco de Valera. Asegura que el efectivo lo destina al servicio de traslado. Otras necesidades las suple por medio de puntos de venta o transferencias
Los usuarios de los bancos llevan «la procesión por dentro». Muchos se levantan tempranito para ahorrar su tiempo y poder hacer otras diligencias. Se observan decenas de adultos mayores, mujeres y hombres con las miradas fijas en la entrada de las entidades, el suelo o simplemente en la nada, ensimismados en sus pensamientos, mientras los vigilantes los hacen pasar poco a poco. Uno de ellos habla con otro para preguntarle el monto del retiro. «¿10 mil bolívares?» dice asombrado. Esa cantidad de dinero apenas le alcanza para los pasajes. En otras ocasiones, el banco les daba 30 mil, pero por alguna razón (que atribuye a la cercanía del cobro de la quincena) este viernes decidieron reducirla. Otros bancos, principalmente del estado, emitían 50 mil, pero ayer lo bajaron a 30 mil.
Estas regulaciones en las cantidades de los retiros han causado malestar en la población, aunadas a los ya comunes problemas de falta de alimentos, productos regulados, transporte público y la falla en los servicios públicos de sus comunidades. Un ciudadano, encuestado por el Diario de los Andes, sostuvo que si les dieran 100 mil bolívares a cada uno, tampoco alcanzaría, porque el precio de las cosas está por encima de esa cantidad. «Medio cartón de huevos cuesta 150 mil, imagínese. Ahora con 30 mil no compro nada» comentó.
Las reacciones de los clientes que recibieron 10 mil, genera consuelo a los de 30 mil. Apenas obtuvieron los pasajes para devolverse a sus casas y les espera un largo fin de semana. Piden a los gerentes de los bancos, y al Estado, reconsiderar estas medidas, pues obligan a las personas a someterse diariamente a tortuosas colas. Dos horas y media es el promedio de tiempo que deben permanecer de pie, pues en muchas de estas entidades no cuentan con sillas para todos. Además, en ocasiones se quedan sin línea y se ven impedidos para realizar transacciones por varias horas (si tienen suerte) o por el día de trabajo. Situación que lleva a los clientes a retirarse frustrados.
Las personas que deben viajar a ciudades como Caracas, Maracaibo y Barquisimeto, deben someterse a colas por dos semanas, o más, pues el costo del pasaje rebasa los 200 mil bolívares (ida y vuelta). Uno de los encuestados explicó que gastaría unos 900 mil para ir a la capital del país.
«Billetes malqueridos»
Los billetes de 10, 20 y 50, al menos en la región, dejaron de ser deseados por los comerciantes informales, algunos transportistas y ciudadanos en general. Las razones de este desamor, se deben a la no practicidad para el manejo de grandes cantidades de dinero. Los comerciantes mayoristas no los quieren aceptar y, por ende, los pequeños empresarios deciden no recibirlos, pese a que su denominación sigue vigente oficialmente. Otra razón es el deseo que han despertado los billetes nuevos para el contrabanado de extracción.
La voz del pueblo
