Dimitri Briceño en tiempo de transición | Por: Pedro Frailán

 

Yo recuerdo el 15 de diciembre del año 1957,  el año del plebiscito que el voto se ejerció  por medio de dos tarjetas: una azul que favorecía al gobierno y una roja a la oposición.  La finalidad que tenía esta consulta era la continuidad del régimen de Marcos Pérez Jiménez; mi papá, Mario Briceño Perozo, era juez de familia  en Caracas, venía de ser juez superior de Falcón.

Había una represión brutal por parte del régimen, a más de un mes de las elecciones seguían persiguiendo a los empleados públicos para que le entregaran la tarjeta sobrante del pasado referéndum y así confirmar por quien habían votado. Al juzgado de mi papá llegaron a realizar aproximadamente el 20 o  21 de enero esta inspección arbitraria por parte del gobierno. El Dr. Briceño Perozo se molestó y no permitió argumento que por honor y al magisterio del  Poder Judicial  a su despacho se oponía a esta acción  dictatorial.

El Ministro de Justicia, Luis Felipe Urbaneja, llamó mi papá y le dijo  que esa política no era de su despacho,  sino que la orden provenía del Ministro de Interior, Laureano Vallenilla Planchart. A los pocos días cayó el gobierno de Pérez  Jiménez, la revuelta fue grande, yo  presencié  linchamientos de los miembros de la Seguridad Nacional que quedaba un sede por las cercanías del hoy hotel Alba, muchos brotes de violencias aplicados por un Tribunal popular por las cercanías del Parque Carabobo.

El día 25 de enero desde el Palacio de Miraflores nombran a mi papá gobernador de Falcón ya que él había sido  Juez Superior. Pero por recomendación de Wolfgang Larrazábal, por ser trujillano, era mejor que viniera a su estado natal. Cuando llegamos al Palacio había dos grupos de trujillanos presionando; uno de Valera apoyaban a Sánchez Pacheco, los de Trujillo a un Gabaldón. Al vernos nos preguntaron que hacíamos ahí, se le respondió  que con la finalidad de fundar un fondo editorial de biblioteca de autores trujillanos.

Al pasar nos recibió el Dr. Numa Quevedo, Ministro de Relaciones Interiores, el Presidente Larrazábal conoció al nuevo gobernador y le dijo en Trujillo la cosa esta revuelta, los nombramientos se confirmaron por Radio Continente. Al salir del palacio los grupos de trujillanos volvieron a preguntar de su asistencia, se volvió a dar la misma respuesta de entrada. De ahí se montó en un avión fletado para Trujillo.

El comandante de la guarnición, el Teniente Coronel José Gregorio Sánchez, se mantenía en resistencia al jefe de la Seguridad Nacional Aparicio Hernández. En la esquina de la calle Comercio con la avenida Independencia daba órdenes pero nadie se las obedecía, le contestaban con un saludo.

Don Atilio Araujo le hizo entrega al Dr. Briceño Perozo, recuerdo algunos directores: Segundo Barroeta, Director de Sanidad (comunista); Albano Pardi, Director de Política (urredista); Director de Administración, Julio González Pérez, no recuerdo su afiliación política; Director de Educación, Juan Canelón Cestari (adeco); Prefecto, Don  Alberto Briceño Márquez; Jefe de la policía, Francisco Carrillo.

La residencia del gobernador Araujo  estaba en la calle Comercio vía a la cruz verde, en donde hoy es un minicentro comercial de nombre Macarena. Nosotros alquilamos una casa grande en las Araujas porque antes se arredraban  esas  residencias. Hasta que Alejando Sánchez Cortes le compró lo que hoy es la residencia oficial de los gobernadores al Dr. Jesús Falcón Campins y a la Dra. Dora Maldonado de Falcón que fue su residencia familiar y la habían construido.

En el transcurso de los días se recibió a Don Mario Briceño Iragorry, se le hizo un buen recibimiento y homenaje en la Plaza Bolívar, hubo buena participación. Para esos días estaba en construcción la nueva sede del Ateneo que hoy es la actual y la escuela de al lado, el ejecutivo sugirió el nombre del Dr. Briceño Iragorry. Pero él no aceptó, sugirió nombres de otros destacados hombres que incluso que ya habían muerto.

En la plaza se ofreció un concierto por parte de la Banda del Estado dirigida por José Ramón Aranguren. En el repertorio se ejecutaron algunas obras musicales entre ello a Tchaikovsky 1812. Don Mario Briceño Iragorry le  preguntó al gobernador Mario Briceño Perozo, a su tocayo como solían decirse, por qué colocaron tanta música para muertos. Cosas de la vida a los pocos días moría Don Mario Briceño Iragorry es cuando se toma la decisión de colocarle su nombre a la nueva escuela.

Finalmente recuerdo que en este corto periodo se realizaron muchas acciones culturales, sociales, obras de ingeniería y se daba inicio al nacimiento de la democracia representativa. Incluso Rómulo Betancourt en un telegrama le decía que lamentablemente no lo dejaba en el cargo porque ya tenía un compromiso político pero le agradecía su trabajo por el estado y el país y nombró a Luis La Corte. Siendo gobernador impartió clases en el liceo Cristóbal Mendoza la materia de Moral y Cívica…

 

 

 

 

 

 

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