En comunicado de prensa la integrante de la junta directiva del Colegio de Profesores de Venezuela, seccional Trujillo, Ghioconda Pérez, señaló que con el arranque del nuevo año escolar ya no se percibe la emoción que históricamente representa en vista de la cantidad de problemas en que el sector educativo esta sumergido por la situación de crisis que vive el país.
Pérez en conjunto con otros integrantes del CPV como lo son Mary Cruz Cañizales, María Ramírez, Betty Cañizales, Rafael Durán, Linmar Briceño, Josefina Rondón e Iraly Guerrero explicaron que la crisis económica del sector educativo se traduce en la evidente decadencia que están las escuelas, “un ejemplo del caso es la escuela de Monte Carmelo donde los niños no cuentan con su sede y reciben clases en la posada del pueblo, en garajes y otros improvisados lugares cedidos por algún vecino del plantel, no hay dotación de materiales ni didácticos, ni de oficina y mucho menos de limpieza, pues son los mismos docentes, administrativos y obreros que aportan gran parte de este material para que medianamente funcione la institución”.
Por otro lado apuntaron “el Servicio de Alimentación Escolar (SAE) “sigue ofreciendo baja calidad nutricional a los estudiantes afectando directamente el desarrollo físico, su desempeño académico y su salud, grave problema que afecta a los venezolanos y hace aún más vulnerable a los niños, niñas y adolescentes como nuevas generaciones”, asimismo aseguraron que otra grave consecuencia de la crisis económica, social y educativa que se ha hecho muy evidente es la deserción escolar “aún cuando las cifras oficiales son un secreto de estado para el ente educativo basta con ver la reducción de secciones en los planteles educativos y la baja matricula por sección, muy evidente es el liceo Rafael Rangel que llegó a tener 15 secciones de quinto año”.
Cambio sin consulta
Los profesionales de la educación explicaron que se han dado cambios sin ningún tipo de consulta y análisis en cuanto al currículo de media general “aumentaron las horas de clases de 1ero y 2do año a 44 horas académicas y a 46 horas para 3ero, 4to y 5to año, es importante reflexionar si las escuelas y los liceos están en las condiciones para cumplir con este incremento de horas de clases y qué se hará con los planteles de doble turno, en cuanto al problema de transporte y de inseguridad será pertinente que los estudiantes lleguen aún más tarde a sus hogares y hasta el momento no está claro en que se va a invertir esas horas de más”.
Ante todo esto expresaron “sugerimos analizar sin coaccionar respuestas y preferencias que es lo que los jóvenes realmente quieren y necesitan aprender y hasta qué punto los docentes de las cátedras habituales pueden satisfacer ese requerimiento. El tiempo nos da la razón, a los gremios en cuanto al retroceso educativo que representaba al fusionar o restar importancia en áreas de matemática, física, química y biología que deben estar por separado en el currículo escolar con la importancia para el nivel superior u universitario que estas requieren.