Eduardo Viloria/DLA.- Hasta los momentos no ha sido posible que los representantes de los organismos que tienen que ver con la dotación de agua en los hogares en la región, se hayan dado por enterados de la crítica situación que atraviesan los pobladores de la parroquia Junín, municipio Sucre donde escasea este preciado líquido desde hace 17 meses, por haberse dañado uno de los motores que permite el bombeo del agua hacia los hogares, motor reparado que ya está en poder de los vecinos, después de unos últimos ajustes que están dispuestos a poner a funcionar, dijo ayer Pedro Daboín, dirigente comunitario del Kilómetro 23, quien ha venido reclamando, mes tras mes, la reparación y puesta en funcionamiento del pozo que tiene sin agua al 70 por ciento de la población.
Abundante basura
Pero no solamente de escasez de agua sufren los vecinos de la parroquia Junín, sino que para completar tienen para dos años que no va el camión recolector de basura por la parroquia, encontrándose en cualquier lugar un bote de basura, optando muchos por quemarla, lo que es sumamente peligroso en estos tiempos de Pandemia, por el humo que despiden estos vertederos improvisados, cuando agarran candela.
Producto de esta situación de desechos sólidos en todas partes, nuestra plaza principal está llena también de basura, lo cual no importa al Alcalde y concejales del municipio, dijo Pedro Daboín al despedirse.