Por Wincarlys Ramos / Crónica Uno
Caracas. Faltan 72 días para que el director de FundaRedes, Javier Tarazona, cumpla tres años detenido. Aún sin ser juzgado. A lo largo de ese período se interrumpieron dos juicios en su contra. El tercer intento de juicio comenzó en diciembre de 2023.
El retraso procesal en su caso lo originan diversos factores, principalmente la falta de traslados desde la sede del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin), en El Helicoide –lugar donde se encuentra recluido– hasta los tribunales. También se le atribuye a la ausencia de las autoridades en los días de audiencias.
“Seguimos rogando al presidente Nicolás Maduro, al Ministerio Público, a la Defensoría del Pueblo, la gestión de una medida humanitaria para Javier. No es justo que ya tengamos cerca de tres años en este proceso tan doloroso para la familia, que nos ha dejado muy afectados tan solo por ejercer la defensa de los derechos humanos”, expresó su hermano, José Rafael Tarazona.
A Javier Tarazona lo detuvieron el 2 de julio de 2021, junto con su hermano José Rafael Tarazona y Omar de Dios García, todos integrantes de FundaRedes.
Ese día se dirigieron al Ministerio Público en Coro, estado Falcón, para denunciar la persecución que sufrían por parte de funcionarios de seguridad del Estado. Los tres estuvieron al menos 24 horas bajo desaparición forzada.
A los tres les imputaron por los presuntos delitos de traición a la patria, incitación al odio y terrorismo. No obstante, el 26 de julio de 2021 excarcelaron a José Rafael y a Omar de Dios con medida cautelar de presentación periódica ante los tribunales cada 15 días, con prohibición de salida del país y presentación obligatoria a cada audiencia de juicio.
José Rafael contó que no existen elementos de convicción que los vincule con los delitos de los que se les imputa.
“Todos estos órganos de prueba son actas policiales sin ningún elemento de convicción, simplemente son actas para alargar y dilatar el proceso de juicio”.
Este retardo procesal también afecta al sargento segundo de la Guardia Nacional Bolivariana Larry Osorio, a quien detuvieron un mes después de los hermanos Tarazona. Lo relacionaron con el mismo caso.
Múltiples patologías
Tras el arresto de Javier sus patologías aumentaron. Debe tomar 19 medicamentos diarios para controlar los síntomas. Padece de hipertensión, arritmia cardíaca, insuficiencia venosa grado II, psoriasis, obesidad mórbida, fibrosis pulmonar y tiene fisuras en el recto, resistencia a la insulina, rinitis crónica, colon irritable, episodios de asma, pánico y ansiedad.
Mensualmente su familia puede gastar cerca de 200 dólares para adquirir los medicamentos.
Por tal razón en varias oportunidades solicitaron una medida humanitaria a favor de Javier y ante instancias del Estado venezolano que le permita, en libertad, recuperar su salud.
Instancias internacionales como el Alto Comisionado de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, la Misión de Determinación de Hechos para Venezuela de las Naciones Unidas, el Grupo de Trabajo de Detenciones Arbitrarias, Desapariciones Forzadas y la relatoría especial de defensores de derechos, como Amnistía Internacional, solicitaron al Estado la liberación inmediata de Javier Tarazona por ser calificado de prisionero de conciencia.
“La disposición de Javier como activista de derechos humanos siempre a favor del diálogo y la reconciliación nacional, cualquier medida que provoque una excarcelación de Javier Tarazona es aceptada incluso una expatriación que garantiza el resguardo de su vida”, dijo José Rafael.
La Misión de Determinación de los Hechos denunció el cierre del espacio cívico en el país, así como la persecución a la disidencia, defensores de derechos humanos, activistas, periodistas y opositores.
Según Foro Penal, en Venezuela hay 269 personas detenidas por razones políticas. 20 son mujeres y la mayoría son militares (147).