Todos los factores opositores al régimen de Nicolás Maduro, políticos, empresariales, gremiales, sindicales, movimiento estudiantil, el clero universidades y el ciudadano, expresado en el descontento popular, son, unos más que otros, los responsables que en Venezuela no se haya logrado el cambio constitucional, electoral y pacifico que anhelan los venezolanos como la única solución a la grave crisis económica y social que padecen y que tiende agravarse con la aplicación del denominado por analistas y especialistas en la materia neoliberal paquetazo de Nicolás Maduro, conocido rimbombantemente como programa de recuperación, crecimiento y prosperidad económica.
Comencemos con las organizaciones políticas, las cuales tienen su mayor cuota de responsabilidad, ya que les ha correspondido la dirección y organización política electoral de los factores que han conformado la coalición opositora durante los gobiernos del fallecido Chávez y Maduro. La improvisación, indecisión, interés partidista y personal, han marcado negativamente – salvo algunas excepciones – sus actuaciones y trabajo proselitista después de las elecciones parlamentarias del año 2015. Los errores han superado con creces los aciertos. Poco o nada han hecho para sacar al pueblo de su actual estado depresivo, frustración. Pero lo más lamentable y grave es no haber logrado la Unidad, todo lo contrario, la división se profundiza tanto por sus posturas internas como con las estrategias diseñadas y ejecutadas por el gobierno para tal fin.
Sin luz al final del túnel
Lo sucedido con las elecciones presidenciales – donde algunas organizaciones promovieron la abstención – fue de película, si bien se abrogaron un triunfo, la situación sigue igual o peor sin que se vislumbre una luz al final del túnel. Si desecharon el voto para ese proceso lo lógico sería utilizar otro instrumento de lucha como la protesta de calle, ausente hasta la fecha del escenario político, cuya reactivación será difícil mas no imposible dado lo disminuido del poder de convocatoria de los partidos.
Similar o peor panorama se presenta para las próximas elecciones de concejales pautadas por el Consejo Nacional Electoral (CNE) a celebrase el 9 de diciembre, cuando aun no sean puesto de acuerdo en torno a este proceso. Si no por el contrario, ya mordieron el peine del gobierno, por el simple hecho que algunas organizaciones e individualidades políticas han manifestado su decisión de participar, mientras otras no lo van a hacer. Para el régimen el mandado esta hecho, mientras no se pongan de acuerdo el triunfo esta asegurado. En pocas palabras amigos lectores queda suficientemente demostrado que “la mayor fortaleza del gobierno para mantenerse y eternizarse en el poder es la división en la oposición”.
Capriles, tarde lo reconoce
Leía con detenimiento unas declaraciones de Henrique Capriles donde tardíamente reconoce y admite algo que hemos analizado y alertado sobre que la oposición fue “desarticulada” y que bien vale la pena recordar, cito
“Nos dividieron, desarticularon y hay que asumirlo, porque si no lo asumimos será imposible resolverlo. Nos dejamos desarmar las estrategias y no estuvimos a la altura de lo que esperaba la gente. ¿Pero vamos a paralizarnos? ¿Le vamos a dar esa papaya al régimen en su peor momento? ¿En verdad se pueden hacer llamar “líderes nacionales” quienes, en lugar de construir una salida para todo este desastre, se han puesto a fantasear que presidirán una transición que ni siquiera están ayudando a conjurar. ¡Y lo peor es que se gastan una fortuna en eso, en lugar de sumarse en la labor de hacerle ver a la gente que tenemos que ser gobierno porque además tenemos las soluciones reales al desastre!.
Capriles resaltó que este escenario le recuerda a hechos en 2013, cuando “nadie más quería hacerse cargo de enfrentar una crisis y a más de uno le aparecieron las mezquindades y debilidades. Se paralizaron. Escurrieron el bulto. Y entonces empezaron a hacer más bulla que propuestas”.
“Está visto que en nuestra política, no todo el mundo está dispuesto a hacerse cargo, a dar la cara, a quedarse para decirle a la gente la verdad. Ni en 2013 ni ahora. Sin embargo, tal como en 2013, siempre salen los vendedores de humo a ofrecerle a la gente cosas que no pueden cumplir y que siempre serán eso: humo y fantasía”, sentenció. “Me pregunto dónde aprendieron a hacer política, que creen que con sólo repetir y repetir una mentira construyen algo”, fin de la cita.
La Fuerza del Cambio
Por cierto, desconocemos el propósito y razón que tuvo Henrique Capriles de la inscripción de la organización “La Fuerza del Cambio”. Para el ámbito político, si la estrategia no es por la situación de ilegalidad de Primero Justicia, no cabe duda que la división de este partido es un hecho, dado el liderazgo y apoyo que tiene Capriles tanto a la dirigencia nacional, regional, municipal, parroquial y sectorial como en militantes, simpatizantes y amigos, lo que estaría condenándolo a su mínima expresión.
Del resto de la fuerza opositora
De los empresarios, grandes, medianos y pequeños, a quienes los gremios le ha dado libertad para sus posiciones político-electorales, las mismas en su mayoría han ido en función de las tomadas por los partidos políticos, y por consiguiente, han sido arrastrados involuntariamente, por el sendero de las equivocaciones y improvisaciones.
Sobre el movimiento estudiantil, su lucha ha mermado, es intermitente, su reacción ante la detención del diputado Juan Requenses, llama la atención si tomamos en consideración que su liderazgo emerge del movimiento estudiantil fue presidente de la Federación de Centros Universitarios de la UCV, y el hecho paso desapercibido.
Los gremios profesionales, son contadas las acciones – exceptuando las protagonizadas por los profesionales de la enfermería, que luego se sumaron médicos y demás profesionales y técnicos – Celebramos su participación en el Frente Amplio “Venezuela Libre” mas de allí no hay nada.
Los sindicatos libran una gran batalla, ahora con mas razón ante la tabla de salarizacion, si cada organización sindical la asume cada una por su lado, sencillamente esa y las próximas luchas estarán condenadas al fracaso.
Sobre las universidades y la Iglesia, son instituciones que han sido coherentes en sus posiciones, tal como lo han demostrado cuando han asumido responsabilidades y tareas de lo que fue la MUD, y ahora en el frente Amplio. Esa coherencia los califica – a sus líderes – para dirigir esta lucha que conlleve con el apoyo del resto de los factores al cambio político en Venezuela.
Descontento popular
Por ultimo tenemos, el actor social-político-electoral más importante en esta coyuntura se trata del “descontento popular” que actualmente se ubica en mas del 90%, de cualquier forma como se exprese seria determinante para el cambio, tanto en lo electoral como para ejercer presión popular. Lamentable que ese descontento sea indiferente hasta el punto que antes de dirigir la mirada hacia el verdadero culpable de la crisis lo hace en otra dirección, culpa al comerciante, al transportista, al buhonero, a su vecino, cayendo en la trampa del gobierno de “Pueblo contra pueblo”, caer en ese terreno y alimentarlo es simplemente hacerle el juego y lo peor convertirnos en cómplices de nuestra propia destrucción.