Una escalofriante e intimidante escena despertó ayer a los pobladores del corregimiento de Palmarito (Cúcuta). Los cadáveres de ocho hombres apilados fueron hallados a la entrada de una hacienda de cultivo de palma en la vereda Santa María, a cinco minutos en carro del caserío, reseñó el Diario La Opinión de Cúcuta.
«En el sitio, no había rastros de sangre ni cartuchos de bala esparcidos por el suelo. Las víctimas presentaban impactos de bala, algunas quemaduras en su piel y uno más con el cráneo destrozado», explicó el medio de comunicación neogranadino.
Ninguno de los hombres portaba documentos de identificación y tendrían al menos 48 horas de muertos por el fuerte olor que emanaba de los cuerpos, en proceso de descomposición, y que se incrementaba con el calor producido por los matutinos rayos del sol.
Los soldados del Grupo Maza destacados en el kilómetro 57, antes de llegar a Puerto Santander, tenían los rumores desde la noche del sábado. Sin embargo, fue hasta el amanecer que confirmaron la información, entregada en primera instancia por los campesinos de la zona.
Una vez el Ejército con tropa y tanques cascabel aseguraron el área, en la que operan grupos armados al margen de la ley, ingresaron las autoridades judiciales y delegados de la Defensoría del Pueblo.
Inspección
El coronel José Luis Palomino López, comandante de la Policía Metropolitana de Cúcuta, se trasladó hasta el lugar ubicado en la carretera destapada que va desde la vía Cúcuta-Puerto Santander hasta el sector Agualasal entre La Y de Astilleros y Tibú.
Desde allí, el oficial comandó, con el personal de Antiexplosivos, la revisión inicial de los muertos para descartar que tuvieran algún elemento explosivo, antes de proceder al levantamiento de los mismos, que fueron cubiertos con hojas de palma por los labriegos al estar expuestos al sol.
Con la ayuda de un perro entrenado, los expertos procedieron a mover los cadáveres con lazos desde la distancia, descartando el peligro.
Hablan las evidencias
De acuerdo al coronel Palomino López, los occisos no fueron asesinados en el lugar, sino que fueron presuntamente trasladados desde Venezuela, de acuerdo a las evidencias halladas.
“La primera hipótesis corresponde a que serían integrantes del grupo delincuencial de Los Rastrojos y que tendrían alguna confrontación con sujetos del Eln al otro lado de la frontera. Se están evidenciando las trayectorias y las partes donde fueron impactados”, señaló.
Lo dicho por el mando policial coincide con información entregada por personas de la zona, que habrían escuchado ráfagas de fusil el viernes en la noche, hacia la vereda Vigilancia, próxima a Banco de Arena en zona rural de Cúcuta, que está frente al municipio Ayacucho del estado Táchira, que tiene a la ciudad de Colón como su capital.
Identificación
El comandante de la Policía Metropolitana dijo que por la complexión de las víctimas, se podría decir que todos tenían formación atlética, y muchos de ellos estaban marcados con tatuajes en diferentes partes.
“Se trata de hombres adultos con características fornidas y tienen tatuajes a los cuales se les tomó el registro fotográfico para su identificación”, agregó.
Defensores de derechos humanos denunciaron que este grupo de hombres habría sido trasladado por vía terrestre, al parecer, en una camioneta, y fueron abandonados allí, para desviar las averiguaciones.
La inspección técnica a cadáveres se prolongó por espacio de dos horas, siendo La Opinión el único medio en hacer presencia en el lugar de los hechos.
Personal de la funeraria Nuestra Señora del Carmen llevó a solicitud de las autoridades policiales, cuatro de los cuerpos hasta la morgue del Instituto de Medicina Legal en Cúcuta.
Cinco muertos en Táchira
Autoridades del estado Táchira, en Venezuela, reportaron el enfrentamiento entre grupos armados irregulares en el sector Mata de Curo de la parroquia Rivas Berti del municipio Ayacucho, cerca de la frontera con el corregimiento San Faustino de Cúcuta, que dejaron saldo de cinco fallecidos.
En el lugar se hicieron presentes una comisión de la Policía del Táchira y de la Guardia Nacional Bolivariana, quienes se encargaron del levantamiento de los cadáveres, según se conoció.
Las autoridades del estado Táchira trasladaron los cuerpos de las cinco personas a la Morgue del Hospital Central de San Cristóbal, adonde este lunes se acercaron algunos familiares de algunos de los fallecidos, quienes se negaron a hablar de los sucedido con los periodistas y aún faltaban por identificación varios cadáveres.