Redacción internacional, 14 nov (EFE).- El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, se sumó este domingo a una iniciativa «antiimperialista» en La Habana convocada en la víspera de la marcha disidente del 15N de este lunes.
La concentración fue convocada por colectivos progubernamentales en el Parque Central capitalino y se denomina «Los pañuelos rojos» pues han elegido este identificativo frente a la ropa de color blanco que identifica la protesta disidente.
Díaz-Canel saludó a decenas de jóvenes que lo recibieron coreando lemas, participó en una sentada, compartió una actuación musical y se hizo selfies con varios de los presentes, según imágenes ofrecidas por medios oficiales.
«Miembros de varios colectivos y líderes de la sociedad civil protagonizan una acción antimperialista en desacuerdo con las prácticas de guerra no convencional ejecutadas contra la paz en Cuba», escribió en la red social Twitter el presidente cubano.
Los organizadores del acto progubernamental aseguraron que su objetivo era protestar contra las políticas de Estados Unidos contra Cuba, entre ellas el embargo, y negaron que la iniciativa sea una respuesta al 15N.
«La sentada no es una respuesta específica al 15N, aunque a algunos participantes los haya movilizado la necesidad de responder a ese suceso», se asegura en un documento repartido por los organizadores y citado por el diario «Granma», órgano oficial del Partido Comunista de Cuba (PCC, único legal).
Mientras Díaz-Canel se encontraba en el Parque Central de La Habana, agentes de la seguridad del Estado rodeaban la casa de Yunior García Aguilera, líder del grupo convocante de la marcha del 15N.
García Aguilera había anunciado su intención de marchar este domingo, en la víspera del 15N, solo, de blanco y con una flor, por el centro de La Habana.
A mediodía, según pudo observar sobre el terreno la Agencia Efe, aún no había salido de su domicilio. Varios equipos de periodistas estaban apostados en el exterior, aunque obligados a situarse a cierta distancia.
Díaz-Canel ha acusado a Estados Unidos de estar detrás de la protesta del 15N y de seguir una «estrategia imperial» en la isla. El Gobierno cubano no ha autorizado la protesta.
Archipiélago, el colectivo de artistas que ha convocado la marcha de este lunes, ha negado en repetidas ocasiones cualquier vinculación con Washington.