Devoción al Sagrado Corazón de Jesús por parte del doctor José Gregorio Hernández y su familia | Presbítero José Magdaleno Álvarez

 

Presbítero José Magdaleno Álvarez*

Hemos expuesto, en el Santuario de Isnotú, una bella y grande imagen de madera del Sagrado Corazón de Jesús.  En nuestra investigación y documentación del patrimonio local, hemos descubierto que dicha imagen fue donada por la hermana del beato,  Josefa Antonia Hernández, para la antigua iglesia de Nuestra Señora del Rosario de Isnotú, construida donde hoy está la plaza en homenaje al doctor  Hernández.

Tras su muerte, ocurrida en enero de 1907, cuando tenía  34 años de edad,  (por voluntad expresa suya antes de morir), se vendió un terreno  de su herencia en San Juan de Isnotú y  se compraron imágenes y objetos religiosos para el templo.  En el piso de ese templo estaban  (y aún hoy es lugar de camposanto) los restos de sus queridos padres Josefa Antonia y Benigno.  Josefa Antonia fue la hija menor de ambos. No conoció a su progenitora porque a los tres días de nacida élla, falleció su mamá. Las diligencias para vender los terrenos, comprar las imágenes y donarlas al templo fueron hechas por su hermano César. La imagen fue bendecida por el obispo de Mérida durante una visita pastoral del año 1910.

Pero las referencias sobre la devoción al Sagrado Corazón de Jesús en la vida de doctor José Gregorio y su familia, es amplísima. Por ejemplo, el librito que él copio de su puño y letra el 28 de junio de 1876, titulado Modo Breve y Fácil para Oír Misa con devoción (del obispo de Mérida) finalizaba con una bella oración titulada Visita al Sagrado Corazón de Jesús. José Gregorio conservó este folleto durante toda su vida. Muchísimas veces recitó dicha oración.

Recién graduado de médico y durante su estancia en Isnotú -años 1888/1889- pintó con los materiales que podía reunir, dos cuadros: uno del Sagrado Corazón de Jesús y otro de Nuestra Señora del Sagrado Corazón, los cuales regaló a su querida cuñada Dolores de Hernández (la esposa de César).

Otro dato confirma la devoción: Estando en La Cartuja de Farneta,  (Lucca, Italia, 18 de noviembre de 1908) escribía, entre otros consejos a su familia.

¿Cuántas veces el doctor José Gregorio Hernández practicaría los nueve primeros viernes de mes? Esta es una de las prácticas vinculadas a la devoción al Sagrado Corazón de Jesús. Consiste en confesarse, participar de la Santa Misa y comulgar, durante nueve primeros viernes seguidos. Esta devoción puede hacerse repetidamente.

Otro ejemplo de esa tierna y profunda devoción a Jesucristo la encontramos en el Libro Nuestro Tío José Gregorio, Tomo I, páginas 1273-1275:   En el mes de junio de este año -1915- se efectuó en el hogar de José Gregorio la entronización del Sacratísimo Corazón de Jesús, acto para el cual convocó a toda la familia, la que con pocas excepciones concurrió a dicho acto, en la casa número 3, entre San Andrés y Desbarrancado, de esta ciudad. Como a las cinco horas y treinta minutos de la tarde, arrodillados todos, un religioso Capuchino, después de algunas preces en latín y de haber rezado todos el Credo, en alta voz leyó:

«… Dígnate visitar, Señor Jesús, en compañía de tu dulce Madre, esta casa, y colma a sus dichosos habitantes de las gracias prometidas a las familias especialmente consagradas a tu Corazón divino. … Por ello toda esta familia, acudiendo presurosa a tu llamada, y en desagravio del abandono y de la apostasía de antas almas, te proclama, ¡oh Corazón Sagrado!, su amable Soberano,  te consagra de manera absoluta las alegrías, los trabajos y las tristezas, el presente y el porvenir de este hogar, de hoy para siempre enteramente tuyo. Bendice, pues, a los presentes; bendice también a los que, por voluntad del Cielo, nos arrebató la muerte; bendice, Jesús, a los ausentes; establece en esta tu casa, te lo suplicamos por amor a la Virgen María, establece aquí, ¡oh Corazón amante!, el dominio de tu caridad; infunde en todos sus miembros tu espíritu de fe, de santidad y de pureza: arrebata para Ti solo estas almas, despegándolas del mundo y de sus locas vanidades; ábreles, Señor, la herida hermosa de tu Corazón piadoso, y como en arca de salud guarda en ella a todos éstos que son tuyos hasta la vida eterna… Viva siempre amado, bendecido y glorificado entre nosotros el Corazón victorioso de Jesús…-Así sea.»…

Muchas otras referencias a esta devoción pueden  encontrarse en la espiritualidad del Beato. Que su ejemplo e intercesión nos ayuden a todos sus devotos y a nuestra sufrida nación,  Consagrada al Santísimo Sacramento.

 

¡Sagrado Corazón de Jesús, en vos confió!_

¡Nuestra Señora del Sagrado Corazón, ruega por nosotros!_

¡Beato José Gregorio Hernández, ruega por nosotros!

 

 

*Rector del Santuario Niño Jesús de Isnotú.

 

 

 

 

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