Sí, una de las cosas que identificó a don Mario Briceño Iragorry fue el amor y sentido de pertenencia que sintió por su patria chica, es decir, por la tierra de María Santísima, en donde está la presencia innata de la Virgen de la Paz, Trujillo formó parte de su imaginario constante, prueba de ello es la perseverancia de su obra intelectual que en muchas ocasiones argumentó la venezolanidad, partiendo desde la Ciudad Portátil.
Por la Ciudad Hacia el Mundo, es el pronunciamiento de un historiador venezolano en el ayuntamiento de la ciudad eterna, en que recordaba y hacía memoria, con motivo de los cuatrocientos años de la fundación de su ciudad natal. Este hermoso discurso que luego se transformó en un libro con este título, que es un pronunciamiento de historia comparada entre las viejas ciudades, ¡Claro!, la extremeña mucho mayor.
La escritura de Don Mario es una cátedra viva, es una palabra, que vive en el tiempo, como lo dice el slogan de la “Cátedra Libre Mario Briceño Iragorry” del Ateneo de Valera, que ha cumplido una gran labor en este tiempo. Justamente en el mes de natalicio de Don Mario, se han venido publicando una serie de micros de grandes frases de él. Producidos por Radio Tiempo 91.5 FM, con la armoniosa labor técnica de Lenín Villarreal, la locución de Elena Plaza.
Ese compendio es un mensuario que está acompañado por el Ateneo de Valera, la Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez, Núcleo Valer, el Laboratorio de Arte y Poética del Núcleo Universitario Rafael Rangel de la Universidad de Los Andes, el Instituto Universitario de Tecnología Mario Briceño Iragorry (Iutembi), la Universidad Politécnica Territorial Mario Briceño Iragorry, Diario de los Andes, emisora de radio ULA FM 97.9 en Trujillo.
Justamente en el día de su natalicio, 15 de septiembre, a los 126 años, desde los estudios de Radio Tiempo en el programa 4to Poder, hubo un encuentro epistolar entre Don Mario y tres grandes artesanas de la escritura que son integrantes de la cátedra. Con ello, tenemos la oportunidad de recorrer el tiempo en sus dimensiones, un camino avanzado entre los valores de las enseñanzas de la historia al estilo de Briceño Iragorry.
El profesor Alexis Rojas, hermosamente en su misiva nos pone a recorrer los hermosos paisajes de nuestros andes, la sierra merideña, la propia ciudad de Mérida, en donde se formó académicamente Don Mario. Los Riveras, es una novela de su autoría que describe culturalmente un tiempo, una tradición, unos personajes entre ellos Alfonso Rivera. Al mismo tiempo, es una protesta a los códigos sociales y políticos que se van transformando en injustos y hay que enmendarlo para conseguir de nuevo el orden, ya que somos agentes transformadores del cambio.
La profesora Sara Vivas en una carta viva recuerda personalmente al maestro eterno, le agradece el amor que tuvo por Venezuela, la obra que nos dejó para que nunca olvidemos la patria de Bolívar y de nuestros libertadores, que hemos tenido a lo largo de nuestra existencia. Es un encuentro con orgullo y aroma de venezolanidad. Con dificultades, muchas, pero también con enseñanzas, evolución y crecimiento. Inmerso siempre nuestra patria chica, la niñez de cada uno de nosotros, al estilo de Mi Infancia y mi pueblo.
La profesora Libertad León González con mucha vehemencia nos hace interpretar con su carta o recorrer a Don Mario, por grandes personajes de nuestra historia como: Don Alonzo Andrea de Ledesma, del tiempo de la colonia, fundador de nuestras ciudades entre ellas Trujillo y Caracas, además héroe de valentía y honor lo relata en “El Caballo de Ledesma”. De la independencia las desacertadas acciones de Antonio Fernández de León, en “Casa León y Tiempo”, en donde el hombre avaro avanza y avanza pero que cuando cae jamás se levanta. A este personaje está la contraparte José Francisco Heredia, el símbolo de los valores de la honestidad, de la justicia, el que prevalece todo el tiempo, su mirada es grande y clara como un gran sol, así está demostrado en “El Regente Heredia y la Piedad Heroica” y no de las tinieblas y la lástima acompañada con el desprecio.
La cátedra libre Mario Briceño Iragorry del Ateneo de Valera sigue caminando, sobre el lomo del pensamiento de Don Mario, con el buen tino por decirlo en criollito, de la profesora Libertad León González; ella dirá cuáles son los próximos recorridos. ¡Un feliz cumple años a Don Mario!
« El silencio labra el instrumento de su triunfo, en espera de la hora propicia para crear una conciencia de unidad que deje comprender, al pueblo que viste en los cuarteles el uniforme del soldado, que ese mismo pueblo que viste en la fábrica el uniforme del obrero y el mismo pueblo que suda en el campo para recoger el menguado pan.» Ideario Político. (1958). Mario Briceño Iragorry.