Representantes del gremio de docentes en el estado Táchira denunciaron que la Zona Educativa en la entidad los quiere controlar a través de un censo vehicular, presuntamente para mejorarles la distribución de combustible, cuando están seguros que eso no ocurrirá.
Al respecto, el vocero de la coalición sindical del magisterio tachirense, José Torrevilla, explicó que este fin de semana a través de un boletín informativo la Zona Educativa Táchira –ZET- envió a los docentes, administrativos y obreros dependientes del Ministerio de Educación, más no a los dirigentes gremiales, una convocatoria para un censo automotor que se realizará en la Escuela Deportiva de la ciudad de San Cristóbal, durante toda la semana.
“Rechazamos este censo porque forma parte de un nuevo mecanismo para control de los docentes y de la población tachirense porque ya llevamos tres mecanismos, primero fue el chip o llamado TAG que no resolvió el problema del contrabando; posteriormente fue la asignación del número de placa y las colas son interminables en las bombas; ahora un nuevo censo para supuestamente resolver el problema de combustible, que sabemos que no se va a resolver porque no hay producción en el país”, manifestó.
Recordó que la Zona Educativa no tiene competencia en la distribución de hidrocarburo en el estado Táchira, y aseguró que este es un nuevo fracaso y una nueva política de control del magisterio. “Llamamos a los docentes a que fijemos una posición clara, la Zona Educativa lo que tiene es que preocuparse por mejorar la planta física de los planteles que están por el piso, a buscarle solución al servicio alimentario escolar y a resolver el problema de los escasos salarios de los docentes, quienes se están yendo del país por eso”, acotó.
José Torrevilla reiteró que este nuevo censo forma parte de una política selectiva, por lo que le exigió al Ministerio de Energía y Petróleo que le resuelva el problema de la distribución de gasolina a los tachirenses, quienes destacó también merecen el trato preferencial que se les da a los habitantes del centro del país, “donde echan gasolina sin necesidad de hacer cola, y sin necesidad de dormir en las calles exponiéndose a la delincuencia”.