Caracas, 24 feb (EFE).- El primer vicepresidente del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y número dos del chavismo, Diosdado Cabello, acusó este sábado a la oposición de pagar a personas para «ponerlos de carne de cañón» y «generen violencia» en el país.
«¿Qué está haciendo la derecha? (…) Ellos les pagan (a motorizados) para ponerlos de carne de cañón y que generen violencia contra el resto de la población. No caigan en esa trampa, (…) mañana los que hoy les pagan una miseria de lo que se roban los van a dejar solos», dijo en un acto en el estado Monagas (este), donde fueron juramentadas 1.416 ‘Unidades Populares para la Paz (Uppaz)’.
A juicio del dirigente chavista, la oposición busca «ocultar su fracaso con violencia», por lo que pidió a las Uppaz defender el territorio y garantizar la paz.
«Este país se va a mantener en paz, quiera la oposición o no quiera. (…) Ocultan su incapacidad, ocultan su fracaso con violencia, no tienen otro argumento, por eso andan contratando gente para generar violencia», dijo Cabello.
En este sentido, aseguró que el chavismo sabe «quiénes son los que pagan», que «después se declaran perseguidos políticos».
«Conocemos a todos los que pidieron sanciones, no vayan a chillar, no vayan a chillar, traidores a la patria, vendepatrias, no vayan a chillar porque sabemos quiénes son. (…) Si ellos piden invasiones, (…) vamos por los que están pidiendo invasión contra nuestro país», agregó el también diputado.
El miércoles, el partido opositor Vente Venezuela, liderado por la candidata de la principal coalición antichavista a las presidenciales de este año, María Corina Machado, denunció que el Gobierno de Nicolás Maduro «pretendía cerrarle el paso» a Maturín -capital de Monagas- a la exdiputada, quien llevó a cabo esta semana una gira por el este del país.
En enero, el Gobierno, tras denunciar conspiraciones que incluían el asesinato del presidente Nicolás Maduro, activó la ‘Furia Bolivariana’, un plan para «defender el derecho a la paz» que, sin embargo, preocupa a ONG y opositores, quienes alertan de un «recrudecimiento» de la «represión y la persecución» política, a meses de las presidenciales, aún sin fecha definida.
El pasado 7 de febrero, decenas de chavistas atacaron, «con palos y piedras», a simpatizantes de la exdiputada liberal en un acto a las afueras de Caracas, mientras la Policía, que «estaba presente, con su inacción, amparó» a esas personas, según denunció entonces la dirigente opositora, quien se encontraba en el lugar, aunque resultó ilesa.