Discurso del periodista Alexander González, ganador de la 1ra edición del Premio Regional de Periodismo “Guillermo Montilla”

El día de hoy nos convoca una situación peculiar a este recinto que conserva tanta historia: la Casa del Periodista “Guillermo Montilla” del estado Trujillo, y léase bien, Casa del Periodista, quiero explicar esa notable distinción.

Comencemos por allí: ¿Por qué es importante el periodismo? Niceto Blázquez en su libro “Ética y medios de Comunicación” nos ilustra que el periodismo es importante como registro histórico, como expresión de la sociedad, como desarrollo del conocimiento y porque fundamenta la libertad de personas y de sociedades.

El periodismo aporta elementos que, a pesar de sus limitaciones en la Venezuela de hoy, contribuyen a la conservación de la memoria colectiva. Pero la más conocida razón de la importancia del periodismo es que, al servir como canal de expresión de la sociedad, impulsa cambios en la historia.

Cada una de sus informaciones tiene un potencial de cambio que, al activarse, le imprime una dinámica de desarrollo a la vida social, es la razón que recordó Gabriel García Márquez al vincular lo mejor de la actividad periodística con la posibilidad de cambiar algo todos los días.

Por ello hoy más que nunca defendemos el ejercicio legal de esta ardua responsabilidad. Las informaciones diarias son apenas un primer elemento que, cuando se procesa mediante la crítica, la contextualización, los antecedentes, la proyección del hecho y la confrontación de fuentes, convierten la información en conocimiento. En otras palabras, es ciencia, es método científico, eso es periodismo, y eso sólo lo enseña la academia.

Por eso creo que quien goza de poder le teme a ese conocimiento científico porque es la base de la libertad. Una sociedad no puede ser libre si no conoce diversidad de ópticas de lo que sucede. En efecto, cuando se conoce bien lo que pasa, las decisiones se toman en libertad. En cambio, cuando no hay ese conocimiento, sociedades e individuos son manipulables. El periodismo es importante porque contribuye con su tarea, al fortalecimiento y ejercicio de la libertad.

La importancia social del llamado “cuarto poder”, a quien algunos preferimos llamar “contrapoder”, no es otro que el de la opinión pública generada por los medios de comunicación social, por periodistas. Los redactores del código de Dakota del Sur eran muy conscientes de esto cuando escribieron estas palabras:

“La profesión periodística es la fuerza más grande a la hora de influir en el pensamiento humano”.

Como ustedes bien saben, este año me han llamado de distintas maneras por ejercer el contrapoder, sano en cualquier democracia. Lamentablemente gran parte de la región latinoamericana está compuesta por países con “democracias” bastante débiles; Estados que – en algunos casos – tienen normalizado el abuso de poder, y por ello los procesos de control son lentos o hasta nulos.

Insisto, el Periodismo en sí en una herramienta fundamental para el ejercicio de la democracia, es una forma de hacer balance entre los poderes establecidos, y no me refiero sólo al político, al económico y hasta religioso también. De allí la importancia de su libre ejercicio, en el marco de su reglamento legal, por su puesto.

Pensadores – de esos a los que valen la pena prestarle atención – han dicho que el Dios que nos dio vida, al mismo tiempo nos entregó libertad. El hombre nace libre y la libertad y la felicidad del hombre deben ser los únicos objetivos de un gobierno que vela por el bienestar de sus ciudadanos.

Los Periodistas, con “P” mayúscula, somos fieles creyentes de la existencia de derechos que no se entregan a nadie: como el de pensar, el de cuestionar libremente. Nos insistía la profesora Teresita Jiménez en la academia Ulandina: “Si tu mamá dice que te ama, verifícalo”. Eso resume hasta dónde puede llegar nuestra condición de verificar cualquier aseveración.

A estas alturas de la vida republicana venezolana, voy a “pecar” intencionalmente por ingenuo al pensar que funcionarios públicos “olvidan” esa función (ya expuesta) del Periodismo, muy distinta – por cierto – a la de los publicistas, relacionistas públicos, aquellos cuyos compromisos son distintos a los de un Periodista, y hay quienes parecen ignorar estas diferencias.

Hay quienes creen que la ignorancia – alimentada por la mala intención – es el origen de toda maldad. Si sumas ignorancia con libertad, tendrás caos. Si sumas ignorancia con dinero, obtendrás corrupción. Si sumas ignorancia con pobreza, tendrás crimen. Si sumas ignorancia con religión, nace el terrorismo. Si sumas ignorancia con poder, el resultado será tiranía.

Un buen antónimo de ignorar es aprender. Y una de las funciones del Periodismo también es educar. Y hablando de eso, aprendí de Herbert Spencer algo bastante propicio para la coyuntura que ha dominado gran parte de la atención pública este año: “El objeto de la educación es formar seres aptos para gobernarse a sí mismos, y no para ser gobernados por los demás”. Por eso decía Thomas Jefferson: “Estoy a favor de la libertad de prensa y contra toda violación de la Constitución para silenciar mediante la fuerza y no la razón, las quejas, críticas, justas o injustas, de nuestros ciudadanos contra la conducta de sus gobernantes”.

Este año estamos aquí en parte por esas razones expuestas. Quienes dicen gobernarnos, ebrios de poder, negaron un espacio ciudadano a Periodistas, como lo es el salón de sesiones del Concejo Municipal de Valera, que no le pertenece a ningún partido político, sino a los valeranos.

Sin embargo, el venezolano es consciente de ver en las dificultades una oportunidad para mejorar. Por valoro la propuesta de institucionalizar nuestro 27 de junio. Independizarlo de los factores de poder. Creo que ha llegado la hora de que sea el mismo Colegio Nacional de Periodistas el que organice y desarrolle su festividad sin ataduras a instituciones secuestradas por la ideología.

Desde ya, hacemos del conocimiento a la sociedad civil, la creación e institucionalización del galardón anual (que se debe fortalecer y nutrir) de “Premio regional de periodismo Guillermo Montilla”, en honor a ese insigne baluarte del periodismo trujillano, para reconocer el trabajo de los colegas de esta tierra – que si algo sabe hacer – es historia, esa que perdura y nos hace sentirnos orgullosos de nuestro gentilicio.

Por eso estimados colegas, amigos, familiares, compañeros y demás personalidades presentes, cuando pretendan vilipendiarnos por aferrarnos a estos principios de los cuales he hablado hoy en este recinto, les sugiero recordar lo siguiente: hay insultos que honran.

Este año nos han dicho de todo, pero aquí seguimos, con la frente en alto.

¡Muchas gracias!

Resumen curricular del periodista Alexander José González Pérez CNP 25.770, ganador de la 1ra edición del Premio Regional de Periodismo “Guillermo Montilla”

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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