Docentes de escuelas y liceos, así como profesores universitarios del estado Táchira emprenderán una serie de acciones para exigirle al poder central un cambio estructural del sistema educativo por cuanto consideran que la educación en el país y en la entidad no es formativa, ni apta para las nuevas generaciones.
José Torribilla, presidente del Sindicato de la Educación del estado Táchira, manifestó que la intención es continuar con las actividades de protesta que iniciaron en los meses de enero y febrero de este año, que por una medida cautelar impuesta por los tribunales de la entidad, los docentes paralizaron.
“En este momento nos encontramos de nuevo retomando las acciones para lo que la próxima semana en la ciudad de Barinas tenemos un pleno zonal del magisterio venezolano, donde se van a introducir un pliego de peticiones ante el Ministerio del Trabajo para proteger a todos estos educadores que ya están en rebeldía y no se han incorporado a sus labores docentes. No es necesario convocar a un paro, los docentes se han incorporado, porque un docente con un salario de 40 mil bolívares no puede hacer nada”, expresó.
Precisó que buscarán llegar con acciones escalonadas hacia un paro nacional en el que participen todos los gremios del país, pues destacó que de nada vale un aumento salarial cuando la realidad económica de Venezuela se lo consume en 15 días. Destacó que la idea es no volver a las aulas si no existe un cambio en el país.
Por su parte, el presidente de la Asociación de Profesores de la Universidad Nacional Experimental del Táchira -Apunet-, Lubin Cádenas manifestó que de acuerdo a un documento publicado en la Universidad de Oriente, un profesor instructor en el año 1976 requería 1.2 días de salario para comprar su canasta alimentaria, mientras que en julio de 2019 requería 498 días, es decir 1.4 años.
“Se han encargado de destruir nuestra universidad, nuestra educación en todos los niveles, desde el prescolar hasta la universitaria. Aquí en el Táchira están unificando los liceos, de dos liceos mandan a dar clase en uno sólo porque no tienen matrícula para atenderlos a los dos, entonces nuestra educación está destruida, y así se pretende con la universidad, que se nos ha destruido en su infraestructura. No tenemos laboratorios para las práticas, nuestros docentes vienen a pie, manifiestan que están pasando hambre y necesidad, algunos hasta con los zapatos rotos”, expresó, al tiempo que afirmó que el gobierno nacional ha convertido el trabajo docente en una forma de esclavitud moderna.
Para el presidente de la Asociación de Profesores de la Universidad de Los Andes -ULA-, Douglas Barboza, el ejecutivo nacional ha implementado políticas que buscan destruir la educación en perjuicio de las nuevas generaciones de venezolanos.
Destacó que el inicio del año escolar ha sido un fracaso total, docentes sin estudiantes, escuelas con infraestructura educativa destruida y abandonada, lo que a su juicio significa que la educación venezolana se avisora como un colapso en el que se destruirán los valores y la razón de ser de la venezolaneidad. “No existirán instrumentos ni útiles necesarios para la educación de las nuevas generaciones”, agregó.