En la conferencia sobre libertad de prensa realizada el miércoles 10 de julio, en Londres se trataron los problemas que afrontan los medios en el continente
Leonardo Mindez
Subdirector de Infobae América
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América Latina es la segunda región del mundo -detrás de los países árabes- con más periodistas asesinados en la última década, de acuerdo a las cifras de la Unesco. Las persecuciones, amenazas y ataques a la prensa gozan de una impunidad casi total ya que casi nunca son investigados y sancionados por la justicia. Y a los riesgos de la seguridad personal se suma la enorme dependencia económica de la publicidad oficial de los gobiernos, que deriva en la censura y la autocensura.
Estas dificultades fueron destacadas el pasado miércoles en Londres como las amenazas particulares que sufre el periodismo en la región, entre otros desafíos apremiantes que afronta el oficio a nivel global y que motivaron la convocatoria a la primera Conferencia mundial sobre libertad de prensa organizada por los gobierno del Reino Unido y Canadá.
“En México, la prensa enfrenta la disyuntiva de la plata o el plomo”, resumió el subdirector de la oficina de Artículo 19 para México y América Central, Leopoldo Maldonado, quien aseguró que “a partir del reparto discrecional de la publicidad oficial se sujeta la línea editorial de los medios”.
“No pago para que me peguen”, es un dicho habitual entre los funcionarios públicos mexicanos que manejan los presupuestos publicitarios, con una frontalidad de la que quizás carecen sus colegas de otros países que comparten las mismas intenciones.
Siete asesinados
Cuando la extorsión monetaria no alcanza, llega el “plomo”. En México ya son siete los periodistas asesinados en lo que va del año, ratificando que es el país más riesgoso del mundo para el ejercicio del periodismo fuera de las naciones en guerra. No siempre son bandas criminales las que están detrás de los ataques a los periodistas. El 42% de las agresiones a la prensa en México -desde amenazas e insultos hasta hechos de violencia física directa- vienen de parte de funcionarios públicos, según el cómputo que lleva Artículo 19.
“Uno de los grandes problemas de los medios en América Latina es que necesitan mucho de la publicidad gubernamental para sobrevivir. ¿Cómo hacemos para investigar a aquellos de los que necesitamos su dinero?”, se preguntó la ex periodista de CNN y hoy corresponsal para América Latina de Al Jazeera Lucía Newman. “No sólo el problema es con los gobiernos, algunos de los principales anunciantes son también grandes empresas que son cómplices de los políticos en los delitos de corrupción”, agregó la ecuatoriana Martha Roldós, promotora del periodismo de investigación en su país desde la Fundación 1000 hojas.
Nicaragua y Venezuela
A estas amenazas generalizadas para la supervivencia económica de los medios independientes se suman los casos particulares de los gobiernos que han hecho de la confrontación y la persecución de la prensa una constante, con Venezuela y Nicaragua a la cabeza. “Ahora, todos los medios del mundo están mirando a Venezuela, pero me gustaría destacar que esta historia comenzó 20 años atrás sin que la comunidad internacional le prestara suficiente atención. Por entonces, nunca imaginamos que el periodismo en nuestro país podría llegar a estar en peligro de extinción”, recordó Luz Mely Reyes, directora del sitio Efecto Cucuyo, una de las más de mil periodistas venezolanos que se vieron forzados a abandonar su país para preservar su seguridad y la de su familia. “La fórmula del ataque permanente a los periodistas a los que se trata como el enemigo, en la que el gobierno comienza socavando públicamente tu credibilidad, luego siguen la amenazas y te terminan matando, es una fórmula que se puede replicar en cualquier otro lugar”, indicó la directora del sitio Efecto Cocuyo.
Carlos Chamorro, que atraviesa la misma experiencia del exilio desde que la redacción de El Confidencial en Managua fue tomada por las fuerzas policiales del régimen de Daniel Ortega, aseguró que “en Nicaragua se vive en una situación de estado de sitio de hecho” y valorizó la tarea de los redactores de su sitio de noticias que aún siguen en el país: “El principal desafío es sobrevivir, resistir, mantenerse ahí y seguir informando”, sostuvo, tras recordar los casos de ´Ángel Gahona, el periodista asesinado mientras cubría las protestas de 2018 contra el gobierno y los de Miguel Mora y Lucía Pineda, del canal 100% noticias clausurado por el régimen, recientemente liberados tras seis meses de prisión y torturas.
Para peor, perseguir en la justicia algunos de estos ataques contra los periodistas demanda “una enorme cantidad de paciencia y perseverancia”, como dijo el colombiano Pedro Vaca Villarreal, de la Fundación para la Libertad de Prensa, quien recordó que la mayoría de los casos no avanzan y permanecen en la más completa impunidad.
Incumplimiento
Como recordó la encargada de libertad de prensa del gobierno británico, Amal Clooney, “todos los gobiernos del mundo se manifiestan a favor de la libertad de prensa, hasta Corea del Norte lo garantiza en su Constitución, pero otra cosa es que hagan cumplir ese derecho”.