Dos fuertes sismos que se registraron con horas de diferencia, remecieron este sábado 27 de julio un conjunto de islas poco pobladas en el Estrecho de Luzón, en el norte de Filipinas, causando la muerte de por lo menos ocho personas, heridas a unas 60 y daños sustanciales.
Los movimientos telúricos derribaron casas de piedra y madera, despertando a los residentes que dormían, dijo Roldan Esdicul, que encabeza la oficina de respuesta a desastres en la provincia de Batanes.
“Nuestra cama y todo se mecían de lado a lado como una hamaca”, le dijo Esdicul a The Associated Press vía teléfono celular desde la localidad de Basco, capital de la provincia. “Salimos corriendo para ponernos a salvo”.
A más de 1.000 habitantes de la golpeada isla de Itbayat _casi la mitad de la población, en su mayoría pescadores_ se les recomendó no regresar a sus casas y permanecer en la plaza del pueblo debido a las réplicas sucesivas que sacudieron la región, señaló.
La agencia sismológica de Filipinas indicó que los sismos tuvieron una magnitud de 5,4 y 5,9. Posteriormente se sintió un tercero de 5,7.
Esdicul dijo que estaba en su oficina con el gobernador provincial cuando se produjo el segundo sismo, el más poderoso, unas tres horas después del primero.
“Tuvimos que sostenernos porque uno no podía ponerse de pie ni caminar. Así de fuerte estuvo”, señaló.
El sismo inicial dañó severamente el campanario de la antigua iglesia de piedra caliza de la isla, Santa María de Mayán del siglo XIX, una popular atracción turística. Con el segundo sismo la torre se desplomó, indicó.
Un hospital de Itbayat estaba dañado pero permaneció abierto. Un helicóptero de la fuerza aérea y un avión se dirigían a las Batanes para transportar a las víctimas y proporcionarles apoyo.
Itbayat, parte de las Islas Batanes, tiene una población de unas 2.800 personas y se ubica en el Estrecho de Luzón, el cual separa a Filipinas de Taiwán. El archipiélago es famoso por sus casas de piedra, muros de coral y tejados de hierba de cogon.