Washington, 12 feb (EFE).- Estados Unidos no ve indicios de que Venezuela llevará a cabo hostilidades contra Guyana, a pesar del despliegue militar por parte del Gobierno de Nicolás Maduro a la frontera con el país caribeño.
Así lo señaló este lunes el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, durante una rueda de prensa donde aseguró que EE.UU. está siguiendo de cerca la situación en la región.
«Nuestra evaluación es que cualquier movimiento militar que haya llevado a cabo Venezuela ha sido de muy pequeña magnitud en tamaño, escala y alcance», subrayó.
A su vez, agregó el funcionario, EE.UU. no considera que Venezuela tenga la capacidad para «llevar a cabo ninguna actividad militar importante».
Este sábado, el ministro de Asuntos Exteriores de Guyana, Hugh Todd, denunció el despliegue militar de Venezuela cerca de su frontera, en el marco de la disputa territorial entre ambos países por la región del Esequibo.
El diplomático aseguró que existen «inconsistencias» entre lo que Venezuela muestra a la comunidad internacional en términos de diplomacia y sus acciones militares.
El Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS), con sede en Estados Unidos, publicó varias imágenes de satélite que revelaban que Venezuela estaba ampliando su base militar en la isla de Anacoco y en la zona de Punta Barima, cerca de Guyana.
El Gobierno de Venezuela, por su parte, explicó el domingo que la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) de Venezuela está llevando a cabo una «presencia no hostil en el territorio Esequibo» -la zona de unos 160.000 kilómetros cuadrados en disputa con Guyana- para avanzar en su «defensa integral».
Las diferencias por los límites fronterizos comenzaron con el Laudo Arbitral de París de 1899 que dio la soberanía del territorio a la entonces Guyana Británica.
Venezuela declaró nulo décadas después ese fallo y firmó con el Reino Unido el acuerdo de 1966, que determinó crear una comisión para resolver la histórica controversia, lo que no se llegó a materializar.
Guyana se basa en el laudo arbitral de 1899 y apuesta por resolver el conflicto a través del proceso abierto en la Corte Internacional de Justicia (CIJ).
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