DUVALIER, CHAMANES, SUPERSTICIONES Y EL VUDÚ  | Por: Ernesto Rodríguez

 

Ernesto Rodríguez (ernestorodri49@gmail.com)

 

Frecuentemente las dictaduras se han basado en las supersticiones para subyugar y aterrorizar a un pueblo, y el caso del dictador haitiano François Duvalier (1907-1971) y sus chamanes es muy ilustrativo.

Ya el antiguo historiador griego Polibio (aprox. 200-118 A. de C.), que publicó una historia sobre el ascenso de la antigua Roma, en una parte de su obra describe con extraordinaria agudeza el papel que juegan las supersticiones para subyugar a un pueblo ignorante. Citemos sus propias palabras: “En mi juicio la superstición que en cualquier otro pueblo es reprensible, aquí es la que sostiene al Imperio Romano […] Esto sin duda causará sorpresa a muchos; pero a mi modo de entender, se halla introducido por causa del pueblo. Si fuera posible que un Estado se compusiese de sabios, tal vez no sería preciso semejante institución de la superstición. Pero como un pueblo es un animal inconstante, llenos de pasiones desarregladas, y en quien domina la ira, la inconsideración, la fuerza y la violencia, es necesario refrenarle con el temor de las cosas que no ve, y con otras parecidas ficciones que le horrorizan” (1).

François Duvalier nació en Port-au-Prince (Haití) y estudió medicina en la Universidad de Hawai y por eso era más conocido como “Papa Doc”. Durante la campaña electoral de 1957 promovió el “nacionalismo negro” y fue elegido presidente. Pero en 1958 suspendió las garantías constitucionales y estableció un régimen de terror con su temida milicia de los “Tonton Macoutes” que era una fuerza paramilitar y policía secreta de unos 10.000 hombres fuertemente armados, creada en 1959 por el dictador. Sobre todo entre 1960 y 1965 los Tonton Macoutes aterrorizaron al pueblo haitiano. Los haitianos los llamaban Tonton Macoutes porque en la mitología haitiana  ‘Tonton Macoutes’ significa literalmente: ‘Tíos del Saco’, y son los que secuestran niños desobedientes en un saco y se los llevan para comérselos.

Esos Tonton Macoutes de Duvalier eran conocidos por su brutalidad, torturas y asesinatos. En efecto, espiaban y detenían y cometieron un número crímenes y desapariciones de personas que nunca se sabrá.

La economía del país decayó estruendosamente y el 90 % de la población era analfabeta. En junio de 1964 modificó la Constitución para convertirse en “presidente vitalicio”, y estableció que luego de su muerte asumiría el cargo su hijo. Efectivamente fue presidente (dictador) hasta su muerte en 1971, cuando asumió la presidencia su hijo Jean-Claude Duvalier (1951-2014) más conocido como “Baby Doc”, que a su edad de 20 años se convirtió en “presidente vitalicio”. Pero en 1986 fue derrocado por un golpe militar y se exiló en Francia.

François Duvalier durante su dictadura expulsó del país a muchos haitianos con educación o profesión, y solamente podían ingresar en las universidades los miembros de esa sanguinaria milicia Tonton Macoute que en su mayoría eran analfabetas.  Muchos profesionales emigraron voluntariamente ante tal situación de barbarie. Además Duvalier manipulaba a los negros haitianos y los predisponía contra los que eran “mezclados con blancos”. Su crueldad se hizo legendaria: En una ocasión supervisó personalmente la ejecución de 19 militares acusados de conspirar.

Duvalier ejerció su poder absoluto por cuatro motivos. En primer lugar se erigía demagógicamente en “Líder de los negros más pobres”. En segundo lugar tenía esos Tonton Macoutes y además también se basó en los chamanes y el vudú para aterrorizar a la población (2). Lo mejor será ver las definiciones que da de “chamán” y “vudú” la ‘Gran Enciclopedia Espasa’ en 20 tomos (Espasa Calpe, 2005).

“Chamán: especie de sacerdote o hechicero al que se supone dotado de poderes sobrenaturales para sanar a los enfermos, adivinar, invocar a los espíritus…” (Tomo 5, pag. 2506). “Vudú: (voz de origen africano occidental que significa “espíritu”). Culto supersticioso muy difundido en las Antillas y el sur de los Estados Unidos. Es una mezcla de religiones animistas de África, de politeísmo de pueblos guineanos y de cristianismo” (Tomo 20, pag. 12063). En efecto, los chamanes del vudú pretenden que tienen poderes sobrenaturales y actúan como consejeros, sanadores de enfermedades y protectores contra hechicerías. Los rituales mágico-religiosos del vudú consisten en sacrificios de animales, tambores, danzas, estados de trance y éxtasis.

Por otra parte, es pertinente referir las investigaciones científicas realizadas sobre la llamada “Muerte por Vudú”. Un maleficio realizado por medio del vudú consiste en que el chamán promulga una “maldición” y puede fabricar una figurita de la persona “condenada”.  Pero ciertamente hay casos bien documentados de tal “Muerte por Vudú” y entonces es importante conocer la explicación científica. Los investigadores de la Universidad de Harvard, el antropólogo canadiense colombiano Wade Davis (nac. 1953) y el médico cardiólogo Regis DeSilva revisaron el tema. En primer lugar ellos prefieren el término “Muerte Psicofisiológica” y lo mejor será citar textualmente sus resultados: “En algunos casos el chamán puede escoger a una persona que ya está muy enferma, y entonces, cuando la maldice, gana puntos cuando esa persona fallece. También puede suceder que el chamán envenene a la persona que ha sido maldecida y entonces gana renombre por sus poderes para maldecir. También ocurre que el chamán puede maldecir a alguien de manera pública y entonces esa maldición funciona porque los demás piensan que esa persona maldecida va a morir y no vale la pena desperdiciar alimento ni agua en ella. Entonces esa persona sin alimento ni agua fallece al poco tiempo […] No obstante hay casos de muerte psicofisiológica […] La persona que sufre la maldición del chamán se pone tan nerviosa al saber que ha sido maldecida, que su sistema nervioso simpático constriñe sus conductos sanguíneos hasta el punto de romperlos […] Davis y DeSilva plantean que estos casos son simplemente versiones dramáticas de muerte cardíaca repentina” (3)…Después de ver todo esto podemos preguntarnos: ¿Cuántos haitianos fueron víctimas de esas supersticiones absurdas, crueles e inhumanas?…¡Por eso es tan importante la ilustración de un pueblo!!!

 

NOTAS: (1) Pag. 411 en ‘Book Six. Chapter 56’, en ‘Polybius. The Histories’. A New Translation by Robin Waterfield. Oxford World’s Classics. (2) La información sobre Duvalier la he tomado sobre todo de Pags. 434-435 en ‘Chambers Biographical Dictionary’ (revised edition, 1984). También de Pag. 638 en ‘The Fontana Dictionary of Modern Thought’. Edited by Alan Bullock and Oliver Stalybrass (1977). Fontana.Collins (3) Pags. 54-55 en Robert M. Sapolsky (2004, third ed.) ‘Why Zebras don´t get Ulcers’. Henry Holt and Co.

 


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