Washington, 27 abr (EFE).- El Gobierno del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció este martes el lanzamiento de una operación contra el tráfico ilegal de inmigrantes en la frontera con México, como parte de su estrategia para frenar la migración irregular.
Así lo reveló el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, quien apenas dio detalles de la llamada «Operación Centinela» y se limitó a decir que tiene como objetivo «desmantelar las organizaciones delictivas transnacionales que introducen clandestinamente a los migrantes en Estados Unidos».
Mayorkas explicó que los traficantes y sus cómplices tendrán que hacer frente a «una serie de acciones específicas y sanciones», como la revocación de sus documentos de viaje y la congelación de las cuentas bancarias que tengan en EE.UU.
Varias agencias del Gobierno están implicadas, como la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, en inglés), el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE), la Oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI), el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de EE.UU. (USCIS) y la Administración para el Control de Drogas (DEA).
Mayorkas anticipó que las medidas que tomarán en los próximos meses «mejorarán la frontera en Estados Unidos y ayudarán a salvar las vidas de los migrantes vulnerables».
Por su parte, el director interino de CBP, Troy Miller, detalló que su agencia ha «rescatado» en lo que va del año fiscal a 4.766 inmigrantes en la frontera con México, frente a los 5.232 indocumentados rescatados en el año fiscal 2020.
Miller denunció que las organizaciones de tráfico de personas son responsables de agresiones sexuales, trata de personas y abandono de niños pequeños.
Y afirmó que especialmente los menores de edad y las mujeres son dejados a su suerte por estas organizaciones en zonas remotas y peligrosas sin comida ni agua cuando no pueden seguir el ritmo del grupo.
En ese contexto, aseguró que 250 migrantes murieron en el año fiscal 2020 al intentar cruzar la frontera y que en 2019 fueron descubiertos 300 restos humanos no identificados que se teme que podrían ser de inmigrantes.
La Administración de Biden trabaja en una estrategia, en cooperación con los Gobiernos de Centroamérica y México, para desincentivar la migración irregular hacia EE.UU., después de que en marzo 172.331 personas indocumentadas fueran interceptadas por agentes fronterizos, de las que 18.890 eran menores de edad solos.