Gabriel Montenegro/DLA.- Maquinaria de la Gobernación del estado Trujillo trabaja de manera acelerada permanente para hacer valer el reciente decreto en el cual se establece que todo terreno ocioso, baldío o que no preste ninguna utilidad pública y se halle abandonado, será expropiado con la finalidad de ofrecer al casco central de la ciudad de Valera y la periferia un rostro más humano, limpio e higiénico.
Este martes 19 de julio, varios dueños de terrenos ubicados en sectores como La Floresta, El Milagro, Bella Vista, Las Acacias, La Esperanza, Santo Domingo y el centro de la ciudad de Valera, salieron a dar respuesta al llamado de advertencia hecho por el Ejecutivo Regional, en cuanto a mantener limpios y despejados los mismos.
El pasado viernes 15 de julio, las cuadrillas del gobierno estuvieron en el centro de la ciudad, donde se procedió a limpiar de basura y desperdicios arrojados varios terrenos y el haciendo saber natural correctivo para que los responsables no reincidan en el abandono de los mismos para ponerlos como “engorde”. Esta práctica es muy común y agrega valor a los bienes inmuebles con el paso del tiempo.
Prestos a colaborar
En el sector Las Acacias Avenida 5 de Valera, observamos movimiento en un terreno propiedad del señor Jorge Vethencourt, quien junto a familiares y varios obreros, tras conocer que la maquinaria llegaría a realizar su labor, se apersonaron para despejar el camino por donde entraría la maquinaria (Payloader), expresando que efectivamente este terreno tiene mucho tiempo enmontado y aunque no se limpia con mucha regularidad, no menos cierto es que el llamado del gobernador ha sido reflexivo, por lo que ellos están prestos a colaborar por la higiene, seguridad y ornamento de la ciudad.
“En mi caso particular, no voy a decir que yo mando a limpiar cada rato este terreno de mi propiedad, porque eso es falso, sin embargo aplaudo la idea del gobernador en ayudar a humanizar las zonas donde no se ha construido y por eso estamos aquí, para colaborar y participar de la cruzada general para embellecer a Valera. Somos una familia de muchos años residenciados en esta parte, la zona sur de Valera, donde antes los terrenos eran cañaverales y zonas de siembra y que poco a poco se fueron urbanizando. El señor Vethencourt aprovechó el momento para pedir se solucione el problema del alumbrado público el cual es de muy vieja data.
En fecha reciente, a raíz de la presencia de gente inescrupulosa que arroja basura y animales muertos al mismo, varios delincuentes aprovechan la maleza para ocultarse y cometer delitos contra propiedades de la zona, decidimos limpiarlo y despejarlo; sin embargo un fuerte aguacero con vientos huracanados tumbó buena parte del cableado de energía eléctrica y esto trajo como consecuencia de que los jornaleros no pudieran ingresar por temor a recibir una descarga eléctrica, por lo que aguardamos a que llegara gente especializada de Corpoelec y técnicos para solucionar el problema.
Hicimos la participación respectiva y a través de las redes quise difundir esta información a la vez que una vez terminada parte de la severa humedad por las lluvias caídas, procedimos a despejar la maleza con mucho cuidado para el ingreso de la maquinaria pesada de la gobernación.
Agregó el declarante, que la decisión del gobernador ha sido muy buena y en la medida de las posibilidades cree que es bueno trabajar juntos en ese sano propósito, el cual no solo le devuelve el brillo a Valera, sino “Nos obliga a ser más responsables y a estar pendientes de nuestros bienes”.
Con sus obreros estuvo Vethencourt por varias horas, aguardando la maquinaria para que la ingresaran por los lugares despejados y se solucionara lo del cableado eléctrico tirado en la carretera.
Llamado a todos los propietarios
El gobernador Gerardo Márquez ha sido muy claro en afirmar, que Valera necesita un mejor trato desde el punto de vista de su salubridad y estética como pueblo emprendedor, por lo que condena el abandono de este tipo de terrenos y áreas, cuyos dueños muchas veces los abandonan y se convierten en basureros públicos, además de caldo de cultivo para acciones hamponiles y hasta atentatorias contra la moral ciudadana.
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