Eduardo Viloria/DLA.- Una información procedente de la Vicaria Diocesana para las comunicaciones sociales de la Iglesia Católica en Trujillo, donde está el presbítero José Magdaleno Álvarez, señala que el pasado viernes 2 de Febrero durante una emotiva y solemne ceremonia litúrgica, el Obispo de Trujillo Monseñor José de la Trinidad Fernández Angulo, confirió el orden sacerdotal a cuatro jóvenes diáconos trujillanos, ceremonia en la que estuvo acompañado en la fiesta eucarística cumplida, por Monseñor Raúl Biord, Obispo de la Guaira, contándose además con la presencia, de unos 50 sacerdotes de la región.
La celebración coincidió con la Fiesta de la Presentación del Señor en el templo y Día de Nuestra Señora de la Candelaria, siendo oficiada una misa concelebrada que comenzó a las 10:30 de la mañana y se prolongó hasta pasado el mediodía.
Señala la información, que la Catedral Nuestra Señora de la Paz de la ciudad capital, Trujillo recibió las numerosas delegaciones parroquiales, familiares y feligresía que se concentraron desde tempranas horas en el sagrado lugar, para estar presentes en la hermosa celebración, que estuvo acompañada armónicamente con los cantos litúrgicos del Coro Santiago Apóstol y El equipo Pastoral Litúrgico y alumnos del Seminario que cumplieron con el ceremonial previsto.
Vivir la vida con amor
Visiblemente emocionado el obispo Diocesano José de la Trinidad Fernández Angulo, manifestó su regocijo por tan significativa ocasión eclesiástica para Trujillo, destacando la presencia de su hermano en el Episcopado Monseñor Raúl Biord, Obispo de La Guaira, con cuya Diócesis, la iglesia trujillana mantiene estrechos vínculos de colaboración pastoral, pues varios sacerdotes de la entidad, prestan sus servicios en la circunscripción eclesiástica mencionada.
En mensaje alusivo a los cuatro diáconos, el Obispo de Trujillo exhortó a los ordenados, a ser sacerdotes con una vida intensa y plena, pero novedosa, donde debe estar presente “amar con ternura, practicar la justicia y caminar humildemente con Dios en la Historia”.
La vida de los diáconos que ahora ordenare sacerdotes, precisó el pastor de Iglesia de Trujillo; Darwin Paredes Briceño, Eduard Morales Araujo, Jesús Manuel Mendoza Briceño y Kevin Vivas Pérez, han de vivir con amor indiviso, con la capacidad de realizar propuestas que nos haga una Iglesia que ofrece un estilo de vida al modo de Jesús, lo cual hace que muchos encuentren la luz que guía nuestros pasos, por caminos de paz y justicia, dijo el Pastor Diocesano.
Se refirió el Obispo Trino Valera, a la celebración litúrgica del día, específicamente a la presentación del señor en el templo y a los pasajes bíblicos, que en la misa se proclamaron, para insistir en que la vida de todos cristiano y muy particularmente a la de los pastores, debe vivirse al estilo de Jesús.
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-Los sacerdotes, dijo, configurados con Cristo buen pastor, deben estar en medio de su pueblo para acompañarlo y animarlo en la fe, para que cada uno tenga un encuentro personal con Jesucristo, luz del mundo; por ello los ministros deben practicar los valores de la misericordia, cercanía, humildad, afabilidad y comprensión, pidiendo siempre a Dios poder mantenerse en la fe y en el amor, para cual solicitó a los presentes orar constantemente por sus sacerdotes.
Entusiasmo y compromiso
Señala la nota de la Vicaria Diocesana de la región, que el ambiente que se percibía en la catedral de Trujillo era de devoción, notándose la gratitud. Los feligreses provenientes de varias ciudades del estado, ocuparon todos los asientos disponibles, debiendo muchos permanecer de pie durante la ceremonia.
Con reiteradas menciones, el Obispo oficiante, agradeció la presencia de los párrocos de donde procedían los nuevos Sacerdotes; Nuestra señora del Carmen de Sabana de Mendoza; Nuestra Señora de la Candelaria, de la Urbanización La Beatriz de Valera; San Genaro en el municipios Carvajal y San Rafael de Cuicas, municipio Carache, destacando también el oficiante las parroquias donde los ya sacerdotes estaban laborando como diáconos; La Coromoto en Boconó; San Jacinto de Trujillo y Nuestra señora de La Paz en Monay, y de la Guaira donde seguirá prestando servicios sacerdotales uno de los ordenados.
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Después de la Consagración
Señala la información en detalles, que la ceremonia litúrgica transcurrió devotamente organizada, según el ritual romano, después de la proclamación del Santo Evangelio. Una vez consagrados los nuevos sacerdotes y revestidos con sus respectivos ornamentos sacerdotales, subieron al altar mayor como concelebrantes junto al Pastor Diocesano.
Los neo sacerdotes distribuyeron a sus familiares y fieles la sagrada comunión. Después de que el Obispo hiciera la oración poscomunión, uno de ellos el padre Eduard Morales, pronunció la acción de gracias en nombre de sus hermanos señalo. “Como no alabar y bendecir el nombre del Señor que se ha valido de estos vasos de barro, frágiles, para ser depositarios de tan grande ministerio” dijo el sacerdote, También agradeció la confianza del Obispo Diocesano y elogio la tarea formativa del equipo de sacerdotes del Seminario Diocesano Sagrado Corazón de Jesús de Trujillo, representado dignamente por el presbiterio Rubén Delgado, actual rector de la institución y Vicario General de la Diócesis.
Intervención del obispo de La Guaira
Monseñor Raúl Biord destacó el compromiso misionero de Trujillo, manifestando su regocijo como participante de la solemne ceremonia, pues según contó, hace unos cincuenta años, asistió como monaguillo a la iglesia catedral junto a su tío, el entonces obispo coadjutor de Trujillo y luego Cardenal de la Iglesia, Monseñor Rosalio Castillo Lara. En aquella época, dijo el obispo, la gran mayoría del clero diocesano provenía de España, Italia, Colombia y algunas órdenes religiosas, mientras que actualmente, la diócesis trujillana no solo está dotada de sacerdotes propios, sino que colabora con otras iglesias particulares como es el caso de La Guaira donde sacerdotes de Trujillo tienen a su cargo dos parroquias de las montañas Varguenses: El Junquito y La Peñita.
Antes de la bendición solemne, se realizó el emotivo momento en que cada uno de los neo sacerdotes se acercó ante sus padres, solicitándoles su bendición y a la vez impartirla sobre ellos, como su primera bendición sacerdotal. Finalizada la Santa Misa, los presentes, al final de la ceremonia, se acercaron al altar para felicitar a los nuevos sacerdotes.
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