Melbourne (Australia), 21 feb (EFE).- El serbio Novak Djokovic fulminó al ruso Daniil Medvedev (4) al vencerle por 7-5, 6-2 y 6-2, en una final espectacular y demasiado corta , para levantar su noveno título del Abierto de Australia y el tercero de forma consecutiva.
El primer clasificado mundial se recuperó a tiempo de la lesión abdominal que sufrió en su partido de tercera ronda contra Taylor Fritz (27) para abrumar a un Medvedev que llegaba a la cita con una racha de veinte victorias, y con serias aspiraciones.
Djokovic consiguió, de esta forma, su decimoctavo ‘major’ que le sitúa a dos de diferencia con los veinte del suizo Roger Federer y el español Rafael Nadal (2).
Con su victoria, el balcánico se convirtió en el segundo tenista en conseguir nueve títulos de Grand Slam en uno de los cuatro torneos. El primer jugador en lograr esta gesta fue Nadal con su corona en 2014 en Roland Garros.
Por su parte, Medvedev desperdició su segunda oportunidad de conseguir un grande después de su tropiezo en la final del Abierto de Estados Unidos de 2019 ante un Nadal que gracias a la victoria de Djokovic hoy en Melbourne Park conserva su segunda plaza mundial.
Arrancó Djokovic a un ritmo vertiginoso tras colocarse 3-0 por delante en el marcador cuando el público todavía se encontraba accediendo a una pista Rod Laver Arena que se mantuvo a puerta cerrada durante cinco días entre la primera y la segunda semana de la competición como consecuencia del confinamiento en Melbourne.
El primer set fue despiadado con grandes intercambios, sobre todo de revés, pero la eficacia de Djokovic al resto le sirvió para romper la igualada con el 5-5 y apuntarse un primer acto, que luego que acabaría siendo definitivo, porque ahí minó la fortaleza del aspirante.
El moscovita de 25 años no se rehízo y se desesperó con la brillantez de su oponente, hasta el punto de destrozar la raqueta tras impactarla contra el suelo en el último tramo de un segundo parcial que cayó del lado del balcánico por 6-2.
El público intentó traer de vuelta a un desaparecido Medvedev que acarició una temprana rotura que se le acabó escapando y la cual dio alas a Djokovic para cerrar rotundamente el último parcial por 6-2 tras casi dos horas de lucha.
Medvedev puso fin a una meritoria racha de veinte victorias y diez de ellas conseguidas frente a miembros del top-10 que le situó como uno de los tenistas más en forma y por lo tanto “el hombre a batir”, como había asegurado el propio Djokovic en rueda de prensa.
Al ruso le pasó factura la presión añadida que generó tanto su gran estado de forma como las palabras de Djokovic, después de cometer treinta errores no forzados que le condenaron en su intento de destronar al rey del ‘major’ australiano.
Su tropiezo significó otra decepción para una nueva generación que se muestra incapaz de asaltar el dominio de Djokovic, Nadal y Federer en la última década. Por contra, «Nole» de seguir así, incluso podría sobrepasar este mismo año al suizo y al español en la lista de máximos ganadores de títulos de Grand Slam.
Javier Cortés