DOSTOIEWSKY VERSUS CHERNISHEVSKY SOBRE LA SENSATEZ | Por: Ernesto Rodríguez

 

Ernesto Rodríguez (ernestorodri49@gmail.com)

Probablemente todos estaremos de acuerdo en que lo deseable sería que los humanos siempre actúen de la manera más sensata posible. Sin embargo las evidencias ilustran que desgraciadamente eso no sucede así.

Sobre este asunto es pertinente recordar las concepciones del crítico y economista ruso Nikolai Gavrilovich Chernishevsky (1828-1889) en contraste con las concepciones del novelista ruso Fedor Dostoievsky (1821-1881).

Chernishevsky escribió una novela titulada: ‘¿Qué Hacer?’ mientras estaba en una prisión siberiana y la publicó en 1863. El tema del libro es la racionalidad ilustrada en las vidas humanas despojándose de prejuicios. Por ejemplo, el médico Lopujov, al enterarse de que su mujer se ha enamorado de su amigo Kirsánov, finge suicidarse, pero en realidad viaja a América, pues ha decidido que su mujer y Kirsánov puedan hacer sus vidas libremente. Cuando regresa después de unos años a San Petersburgo acepta la nueva situación y reanuda su amistad con Kirsánov.

Se considera que Chernishevsky planteaba en esta novela el ideal utópico de una sociedad en la cual las personas libres alcanzan la felicidad ilustrándose, abandonando los prejuicios y satisfaciendo sus deseos racionales con la única condición de no dañar a los demás. Chernishevsky era seguidor del filósofo y economista inglés J.S. Mill (1806-1873) y tradujo al ruso su obra: ‘Economía Política’ (1848). Chernishevsky coincidía con Mill en que la única base de la moralidad es el auto-interés ilustrado y la razón, de tal manera que el mal sólo es hecho por esas personas que no comprenden sus propios intereses. Por ejemplo, en la sección II del prólogo de su mencionada novela una obrera canta: “Aunque atrasados, no somos tontos y buscamos la luz. Estudiaremos y el saber nos liberará. Trabajaremos, y el trabajo nos enriquecerá. Esto marchará. Quien viva lo verá. Somos toscos, pero nuestra tosquedad nos daña a nosotros mismos. Estamos llenos de prejuicios, pero nosotros mismos los sufrimos y no nos damos cuenta. Buscaremos la dicha y encontraremos la humanidad. Y nos haremos buenos. Esto marchará. Quien viva lo verá. El trabajo sin el saber es estéril. Nuestra felicidad es imposible sin la de los demás. Nos ilustraremos y nos enriqueceremos. Seremos dichosos. Seremos hermanos y hermanas. Esto marchará. Quien viva lo verá. Estudiaremos y trabajaremos. Cantaremos y amaremos. La tierra será un paraíso. Esto marchará. Pronto llegará. Y todos lo veremos…” (1).

En el transcurso de toda la novela el médico Lopujov y otros personajes insisten una y otra vez en que cada persona debe buscar su auto-interés y conveniencia de una manera sensata e ilustrada, de tal manera que no afecte a los demás (2).

Mientras tanto Dostoievsky estaba pasando momentos muy difíciles en su vida. En el invierno de 1863-1864 estaba enfermo y sufría de graves hemorroides, su esposa estaba muriendo de tuberculosis, su querida le había traicionado y se había ido a París, y su hijastro estaba derrochando en San Petersburgo el dinero que él le había enviado con mucho sacrificio. Además Dostoievsky era ludópata y se endeudaba porque perdía enormes cantidades de dinero en los juegos de azar.

Durante casi un año fue incapaz de escribir. Pero cuando leyó la novela de Chernishevsky se motivó para escribir su obra: ‘Memorias del Subsuelo’ (1864) que era una agria respuesta a la concepción de Chernishevsky. En efecto, Dostoievsky deseaba ilustrar que los humanos no son fundamentalmente sensatos como creía Chernishevsky, sino que son sumamente contradictorios, retorcidos y caóticos, de tal manera que aunque sepan lo que les beneficia o les perjudica, son capaces de escoger lo último. Por eso comienza su obra diciendo: “Soy un hombre enfermo (…) Soy malo. No tengo nada de simpático. Creo estar enfermo del hígado (…) No me cuido, ni nunca me he cuidado (…) Si no me cuido es por pura maldad (…) Sin duda no acertaría yo a explicarle a quién perjudico en este caso con mi maldad (…) Pertenecí en otro tiempo a la burocracia, mas ya la dejé. Resultaba un empleado muy refunfuñón y grosero y me complacía en ser así (…) ¿Qué alguien llegaba a mi mesa en demanda de datos? Pues al punto le enseñaba los dientes y experimentaba un placer inefable cuando lograba correr al visitante” (Sección I). Más adelante dice: “¡Respetarse!…Pero ¿Puede respetarse quien está decidido a hallar placer en el sentimiento de su propia destrucción?” (Sección V). Más adelante dice: “¡Oh decidme quién fue el primero que anunció, el primero en proclamar que el hombre sólo comete bajezas porque no comprende sus propios intereses, y que si le ilustrasen  sobre este punto, si le abriesen los ojos sobre su verdadero interés, sobre su interés normal, al punto se volvería bueno y generoso! (…) ¡Oh niño inocente y puro!” (Sección VII).

Dostoievsky plantea en estos párrafos que la psicología del humano es compleja y que en realidad lo irracional y antilógico puede jugar un papel muy poderoso en el comportamiento…¡Muchas veces los humanos hacen cosas sabiendo que se van a perjudicar!!!…¿Cómo entender eso desde un punto de vista lógico?…En sus novelas Dostoievsky frecuentemente retrata esta faceta irracional y tenebrosa de la psicología humana. Por ejemplo en su novela: ‘Los Hermanos Karamazov’ (1879-1880), el personaje Aliosha es sumamente bondadoso y piensa casarse con Lisa, pero ella decide romper el compromiso precisamente porque él es demasiado bueno y no la haría sufrir. En una parte de la novela Lisa le dice: “Usted no sirve para marido (…) deseo que alguien me torture, que se case conmigo y luego me torture, que me engañe, que se vaya y me abandone. ¡No quiero ser feliz!”. Más adelante, después de que Aliosha se ha despedido por lo que ella le ha dicho, Lisa intencionalmente se aplasta un dedo con una puerta y se dice para sus adentros: “¡Soy vil, soy vil, soy vil!” (3).

Después de ver estas apreciaciones de ambos autores podemos hacer algunos comentarios. Resulta demasiado obvio que lamentablemente Dostoievsky hace un veredicto más acertado de la realidad psicológica humana que Chernishevsky…¡El humano frecuentemente es masoquista y actúa de una manera ilógica!!!…¿Cuántas veces hemos conocido personas que tienen que hacer dieta pero intencionalmente hacen todo lo contrario?…¿O personas que no aceptan propuestas que de manera obvia les podrían beneficiar?…¿Cuántas veces hacemos algo que nos perjudica y luego nos arrepentimos pero lo seguimos haciendo?…En fin, la mente humana tiene todo un mundo subterráneo misterioso, irracional y difícil de domar…¡Por supuesto lo ideal es que en una sociedad futura el humano logre controlar la faceta irracional y misteriosa de su mente!!!.

 

 

NOTAS: (1) Pags. 10 y 11 en N.G. Chernishevsky (1863) ‘¿Qué Hacer?’. Ediciones en Lenguas Extranjeras. Moscú. (2) Véanse pags. 104 y 105, pag. 112, pag. 149, pag. 173, pag. 195, y pag. 344 en Chernishevsky, Ibidem  (3) Toda la escena de Lisa se describe en Cuarta Parte, Libro undécimo, Capítulo III titulado: ‘Un diablillo’.

 

 

 

 

 

 

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