Tras los resultados de los últimos eventos electorales que se han vivido en Venezuela, donde el partido de Gobierno se vio mayoritariamente favorecido, en el marco de la disyuntiva discursiva y de accionar que mostraron los partidos de la disidencia sobre participar en los comicios, bajo el argumento de que se “implosionó” el sufragio con el ventajismo gubernamental, las fuerzas opositoras parecen haber desaparecido del accionar político nacional y regional.
Ascenso y descenso
Propicio recordar que luego de sufrir durante más de diez años la aplanadora electoral del chavismo, en junio de 2009 un grupo heterogéneo de partidos de oposición decidió poner de lado sus diferencias para crear la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), que en los comicios parlamentarios de 2010 y presidenciales de 2013 les permitió levantar cabeza y arañar un poco de la victoria.
Sin embargo, luego del avasallante triunfo electoral de 2015, que los llevó a recuperar dos tercios de la Asamblea Nacional, cuyo escenario vaticinaba conducirlos de forma inminente a la toma del poder, las ambiciones personales, acumulación de errores, contradicciones y contraofensiva del oficialismo, han acabado con su mayor capital: la unidad.
Extinción de la MUD
La negativa de los partidos grandes de oposición de participar en los comicios municipales, versus la insistencia de los partidos “pequeños” de aprovechar las vacantes para participar, además del intercambio de señalamientos y culpas que propició entre Henry Ramos Allup y Henrique Capriles, marcó la primera grieta que conllevó a la desaparición de la MUD, al punto que cada tolda parece estar reorganizando sus filas “cada quien por su lado”.
¿Resurgir como el ave fénix?
Como si se tratara de una de esas batallas épicas en las que el ejército perdedor le toca recoger sus muertos y reorganizar a los sobrevivientes para el contraataque, los líderes de la oposición en la región manifestaron que, si bien es cierto que han tenido que pisar el freno a nivel de accionar de calle y en el ámbito mediático, se mantienen en un proceso de revisión, evaluación y reorganización de sus fuerzas en el marco de las negociaciones que Gobierno-oposición adelantan en Santo Domingo (República Dominicana), de la que estiman tendrá como resultados ir a elecciones presidenciales bajo un proceso justo y transparente.
Sólo un candidato
Pese la aparente desaparición del ajedrez político y la extinción de la instancia que cohesionaba a todas las fuerzas opositoras, las voces de los distintos partidos disidentes al Gobierno Nacional coinciden en que de darse las condiciones justas necesarias, acudirán a las elecciones presidenciales con un candidato unitario de la alternativa democrática.
Dirigentes regionales