Nada es más grave y más urgente de atención en la Venezuela de nuestros días que el sufrimiento de los venezolanos. Nada más apremiante que lograr la constitución de un gobierno de emergencia para atender la crisis económica y social. Es inaplazable la constitución de un gobierno de profesionales y técnicos que logre resolver los problemas de hambre y de desolación que está padeciendo la población venezolana. Un gobierno que pueda entablar negociaciones con los organismos financieros internacionales, que nos permitan contar con los recursos para superar la crisis.
Acaba de aparecer la encuesta de ENCOVI del Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales de la Universidad Católica Andrés Bellos bajo la dirección de Luis Pedro España y Anitza Freitez.
Los resultados no pueden ser más desoladores y más alarmantes. Ocho de cada diez venezolanos están viviendo en una situación de pobreza extrema. Lo único que aumenta en Venezuela hoy es el hambre, la desnutrición, la pobreza, la miseria y la desolación. Más de 22 millones de venezolanos se encuentran en situación de pobreza extrema, es decir, en condiciones de miseria.
Nunca antes Venezuela había vivido una situación tan dramática. Las cifras de ENCOVI indican que nuestra situación es sólo comparable con lo que ocurre en los países más pobres de África: Nigeria, Chad, Congo y Zimbabwe.
Entre el año 2013 y el año 2019 la caída del producto interno fue del 70% y tuvimos un proceso de hiperinflación que destruyó el salario, el ingreso familiar y el poder de compra de la familia venezolana. El ingreso promedio diario ha bajado a niveles insólitos: setenta y cinco centavos de dólar.
Somos el segundo país con mayores niveles de desigualdad en América Latina.
Cuando en el mundo entero aumenta la expectativa de vida en Venezuela disminuye. La desnutrición infantil es escandalosa. También aumenta la mortalidad infantil. El consumo de proteínas representa el 34% de lo que debería ser. Aumenta la deserción estudiantil en proporción alarmante.
El gobierno del señor Maduro no sólo es que no está en capacidad de resolver la crisis sino que cada día que Maduro esté en Miraflores la situación se hará más grave.
Hace falta construir un gobierno nuevo lo más urgentemente posible y lo más democráticamente posible.
Seguiremos conversando.