Los tachirenses siguen brillando fuera de las fronteras venezolanas, por su talento, ímpetu y destrezas, y en esta oportunidad el fútbol colombiano le abre las puertas a dos jovenes tachirenses, oriundos de la localidad de Rubio, municipio Junín, quienes dan pasos firmes por lograr sus sueños de ser futbolistas profesionales.
Arles Villamizar y Santiago Uribe ingresaron al equipo Sub-15 del Cúcuta Deportivo en este año 2024, una institución centenaria que ha sido campeona del fútbol colombiano y semifinalista de Copa Libertadores.
Arles nació en el año 2009 e inició desde muy pequeño en el mundo del futbol, siendo formado en los equipos Cafetaleros, Unidense y Rubio Sports, en las canchas de la «Ciudad Pontálida». Posteriormente debutó en Colombia, jugando con el equipo Internacional de Los Patios y ahora se abre camino en las divisiones menores de Cúcuta, después de haber presentado sus pruebas de ingreso en el mes de enero.
En la cancha se distingue por su velocidad por las bandas y el buen dominio del balón con su zurda. Juega como extremo por ambos costados y asimismo tiene la capacidad para actuar como delantero y definir en el mano a mano.
“Mis objetivos están claros. Quiero destacar en el equipo, seguir en esta institución y ascender a la Sub-17, luego a la Sub-20 y llegar al profesionalismo”, expresó, al tiempo que destacó que su mayor sueño es llegar a Europa.
El futbol lo lleva en las venas, pues es familiar de Romeri Villamizar, quien formó parte del Deportivo Táchira y el Zamora FC, además de dar sus pasos por México.
Hermanos futbolísticos
Santiago Uribe tiene en su hermano Neymar la mayor inspiración. Este forma parte del Envigado FC, equipo de la primera división de Colombia, y ha pasado por varias selecciones de Norte de Santander.
En Rubio jugó con el club El Campito y el Atlético Rubio, mientras que en Cúcuta defendió la camisa de Levante y La Masía. Admite que fue dificil quedar en el Cúcuta, pues las pruebas fueron intensas, pero siente la satisfacción de ver la confianza de los entrenadores y de haber resultado seleccionado.
“Me gusta dar más asistencias que anotar goles. Soy derecho y como extremo me siento cómodo jugando a perfil cambiado”, expresó.
Ambos jóvenes tachirenses sueñan con dejar el alto el nombre de Venezuela, país en el que nacieron y se formaron para llegar a ser cada vez mejores en el campo de fútbol. Esperan seguir escalando y aprendiendo en Colombia, en donde se sienten contentos por las oportunidades ofrecidas y los nuevos retos por llegar.