Londres, 5 abr (EFE).- La irrupción de Diogo Jota es de las pocas noticias positivas que el Liverpool ha recibido esta temporada. Llegó del Wolverhampton Wanderers por 40 millones, brilló en el principio de campaña, se lesionó de gravedad y ahora es el gran puñal con el que cuenta Jürgen Klopp para dañar al Real Madrid.
El portugués, uno de los tantos representados por Jorge Mendes que se revalorizó en Inglaterra a través del Wolves, es el revulsivo que necesitaba el Liverpool en ataque. Sus dos apuestas en verano fueron Thiago Alcántara en el centro del campo, con aún mucho que demostrar, y Jota en la delantera, y el pequeño atacante se ha salido en lo poco que ha podido jugar.
Porque comenzó el año muy enchufado, supliendo las carencias de un equipo que ya daba signos de agotamiento. En sus ocho primeros partidos de Premier marcó cinco goles, todos ellos decisivos para mantener al Liverpool en la carrera por el título, de la que más tarde se caería con estrépito. Le frenó en lo personal una lesión de rodilla que le apartó de la competición desde diciembre hasta marzo.
Jota, que tuvo un paso efímero por el Atlético de Madrid entre 2016 y 2018, puede partir como extremo, para dar descanso a Mohamed Salah y Sadio Mané y es la posición que más utilizó en sus tiempos con el Wolves, cuando el ‘nueve’ lo regentaba Raúl Jiménez.
Pero en el Liverpool ha tenido que asumir la función de ser el delantero principal y esa sería la labor que le tiene reservada Klopp este martes. El alemán se debate ahora entre dos opciones. Dar la titularidad a la tercera pata del tridente, a un Roberto Firmino que volvió ante el Arsenal con más sombras que luces, después de tres partidos fuera por lesión, o meter a un Jota que viene en racha con tres goles con Portugal y un doblete ante el Arsenal.
Firmino es el conector, el que combina con Mané y Salah. No es un goleador y nunca ha destacado por sus cifras de cara a puerta, pero actúa de enlace, como si fuera un centrocampista más, como si fuera el ’10’ del equipo. Incluso Klopp, aún a sabiendas del mejor estado de Jota, puede meterle de inicio para explotar la gran característica de Jota, su explosividad y revolución.
Lo mostrado ante el Arsenal es el mejor ejemplo de lo que es Jota. Salió en el minuto 61 con 0-0 y en el 64 puso por delante al Liverpool con un cabezazo. No es su mejor virtud el remate de cabeza, pero Jota además de revulsivo es multiusos.
Si Klopp no juega con él de inicio será un aviso para el Real Madrid del cambio de ritmo que sufrirá el encuentro cuando Jota caliente en la banda y se prepare para salir. Es el as que guarda el alemán y cuya actuación puede decantar una eliminatoria cuyos focos han pasado del ‘pique’ Sergio Ramos-Salah, al pequeño extremo portugués.