Un hombre se desplazó al establecimiento donde las personas suelen ir a compartir tragos y disfrutar de las peleas de gallos que allí se realizan. El individuo, sin pagar entrada para tener acceso al local, sostuvo una discusión con el encargado, no medió palabra alguna con él y le propinó un disparo en la cabeza. Este murió, pero su homicida fue liquidado en la entrada de la gallera por una comisión de la Guardia Nacional que pasaba por el lugar
Los fines de semana son de disfrute y goce para muchos habitantes de la “tierra de la amable libertad”, por ello, bien temprano, como de costumbre; Leoncio Enrique Rondón Sarmiento, de 47 años, se dirigió a su puesto de trabajo, una gallera ubicada en el sector La Platera de la parroquia y municipio Carache. En dicho local, el día domingo se organizaron varias peleas de gallos. Los animales no serían los únicos en recibir fatales lesiones.
Todo transcurría normal dentro del establecimiento, pero a las afueras, había estacionado su motocicleta un sujeto en estado de embriaguez. Este se abalanzaba de un lado a otro, pero se encontraba consciente. Pasó por alto que debía pagar cierta cantidad de dinero para poder ingresar a la gallera y apreciar el espectáculo.
Ante tal situación, Leoncio intentó hablar y mediar con él para que se retirara, pero este sólo lo miró, y mientras lo hacía, introdujo su mano en el pantalón, sacó una pistola 9mm y le asestó un solo disparo que se alojó justo en su cabeza. El sonido del proyectil alarmó a la muchedumbre que se dio cita al lugar y todos se arrojaron al suelo.
El pistolero, tras el ataque, salió despavorido del lugar con el arma en su mano, la guardó y subió a la motocicleta que había aparcado en el estacionamiento del recinto. No le dio tiempo ni de encenderla cuando fue avistado por una comisión de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), este presuntamente accionó el arma contra los castrenses y estos en respuesta lo hirieron. Las balas que recibió el sujeto hicieron estragos en su organismo y falleció en el sitio.
Como Roger Alejandro Godoy Azuaje, de 30 años, fue identificado el ciudadano que le quitó la vida al encargado de la gallera; Leoncio Rondón, un hombre trabajador que deja tres hijos en orfandad y a su esposa, con la cual tenía años juntos. Por otra parte, una fuente oficial aseguró que Godoy ya había atentado contra otras personas en la zona, pero sólo los lesionó, no llegó al extremo de asesinarlos, como lo hizo en este caso.
Fátima Azuaje, hermana de Roger Alejandro, comentó que él estuvo en la noche ingiriendo bebidas alcohólicas junto a unas muchachas en una celebración. “Roger volvió a la casa materna, descansó y luego fue a tomar a mediodía a la gallera, pero no fue hasta las 2:00 pm que me enteré de lo ocurrido”, comentó.
Sorprendida y consternada por la trágica noticia, relata que nunca vio a su hermano con un arma de fuego. “Yo vi cuando la guardia le sacó el arma del pantalón y se la pusieron en la mano para simular el enfrentamiento. A Roger lo mataron de un disparo en la cabeza. Está bien, quitó una vida, pero debían castigarlo de otra manera”, finalizó.
El pistolero se dedicaba a las labores de tierra como agricultor en terrenos que heredó de su padre, dejó un hijo de siete años y actualmente se encontraba soltero, se había separado de la madre de su pequeño. Godoy era uno de los dieciséis hermanos reconocidos del matrimonio de padre y madre, aunque tuvo otra docena más.
Godoy Azuaje tenía dos historiales delictivos ante la Sub Delegación Trujillo del Cicpc, una del año 2012 por lesiones personales y la segunda en 2013 por robo de vehículo.
Comerciante
Leoncio Rondón residía en la urbanización Rodolfo Minumboc del municipio Carache. Este tenía cuatro años trabajando en el local, el cual alquiló y quedó a su resguardo como encargado. A su vez, se dedicaba al comercio por mayor de verduras y hortalizas, sobre todo de repollo, tomate y cebolla. Era conocido cariñosamente como “Leo El Frentón”.